Seat Arosa 1.4 TDi Stella

Con el motor TDi de tres cilindros, el Arosa no sólo ofrece un mínimo consumo en cualquier circunstancia, sino que, además, cuenta con un excelente nivel de prestaciones, superando, en algunos apartados, a su hermano mayor, el Ibiza TDi de 90 CV.

Seat Arosa 1.4 TDi Stella
Seat Arosa 1.4 TDi Stella

Tras estrenarse en el Lupo y en la nueva generación del Polo, el motor TDi más pequeño de la firma alemana —si exceptuamos el especialísimo 1.2 del Lupo/Arosa «3L», sobre el cual está basado este 1.4— llega ahora al pequeño Seat. El resultado es una versión con una excelente relación prestaciones/consumo, que supera a muchos modelos del mercado dotados de mecánicas de inyección directa de superior cilindrada y potencia. Si recientemente ya nos sorprendió el resultado obtenido sobre el nuevo Polo, bajo el capó del Arosa no hace sino confirmar que estamos ante uno de los propulsores con mejor rendimiento específico del mercado, capaz de poner incluso en evidencia la pequeña carrocería del Arosa, a la que no le vendría nada mal una amortiguación más firme. La rapidez con que la aguja sobrepasa en el velocímetro los 160 km/h es ciertamente sorprendente, tanto como la propia naturalidad que presenta para mantenerse en esos valores durante el tiempo que queramos. Es igual el tipo de carretera o si hay constantes desniveles en la misma, pues basta pisar el acelerador y, como mucho, quitar una marcha, para que el motor gane vueltas enseguida —estira sin problemas hasta pasadas las 4.500 rpm— y aumente al tiempo la velocidad. El verdadero punto fuerte del Arosa se encuentra en su facilidad para las recuperaciones en marcha y tanto en cuarta como en quinta ofrece unos resultados muy buenos. Para ello, cuenta con un brillante valor de par máximo de 220 Nm, lo que le permite disponer de una magnífica respuesta a medio régimen. Tanto o más que las recuperaciones, brilla en el Arosa 1.4 TDi su ajustado consumo. Con una media de 5,1 litros cada 100 kilómetros, es el indiscutible líder, dejando de lado por supuesto al «intocable» Lupo/Arosa en sus variantes 3l. En carretera, superar los cinco litros requiere exprimir mucho el motor y jugar constantemente con el cambio pues, a ritmo sostenido, se mantiene sin problemas en unos valores mínimos.