Nissan Primera 2.2 dCi Acenta

Un diseño vanguardista y un interior no menos impactante bien se merecían un propulsor a la altura. Por eso, el Primera ha dado una vuelta de tuerca a su Diesel estrella, el 2.2 (ahora denominado dCi). Ofrece 140 CV de potencia y va unido a unos desarrollos más cortos que su predecesor. Pero, al girar la llave de contacto...

Nissan Primera 2.2 dCi Acenta
Nissan Primera 2.2 dCi Acenta

Tiene menor cilindrada, pero este modelo tiene un bastidor que permite una conducción muy deportiva. El precio tampoco marca importantes diferencias con el Primera, ya que –aunque éste es aproximadamente 300 euros más caro- monta de serie el ESP. Por políticas empresariales, el Laguna y el Primera son casi hermanos, aunque –como pasa en las mejores familias- cada uno ha seguido un camino diferente. El Renault resulta más señorial, con formas más clásicas, y su funcionamiento supera al del Primera con una entrega de potencia más contundente. En este modelo, el ESP es de serie. En el grupo Volkswagen encontramos otro rival para el Primera: el Toledo. Este modelo monta un propulsor (que también equipa el VW Bora) de 150 CV y una cilindrada de 1,9 litros. Sus cifras de aceleración son claramente mejores, su consumo más contenido y su precio mucho más bajo. En su contra, juega una carrocería más pequeña. Este modelo también puede presumir de una estética cuidada (en realidad, sus líneas son de las que más adeptos tienen dentro de todo el mercado). La diferencia de precio juega a favor del Primera, pero –si tenemos en cuenta que el Alfa incluye control de estabilidad de serie- no es un punto tan decisivo. Lo que sí que puede resultar un punto clave es la habitabilidad, ya que el 156 es un poco más pequeño que su rival (tiene 25 mm menos de longitud). En el apartado de prestaciones, hay que destacar el mejor trabajo del JTD, que consigue una mejor aceleración con similares cifras de consumo. Es el más caro de todos los modelos destacados, pero este propulsor merece la pena (también se monta en el Golf, el Octavia o el León; señal de que al grupo le resulta muy rentable). Sus cifras son claramente mejores que la del Primera –mejor aceleración y recuperaciones y consumo más contenido). Además, incluye de serie el control de estabilidad. Sus líneas son menos innovadoras –sobre todo su interior- y sus dimensiones más contenidas. El modelo de Nissan hace valer su mayor longitud y ofrece 20 litros más de maletero que el A4. Suspensión hidráulica, una habitabilidad cuidada… El C5 es otro modelo pensado para viajar cómodamente en familia. Su motor resulta un ejemplo de suavidad y su aplomo tampoco tiene que envidiar en nada al del Primera. Estamos ante un rival muy directo, pero también bastante más caro, aunque –eso sí- su equipamiento de serie es uno de los mejores del segmento. Es todo un ejemplo en su categoría por su estabilidad. Además, su fiel bastidor va unido a un turbodiésel con common rail que sabe sacar partido a su menor cilindrada. Así, gana a su rival en todas sus mediciones: también en el consumo. El modelo de Ford también puede presumir de un amplio habitáculo, aunque su interior resulta demasiado soso en comparación con el arsenal tecnológico que exhibe el Primera. Tiene menor cilindrada, pero este modelo tiene un bastidor que permite una conducción muy deportiva. El precio tampoco marca importantes diferencias con el Primera, ya que –aunque éste es aproximadamente 300 euros más caro- monta de serie el ESP. Por políticas empresariales, el Laguna y el Primera son casi hermanos, aunque –como pasa en las mejores familias- cada uno ha seguido un camino diferente. El Renault resulta más señorial, con formas más clásicas, y su funcionamiento supera al del Primera con una entrega de potencia más contundente. En este modelo, el ESP es de serie. En el grupo Volkswagen encontramos otro rival para el Primera: el Toledo. Este modelo monta un propulsor (que también equipa el VW Bora) de 150 CV y una cilindrada de 1,9 litros. Sus cifras de aceleración son claramente mejores, su consumo más contenido y su precio mucho más bajo. En su contra, juega una carrocería más pequeña. Este modelo también puede presumir de una estética cuidada (en realidad, sus líneas son de las que más adeptos tienen dentro de todo el mercado). La diferencia de precio juega a favor del Primera, pero –si tenemos en cuenta que el Alfa incluye control de estabilidad de serie- no es un punto tan decisivo. Lo que sí que puede resultar un punto clave es la habitabilidad, ya que el 156 es un poco más pequeño que su rival (tiene 25 mm menos de longitud). En el apartado de prestaciones, hay que destacar el mejor trabajo del JTD, que consigue una mejor aceleración con similares cifras de consumo. Es el más caro de todos los modelos destacados, pero este propulsor merece la pena (también se monta en el Golf, el Octavia o el León; señal de que al grupo le resulta muy rentable). Sus cifras son claramente mejores que la del Primera –mejor aceleración y recuperaciones y consumo más contenido). Además, incluye de serie el control de estabilidad. Sus líneas son menos innovadoras –sobre todo su interior- y sus dimensiones más contenidas. El modelo de Nissan hace valer su mayor longitud y ofrece 20 litros más de maletero que el A4. Suspensión hidráulica, una habitabilidad cuidada… El C5 es otro modelo pensado para viajar cómodamente en familia. Su motor resulta un ejemplo de suavidad y su aplomo tampoco tiene que envidiar en nada al del Primera. Estamos ante un rival muy directo, pero también bastante más caro, aunque –eso sí- su equipamiento de serie es uno de los mejores del segmento. Es todo un ejemplo en su categoría por su estabilidad. Además, su fiel bastidor va unido a un turbodiésel con common rail que sabe sacar partido a su menor cilindrada. Así, gana a su rival en todas sus mediciones: también en el consumo. El modelo de Ford también puede presumir de un amplio habitáculo, aunque su interior resulta demasiado soso en comparación con el arsenal tecnológico que exhibe el Primera. Tiene menor cilindrada, pero este modelo tiene un bastidor que permite una conducción muy deportiva. El precio tampoco marca importantes diferencias con el Primera, ya que –aunque éste es aproximadamente 300 euros más caro- monta de serie el ESP. Por políticas empresariales, el Laguna y el Primera son casi hermanos, aunque –como pasa en las mejores familias- cada uno ha seguido un camino diferente. El Renault resulta más señorial, con formas más clásicas, y su funcionamiento supera al del Primera con una entrega de potencia más contundente. En este modelo, el ESP es de serie. En el grupo Volkswagen encontramos otro rival para el Primera: el Toledo. Este modelo monta un propulsor (que también equipa el VW Bora) de 150 CV y una cilindrada de 1,9 litros. Sus cifras de aceleración son claramente mejores, su consumo más contenido y su precio mucho más bajo. En su contra, juega una carrocería más pequeña. Este modelo también puede presumir de una estética cuidada (en realidad, sus líneas son de las que más adeptos tienen dentro de todo el mercado). La diferencia de precio juega a favor del Primera, pero –si tenemos en cuenta que el Alfa incluye control de estabilidad de serie- no es un punto tan decisivo. Lo que sí que puede resultar un punto clave es la habitabilidad, ya que el 156 es un poco más pequeño que su rival (tiene 25 mm menos de longitud). En el apartado de prestaciones, hay que destacar el mejor trabajo del JTD, que consigue una mejor aceleración con similares cifras de consumo. Es el más caro de todos los modelos destacados, pero este propulsor merece la pena (también se monta en el Golf, el Octavia o el León; señal de que al grupo le resulta muy rentable). Sus cifras son claramente mejores que la del Primera –mejor aceleración y recuperaciones y consumo más contenido). Además, incluye de serie el control de estabilidad. Sus líneas son menos innovadoras –sobre todo su interior- y sus dimensiones más contenidas. El modelo de Nissan hace valer su mayor longitud y ofrece 20 litros más de maletero que el A4. Suspensión hidráulica, una habitabilidad cuidada… El C5 es otro modelo pensado para viajar cómodamente en familia. Su motor resulta un ejemplo de suavidad y su aplomo tampoco tiene que envidiar en nada al del Primera. Estamos ante un rival muy directo, pero también bastante más caro, aunque –eso sí- su equipamiento de serie es uno de los mejores del segmento. Es todo un ejemplo en su categoría por su estabilidad. Además, su fiel bastidor va unido a un turbodiésel con common rail que sabe sacar partido a su menor cilindrada. Así, gana a su rival en todas sus mediciones: también en el consumo. El modelo de Ford también puede presumir de un amplio habitáculo, aunque su interior resulta demasiado soso en comparación con el arsenal tecnológico que exhibe el Primera. Tiene menor cilindrada, pero este modelo tiene un bastidor que permite una conducción muy deportiva. El precio tampoco marca importantes diferencias con el Primera, ya que –aunque éste es aproximadamente 300 euros más caro- monta de serie el ESP. Por políticas empresariales, el Laguna y el Primera son casi hermanos, aunque –como pasa en las mejores familias- cada uno ha seguido un camino diferente. El Renault resulta más señorial, con formas más clásicas, y su funcionamiento supera al del Primera con una entrega de potencia más contundente. En este modelo, el ESP es de serie. En el grupo Volkswagen encontramos otro rival para el Primera: el Toledo. Este modelo monta un propulsor (que también equipa el VW Bora) de 150 CV y una cilindrada de 1,9 litros. Sus cifras de aceleración son claramente mejores, su consumo más contenido y su precio mucho más bajo. En su contra, juega una carrocería más pequeña. Este modelo también puede presumir de una estética cuidada (en realidad, sus líneas son de las que más adeptos tienen dentro de todo el mercado). La diferencia de precio juega a favor del Primera, pero –si tenemos en cuenta que el Alfa incluye control de estabilidad de serie- no es un punto tan decisivo. Lo que sí que puede resultar un punto clave es la habitabilidad, ya que el 156 es un poco más pequeño que su rival (tiene 25 mm menos de longitud). En el apartado de prestaciones, hay que destacar el mejor trabajo del JTD, que consigue una mejor aceleración con similares cifras de consumo. Es el más caro de todos los modelos destacados, pero este propulsor merece la pena (también se monta en el Golf, el Octavia o el León; señal de que al grupo le resulta muy rentable). Sus cifras son claramente mejores que la del Primera –mejor aceleración y recuperaciones y consumo más contenido). Además, incluye de serie el control de estabilidad. Sus líneas son menos innovadoras –sobre todo su interior- y sus dimensiones más contenidas. El modelo de Nissan hace valer su mayor longitud y ofrece 20 litros más de maletero que el A4. Suspensión hidráulica, una habitabilidad cuidada… El C5 es otro modelo pensado para viajar cómodamente en familia. Su motor resulta un ejemplo de suavidad y su aplomo tampoco tiene que envidiar en nada al del Primera. Estamos ante un rival muy directo, pero también bastante más caro, aunque –eso sí- su equipamiento de serie es uno de los mejores del segmento. Es todo un ejemplo en su categoría por su estabilidad. Además, su fiel bastidor va unido a un turbodiésel con common rail que sabe sacar partido a su menor cilindrada. Así, gana a su rival en todas sus mediciones: también en el consumo. El modelo de Ford también puede presumir de un amplio habitáculo, aunque su interior resulta demasiado soso en comparación con el arsenal tecnológico que exhibe el Primera. Tiene menor cilindrada, pero este modelo tiene un bastidor que permite una conducción muy deportiva. El precio tampoco marca importantes diferencias con el Primera, ya que –aunque éste es aproximadamente 300 euros más caro- monta de serie el ESP. Por políticas empresariales, el Laguna y el Primera son casi hermanos, aunque –como pasa en las mejores familias- cada uno ha seguido un camino diferente. El Renault resulta más señorial, con formas más clásicas, y su funcionamiento supera al del Primera con una entrega de potencia más contundente. En este modelo, el ESP es de serie. En el grupo Volkswagen encontramos otro rival para el Primera: el Toledo. Este modelo monta un propulsor (que también equipa el VW Bora) de 150 CV y una cilindrada de 1,9 litros. Sus cifras de aceleración son claramente mejores, su consumo más contenido y su precio mucho más bajo. En su contra, juega una carrocería más pequeña. Este modelo también puede presumir de una estética cuidada (en realidad, sus líneas son de las que más adeptos tienen dentro de todo el mercado). La diferencia de precio juega a favor del Primera, pero –si tenemos en cuenta que el Alfa incluye control de estabilidad de serie- no es un punto tan decisivo. Lo que sí que puede resultar un punto clave es la habitabilidad, ya que el 156 es un poco más pequeño que su rival (tiene 25 mm menos de longitud). En el apartado de prestaciones, hay que destacar el mejor trabajo del JTD, que consigue una mejor aceleración con similares cifras de consumo. Es el más caro de todos los modelos destacados, pero este propulsor merece la pena (también se monta en el Golf, el Octavia o el León; señal de que al grupo le resulta muy rentable). Sus cifras son claramente mejores que la del Primera –mejor aceleración y recuperaciones y consumo más contenido). Además, incluye de serie el control de estabilidad. Sus líneas son menos innovadoras –sobre todo su interior- y sus dimensiones más contenidas. El modelo de Nissan hace valer su mayor longitud y ofrece 20 litros más de maletero que el A4. Suspensión hidráulica, una habitabilidad cuidada… El C5 es otro modelo pensado para viajar cómodamente en familia. Su motor resulta un ejemplo de suavidad y su aplomo tampoco tiene que envidiar en nada al del Primera. Estamos ante un rival muy directo, pero también bastante más caro, aunque –eso sí- su equipamiento de serie es uno de los mejores del segmento. Es todo un ejemplo en su categoría por su estabilidad. Además, su fiel bastidor va unido a un turbodiésel con common rail que sabe sacar partido a su menor cilindrada. Así, gana a su rival en todas sus mediciones: también en el consumo. El modelo de Ford también puede presumir de un amplio habitáculo, aunque su interior resulta demasiado soso en comparación con el arsenal tecnológico que exhibe el Primera. Tiene menor cilindrada, pero este modelo tiene un bastidor que permite una conducción muy deportiva. El precio tampoco marca importantes diferencias con el Primera, ya que –aunque éste es aproximadamente 300 euros más caro- monta de serie el ESP. Por políticas empresariales, el Laguna y el Primera son casi hermanos, aunque –como pasa en las mejores familias- cada uno ha seguido un camino diferente. El Renault resulta más señorial, con formas más clásicas, y su funcionamiento supera al del Primera con una entrega de potencia más contundente. En este modelo, el ESP es de serie. En el grupo Volkswagen encontramos otro rival para el Primera: el Toledo. Este modelo monta un propulsor (que también equipa el VW Bora) de 150 CV y una cilindrada de 1,9 litros. Sus cifras de aceleración son claramente mejores, su consumo más contenido y su precio mucho más bajo. En su contra, juega una carrocería más pequeña. Este modelo también puede presumir de una estética cuidada (en realidad, sus líneas son de las que más adeptos tienen dentro de todo el mercado). La diferencia de precio juega a favor del Primera, pero –si tenemos en cuenta que el Alfa incluye control de estabilidad de serie- no es un punto tan decisivo. Lo que sí que puede resultar un punto clave es la habitabilidad, ya que el 156 es un poco más pequeño que su rival (tiene 25 mm menos de longitud). En el apartado de prestaciones, hay que destacar el mejor trabajo del JTD, que consigue una mejor aceleración con similares cifras de consumo. Es el más caro de todos los modelos destacados, pero este propulsor merece la pena (también se monta en el Golf, el Octavia o el León; señal de que al grupo le resulta muy rentable). Sus cifras son claramente mejores que la del Primera –mejor aceleración y recuperaciones y consumo más contenido). Además, incluye de serie el control de estabilidad. Sus líneas son menos innovadoras –sobre todo su interior- y sus dimensiones más contenidas. El modelo de Nissan hace valer su mayor longitud y ofrece 20 litros más de maletero que el A4. Suspensión hidráulica, una habitabilidad cuidada… El C5 es otro modelo pensado para viajar cómodamente en familia. Su motor resulta un ejemplo de suavidad y su aplomo tampoco tiene que envidiar en nada al del Primera. Estamos ante un rival muy directo, pero también bastante más caro, aunque –eso sí- su equipamiento de serie es uno de los mejores del segmento. Es todo un ejemplo en su categoría por su estabilidad. Además, su fiel bastidor va unido a un turbodiésel con common rail que sabe sacar partido a su menor cilindrada. Así, gana a su rival en todas sus mediciones: también en el consumo. El modelo de Ford también puede presumir de un amplio habitáculo, aunque su interior resulta demasiado soso en comparación con el arsenal tecnológico que exhibe el Primera. Tiene menor cilindrada, pero este modelo tiene un bastidor que permite una conducción muy deportiva. El precio tampoco marca importantes diferencias con el Primera, ya que –aunque éste es aproximadamente 300 euros más caro- monta de serie el ESP. Por políticas empresariales, el Laguna y el Primera son casi hermanos, aunque –como pasa en las mejores familias- cada uno ha seguido un camino diferente. El Renault resulta más señorial, con formas más clásicas, y su funcionamiento supera al del Primera con una entrega de potencia más contundente. En este modelo, el ESP es de serie. En el grupo Volkswagen encontramos otro rival para el Primera: el Toledo. Este modelo monta un propulsor (que también equipa el VW Bora) de 150 CV y una cilindrada de 1,9 litros. Sus cifras de aceleración son claramente mejores, su consumo más contenido y su precio mucho más bajo. En su contra, juega una carrocería más pequeña. Este modelo también puede presumir de una estética cuidada (en realidad, sus líneas son de las que más adeptos tienen dentro de todo el mercado). La diferencia de precio juega a favor del Primera, pero –si tenemos en cuenta que el Alfa incluye control de estabilidad de serie- no es un punto tan decisivo. Lo que sí que puede resultar un punto clave es la habitabilidad, ya que el 156 es un poco más pequeño que su rival (tiene 25 mm menos de longitud). En el apartado de prestaciones, hay que destacar el mejor trabajo del JTD, que consigue una mejor aceleración con similares cifras de consumo. Es el más caro de todos los modelos destacados, pero este propulsor merece la pena (también se monta en el Golf, el Octavia o el León; señal de que al grupo le resulta muy rentable). Sus cifras son claramente mejores que la del Primera –mejor aceleración y recuperaciones y consumo más contenido). Además, incluye de serie el control de estabilidad. Sus líneas son menos innovadoras –sobre todo su interior- y sus dimensiones más contenidas. El modelo de Nissan hace valer su mayor longitud y ofrece 20 litros más de maletero que el A4. Suspensión hidráulica, una habitabilidad cuidada… El C5 es otro modelo pensado para viajar cómodamente en familia. Su motor resulta un ejemplo de suavidad y su aplomo tampoco tiene que envidiar en nada al del Primera. Estamos ante un rival muy directo, pero también bastante más caro, aunque –eso sí- su equipamiento de serie es uno de los mejores del segmento. Es todo un ejemplo en su categoría por su estabilidad. Además, su fiel bastidor va unido a un turbodiésel con common rail que sabe sacar partido a su menor cilindrada. Así, gana a su rival en todas sus mediciones: también en el consumo. El modelo de Ford también puede presumir de un amplio habitáculo, aunque su interior resulta demasiado soso en comparación con el arsenal tecnológico que exhibe el Primera.