Opel Insignia 2.0 CDTI BiTurbo 4x4

A pesar de la denominación BiTurbo, de la tracción total y de sus 195 CV con más de 40 mkg, el último Insignia no es tan radical como lo pintan. Si esperabas una versión Diesel del OPC tendrás que esperar, al menos por motor...

Opel Insignia 2.0 CDTI BiTurbo 4x4
Opel Insignia 2.0 CDTI BiTurbo 4x4

Opel acaba de presentar la versión Diesel más potente del Insignia, aunque ninguna inscripción hace mención a este tipo de combustible, ya que en su portón trasero sólo pone Biturbo y, en caso de estar equipado con tracción total, un distintivo 4x4. A pesar de que el motor está derivado del 2.0 CDTI de un solo turbo y 160 CV, no han querido empañar su estética deportiva, que es sin duda una de las cualidades que posee este Opel, sobre todo si está equipado con las llamativas llantas de 20 pulgadas que se ofrecen entre sus múltiples extras. Forman parte del paquete denominado “chasis SuperSport", una opción que estará disponible en las versiones 4x4 y que se compone de diferencial trasero adaptativo, suspensión activa FlexRide, frenos Brembo y torretas de suspensión delanteras HiPerStrut, es decir las mismas que utiliza la versión OPC, de 325 CV y también con dos turbos, pero de gasolina. Por tanto, no es de extrañar que, con sus 195 CV, el CDTI BiTurbo vaya sobrado de bastidor y, a nuestro juicio, también de dureza de suspensiones si optamos por este chasis SuperSport, incluso si seleccionamos el modo más blando de la suspensión con la tecla Tour. El perfil tan bajo de los neumáticos (245/35 ZR20) tiene gran parte de la culpa, pero a cambio consiguen un agarre en curva todavía más alto que el de otros Insignia equipados con neumáticos más convencionales, que ya de por sí hacen gala de una estabilidad muy buena.

La mecánica es muy lineal, quizá demasiado, lo que unido a unos desarrollos muy largos hace que su carácter no sea lo deportivo que cabría esperar. Salvando el hecho de que el propulsor traquetea cuando aceleramos a 1.000 vueltas o menos, es utilizable desde prácticamente el ralentí, ya que comienza a empujar muy pronto con bastante solvencia. Como característica destacable, el turbo pequeño cuenta con su propio intercooler de menor tamaño para mejorar la inmediatez de respuesta, que es muy buena y mejora ligeramente respecto al 2.0 CDTI en el que está basado, que cuenta con un único turbocompresor, pero de geometría variable. Es a partir de 3.000 vueltas cuando el motor empuja más, curiosamente cuando deja de actuar el primer turbo y sólo lo hace el segundo, aunque no hay una transición palpable en la forma tan lineal de entregar la potencia, lo que para algún conductor puede significar cierta falta de personalidad, sobre todo porque la agresiva estética del modelo y las capacidades del bastidor pueden dar a entender otra cosa. Respecto al peso, las versiones 4x4 incrementan el tonelaje del Insignia en 120 kg, por lo que la combinación de este motor con una configuración de tracción delantera resulta algo más prestacional, al menos en línea recta. Otra cosa será en carreteras con firme deslizante o zonas muy reviradas si hacemos un tipo de conducción muy dinámico.

Buen trabajo en este sentido dada su potencia, tanto por eficiencia mecánica, como por los largos desarrollos y el Stop/Start. Sus 4,9 l/km homologados de media y unas emisiones de CO2 de 129 g/km son prueba de ello. El alto nivel de par permite circular sin problemas empleando la zona baja del cuentavueltas.Amplitud y maletero no tienen pegas, además está muy equipado, y más todavía si recurrimos a la lista de extras, que es bastante completa. Este modelo se encarga de estrenar un sistema de control de crucero activo por radar dotado con un dispositivo que frena automáticamente para mitigar una colisión inminente, que se suma al dispositivo de detección de señales y de abandono involuntario de carril mediante cámara y al asistente de luces largas dentro del denominado OpelEye.Con la opción SuperSport el chasis es tan bueno como el del OPC, pero los 195 CV del motor se quedan cortos.