Ambos optan por cilindradas muy diversas, con el Nissan recurriendo al conocido motor 1.5 dCi de origen Renault —de momento es la única opción Diesel disponible en este modelo— y el Toyota montando un 2,0 litros de desarrollo propio. Es una diferencia que, por mucho que se afinen otros aspectos, se traslada lógicamente al consumo y que, al mismo tiempo, define la personalidad de las mecánicas, sobre todo a bajo régimen. El Auris, con sus 1.998 cm3, se muestra más contundente en la zona baja del cuentavueltas y suele salir airoso de cualquier situación aunque llevemos insertada una marcha larga, lo que permite una conducción más relajada sin tener que echar mano del cambio.
Distinta respuesta
El dCi del Nissan es un poco más «remolón» a bajo régimen, aunque tampoco se puede decir que su respuesta sea pobre. Sí resulta menos refinado que el del Toyota por las vibraciones que transmite y el ruido que ofrece, tanto al ralentí como en las fases de aceleración intensa. En cambio, la entrega de potencia es más progresiva en el Pulsar, pues superadas las 1.700 rpm estira con un empuje más constante hasta el entorno de las 4.000 rpm, mientras que su rival en esta comparativa pide que no le llevemos mas allá de las 3.500 rpm.
La diferencia de 14 CV oficiales se ha mantenido cuando ambos modelos han pasado por nuestro banco de rodillos, con un par máximo 4,5 mkg superior para el Toyota, un salto que —aunque el Pulsar ha dado casi 100 kg menos en la báscula— lógicamente tiene su reflejo en las fases de aceleración y recuperación. Los dos compactos japoneses presentan unos largos desarrollos de cambio, enfocados a rebajar consumos y emisiones, pero que también repercuten en diferente medida en sus prestaciones. Así, mientras el Auris merecería un notable en este apartado, el Pulsar se quedaría en un aprobado, pues su menor agilidad requiere acudir al cambio con más asiduidad. La contrapartida es el consumo, ya que la media real del Nissan se ha situado en el entorno de los 5 l/100 km, mientras que el Toyota ha necesitado unos 5,5 litros.
Facilidad al volante
En cuanto al comportamiento, el suave tarado de la suspensión del Pulsar deja claro su mayor enfoque hacia el confort de los pasajeros, lo que no significa que sea un coche complicado de conducir cuando se aviva el ritmo, ya que sus reacciones son nobles y predecibles, la dirección transmite precisión en las trazadas y el buen tarado del control de estabilidad aporta la seguridad necesaria. La calidad de rodadura es una de las mejores bazas del nuevo compacto de Nissan, que sólo pierde algo de refinamiento por la sonoridad del dCi en algunas situaciones.
En cuanto al Auris, a pesar de disponer de 10 centímetros menos de distancia entre ejes, su bastidor nos ha resultado más eficaz a la hora de enlazar curvas por carreteras sinuosas, con el aporte de una dirección rápida y de tacto agradable. Destaca el aplomo con el que se desenvuelve el Toyota incluso en las situaciones más exigentes, transmitiendo al volante confianza y seguridad de marcha. Globalmente, da la impresión de que esta versión 120D está un punto por encima del Pulsar dCi en agrado de uso.
Nueva referencia
El Pulsar se va hasta los 4,39 m de longitud —comparte algunos elementos estructurales con el Qashqai— y se sitúa como uno de los coches más largos de su clase. En su interior destaca especialmente el hueco para las piernas de los pasajeros traseros, una cota en la que se convierte en el mejor de su categoría y en la que saca 8 cm al Auris, situado en la media del segmento. La altura también es brillante en el Nissan, pero la anchura coincide con la de muchos competidores —el Toyota destaca en esta medición con 2 cm más—, de forma que en la plaza central un adulto irá, al final, algo apretado.
El maletero del Pulsar, con 435 litros medidos por nuestro Centro Técnico, también es de los mejores de su clase, sólo superado por el Honda Civic, mientras que el Auris, con 390 litros, es menos capaz pero sin desmerecer en este apartado.
Nuestras unidades iban equipadas con los acabados más altos de cada gama —Tekna en el Pulsar y Advance en el Auris—. Ambos incluyen una dotación muy amplia. En el caso del Nissan, a los elementos más habituales se suman dispositivos como el aviso de cambio involuntario de carril, control del ángulo muerto, cámara de visión 360o, faros delanteros de led, tapicería de cuero o el navegador, entre otros detalles. El Toyota en cambio enriquece su equipamiento con faros de xenón, iluminación activa para curvas y cruces, sistema de aparcamiento asistido, airbag de rodilla para el conductor, cámara de visión trasera... Los descuentos a pie de concesionario de momento dan ventaja al Auris, ya que en el Pulsar todavía se nota el 'factor novedad' en su precio.
