El Nissan Leaf, el coche eléctrico más vendido del mundo, ya tiene sustituto. Sí, el nuevo Leaf, ocho años más tarde de que apareciera el primero, llegará a los concesionarios en enero y, por supuesto, aporta muchísimo más que un cambio de silueta, aunque éste sea uno de los aspectos más llamativos.
Mitsuroti Morita, su diseñador, define su línea con los términos "cool" y "tech" y, en vivo, hay poco que nos recuerde al actual Leaf y, sin embargo, abundan las pequeñas similitudes con el concept car IDS, amén de un frontal como el de los últimos Nissan. Claramente, se ha buscado rebajar la impresión de coche alto, aunque algo lo es, y de ahí sus líneas horizontales. La característica parrilla V-Motion, los faros o los pilotos en forma de boomerang lo hacen fácilmente distinguible; pero no sólo el nuevo Nissan Leaf, de 4,48 m de largo, se ve diferente a cualquier otro coche, también la forma de su carrocería es enormemente eficaz. De hecho, su coeficiente aerodinámico es bajo, 0,28; y lo logra incluso cuando la zona inferior de sus bajos carece de carenado o cualquier otro revestimiento.
Sólo lo hemos podido probar en circuito cerrado y velocidades relativamente bajas, pero todo augura que el ruido procedente del choque contra el aire no será un problema en los viajes largos con él —porque sí, tendrá remanente suficiente de energía como para no ser considerado un coche exclusivamente urbano— y, aún sin presencia visible de materiales fonoabsorbentes en los pasos de rueda, el ruido de rodadura no será muy distinto al del actual Leaf. Al menos con las ruedas Dunlop Enasone EC300 con dimensiones 215/50 R17 ya encontramos un nivel bajo de ruido de rodadura. Obviamente, saldremos de dudas cuando llevemos a cabo nuestras primeras mediciones, ya lejos de la pista de pruebas japonesa de Tochigi en la que hemos podido conducirlo por primera vez.
Otro elemento diseño que contribuye a rebajar la impresión de coche alto —tiene 1,54 m, sólo uno menos que su antecesor— es el techo en contraste con el resto de la carrocería. Será una opción y podrá elegirse entre el negro, gris o azul. Para los mercados europeos los colores elegidos son ocho, seis metalizados y dos sólidos.
Nissan Leaf 2018, eléctrico de larga distancia
El sistema de propulsión del Nissan Leaf es nuevo, aunque el e-Powertrain, que es como la marca define al paquete que conforman unidad de control, inversor, motor y caja de reducción, sigue teniendo una distribución semejante a la de la primera generación, en un solo bloque.
El inversor, más rápido; es uno de esos elementos nuevos; aunque el cambio más llamativo sea el del motor: pasa de los 109 de la actual generación a los 150 CV, lo que supondrá una sustancial mejora de prestaciones que permitirá a este eléctrico compacto dejar en 7,9 segundos la aceleración de 0 a 100 km/h. El sistema eléctrico daría para soportar más potencia y, el jefe de proyecto, Hiroke Isobe, presume de que no habría problemas con integrar un motor de hasta 220 CV. «¿Esto deja abierta la posibilidad de que, en un futuro, haya un segundo motor para el Leaf, aún más potente de esos 150 CV con los que se lanza y próxima a los 200 CV?», preguntamos. No hay respuesta, pero la sonrisa del doctor Isobe nos avanza lo que hoy confirma Nissan: a lo largo del próximo año existirá esa versión, aunque aún no se desvela con qué potencia.
Con todo, donde está el grueso de la revolución de una a otra generación del Nissan Leaf en términos de energía, es en los nuevos conjuntos de baterías iones de litio. Como ha venido ocurriendo con el actual modelo, que contaba con paquetes de baterías de alto voltaje de 24 y 30 kWh, el nuevo mantendrá la posibilidad de elegir entre dos capacidades, mayores a las actuales, si bien ocuparán un espacio semejante gracias a la nueva disposición de las celdas de polímetro de litio, su engrosado y la reducción de los espacios entre ellas. De paso, también se ha mejorado su refrigeración.
Así, la batería de menor capacidad del Leaf, siempre ligada al motor de 150 CV, —el par pasa de 25,9 mkg a 32,7 mkg— contará con 41 kWh, como en el Renault ZOE. Además, el Leaf también contará con batería de capacidad superior, aún no desvelada por Nissan que, presumiblemente, tendrá entre 53 y 56 kWh.
Si con la primera, la de 41 kWh, la autonomía alcanzará 378 km —unos 240 en uso real, nos dicen—, con la segunda, la que se ligará al motor más potente, se sobrepasarán con cierta holgura los 500 km. Y no sólo permitirán al Nissan Leaf ser un eléctrico de largo alcance, sino que podrá permanecer poco tiempo parado recargándose, pues en 40 minutos podría haber repuesto el 80 por ciento de su capacidad. Cargando a 3 kW la totalidad de la batería se repondría en 16 horas y con el doble de potencia, en la mitad de tiempo.
Aún con el nuevo paquete de baterías de 41 kWh, el peso del nuevo Nissan Leaf sólo se incrementa 19 kilos respecto a su antecesor.
Nissan Leaf 2018, adaptado a Europa
Hemos tomado contacto con versiones japonesas del nuevo Nissan Leaf que, nos cuentan, no serán exactamente iguales a las que podamos ver en Europa y que conduciremos en la primera semana de octubre en Oslo (Noruega). Habrá cambios en lo relativo en el ajuste de las suspensiones, si bien se mantendrá, como es lógico, la arquitectura de ruedas independientes con McPherson delante y ruedas tiradas con un eje torsional, detrás. Muelles, amortiguadores y, con toda probabilidad, unas estabilizadoras más gruesas, con mayor capacidad para reducir el balanceo de la carrocería, serán distintos de unos a otros Nissan Leaf, en función de su mercado. Lo que no parece que variará será la dirección, asistida eléctricamente y que estrena un nuevo software distinto al de la actual generación.
De puertas adentro, el diseño es fluido y los toques en color azul aparecen en asientos, volante o el mismo salpicadero. Éste salvo por la zona de la instrumentación, es de una sola pieza y pierde algo del efecto galáctico que conseguía la distribución por pisos de indicadores del anterior Nissan Leaf. La instrumentación se simplifica e, incluso, llama la atención encontrar un velocímetro analógico junto a una pantalla, ésta sí, digital y multiconfigurable. Otra pantalla de 7”, ésta central aportara funciones como la de navegación —con los puntos de carga más próximos—, audio, nivel de carga, indicación de potencia… Contará con Apple CarPlay y Android Auto en las versiones con navegador.
Por debajo de esta pantalla TFT encontramos unos mandos para el control de la climatización que parece provenientes del mismo modelo al que sustituye; igual que ocurre con el mando que selecciona la dirección de la marcha, neutra o la posición de aparcamiento. Si por delante de «pomo del cambio» encontramos algunos mandos nuevos, como el del e-pedal o el del sistema de aparcamiento automático; por debajo de la climatización, y en una posición muy baja, está el pulsador con el que se arranca o detiene el motor.
La percepción de calidad no parece su punto fuerte —y, de hecho, nos confirman que se revisarán algunos ensamblajes para el mercado de Europa, a la vez que nos señalan que lo que vemos son unidades de preproducción— y, entre lo que se modificará de los Nissan Leaf probados en el Centro Técnico de Nissan de Tochigi a las que llegarán a los concesionarios habrá cambios como la sustitución de algunos plásticos duros por otros mullidos, que es lo que podría ocurrir con algunas zonas de salpicadero o puertas; la incorporación de luces en los espejos de cortesía o leds en lugar de bombillas en los puntos de iluminación o, ya de orden más práctico, la modificación de los anclajes de los asientos delanteros, para permitir tomar mayor distancia respecto al volante —habrá versiones con regulaciones eléctricas, mientras que la calefacción será un equipamiento universal—; o la incorporación de un suelo móvil en el maletero —destaca su altura útil— para poder enrasar el piso o con el borde de carga o con los asientos traseros una vez abatidos, lo que se hace en proporciones 60/40. Por cierto, sin rueda de repuesto —el kit de reparación de pinchazos va tras una portilla lateral del guarnecido plástico— nos hablan de 435 litros de capacidad.
Otro cambio esperable es el de la posición del botón eco —suaviza la aceleración y el climatizador gasta menos, lo que redunda en más autonomía—, que para Europa pasará a estar en el volante.
Desde el punto de vista dimensional, el nuevo Nissan Leaf aporta un espacio habitable correcto, semejante al del anterior Leaf, tanto en altura como anchura, si bien con un ligero retroceso en espacio longitudinal a tenor de nuestras primeras mediciones. Veremos si se confirman cuando tengamos acceso a un coche con más calma aunque lo que sí hemos podido comprobar, al margen de que el conductor si es alto no tendrá mucho espacio si no se amplía la regulación de su asiento, es que detrás el espacio no es muy grande.
Nissan Leaf 2018, conducción autónoma
E-Pedal, Propilot y Propilot Park son tres términos con los que habrá que irse acostumbrando a ligar al del Nissan Leaf, pues definen algunas de sus aportaciones sistemas de ayuda a la conducción de última generación, en una suerte de democratización tecnológica.
Si el e-pedal permitirá conducir prácticamente sin necesidad de usar el freno y promueve que el conductor esté atento a anticipar sus reacciones; el Propilot es el primer paso de la nueva hoja de ruta de Nissan hacia la conducción autónoma en un único carril, pues permitirá al Leaf mantener la distancia con el coche que está por delante, frenando o recuperando la velocidad fijada en el control de velocidad de crucero autónomamente. Incluso si el coche que nos precede se detiene, el Leaf lo hará y sólo habrá que tocar el acelerador para volver a activar el Propilot. Damos fe de que el sistema funciona muy bien, incluso manteniendo de forma muy natural el coche entre las líneas que delimitan el carril, sin tirones ni brusquedades. El año que viene, llegará para Nissan la conducción autónoma en múltiples carriles y, en 2020, en intersecciones. Para más adelante —dentro de la próxima década, pero sin precisar cuándo—, se pondrá a la venta el primer Nissan de conducción absolutamente autónoma en ciudad.
Por su parte, el Propilot Park deja al conductor, en las maniobras de aparcamiento, la única tarea de elegir dónde quiere estacionar, en línea o en batería, incluso seleccionando la posición entre tres plazas distintas. Del resto se ocupa él gracias a un arsenal de sensores que incluye una docena de ultrasonido y cuatro cámaras de alta resolución.
Por lo demás, el Leaf contará con el paquete de ayudas a la conducción ya conocido de Nissan, el Escudo de protección inteligente, con aviso de cambio de carril, control de ángulo muerto, de frenada automática en caso de riesgo de colisión, de tráfico posterior durante las maniobras de marcha atrás o la cámara de 360º.
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