Hyundai Elantra 1.6 / Seat Toledo 1.6 16v / Toyota Avensis 1.6 VVT-i

Las nuevas generaciones de motores 1.6 16 válvulas con más de 100 CV permiten a las berlinas familiares, como las que aquí comparamos, desplazarse sin complejos de falta de empuje. Otro de los argumentos de estos modelos, escalón de acceso a uno de los segmentos más competidos del mercado, es el precio, bastante asequible.

Hyundai Elantra 1.6 / Seat Toledo 1.6 16v / Toyota Avensis 1.6 VVT-i
Hyundai Elantra 1.6 / Seat Toledo 1.6 16v / Toyota Avensis 1.6 VVT-i

Por su parte, el modelo de Seat ofrece como elementos opcionales, además del sensor de lluvia, dos sistemas muy importantes en el área de la seguridad: el control de tracción y el de estabilidad; equipos que no están presentes en la oferta de los rivales que contempla esta comparativa. Si hacemos un balance de los costes relativos a estos elementos, el Hyundai resulta el ganador, aunque carece de las llantas de aleación, que sí lleva el Toyota, y el más caro, por muy poco respecto de este último, es el Toledo. El producto coreano no solamente tiene "casi todo" sino que se vende a 200.000 pesetas menos que sus rivales y, adicionalmente, es el único de los tres que ofrece una garantía mecánica por tres años, lo que, sin duda, no es un punto menor. La caída del euro ha puesto en aprietos a casi todos los importadores extracomunitarios y por ello se han reducido notablemente las amplias diferencias que existían antes en los precios de los Hyundai respecto de sus rivales europeos. Por otra parte, el Elantra ya es, por tamaño, equipamiento y empaque exterior, una berlina media, no como su antecesor, que se quedaba tan sólo medio escalón por encima de un compacto. El salpicadero, de agradable diseño y mandos bien ubicados, tiene buen aspecto. Donde sus rivales de origen europeo le aventajan, aunque muy ligeramente, es en la calidad percibida del revestimiento plástico de las puertas y de otros elementos que iremos desvelando. A cambio se han procurado maximizar los detalles prácticos en el habitáculo: tiene bolsillos laterales rígidos más amplios que pueden albergar botellas pequeñas, portagafas junto al plafón de iluminación y una consola con dos niveles y gran tamaño para guardar objetos entre los asientos delanteros, además de portavasos. Los avances en los sistemas de admisión y gestión, junto con la necesidad de reducir la contaminación, han obligado a la construcción de motores con potencias específicas relativamente altas para su cilindrada. Se trata, además, de ofrecer un escalón de acceso a un competido segmento donde no importan tanto las altas prestaciones o elevadas velocidades de crucero sino más bien la habitabilidad, una buena capacidad de maletero y un completo equipamiento, además de unos consumos contenidos. Los tres protagonistas de esta comparativa cumplen con creces estos requisitos, cada uno con sus propias características y argumentos. El Hyundai Elantra ha llegado hace un par de semanas al mercado español y es totalmente nuevo, mientras que el Toledo y el Toyota estrenan motores. El producto de Seat toma el 1.6 16 válvulas de origen VW que ya estaba presente en el Golf IV para reemplazar el veterano 1.6 con ocho válvulas por cilindro, mientras que el Avensis amplía su gama con el motor 3ZZ-FE VVT-i, que ya equipaba el Corolla, en lugar del 1.6 4A-FE sin distribución variable. El Elantra —que sustituye al Lantra, del que se están vendiendo a muy buen precio las últimas unidades— juega las cartas habituales en los constructores coreanos: coste de adquisición más bajo y un equipamiento en términos generales más generoso que el de sus rivales europeos. Por 2.500.000 pesetas, si no elegimos un color metalizado, tendremos un vehículo con doble airbag frontal (pero lamentablemente sin el opcional de las bolsas laterales), climatizador, que no lo tienen de serie ni el Toledo ni el Avensis, ABS, apertura remota del depósito de combustible, guantera con llave, radiocasete y volante regulable en altura, características éstas comunes a los tres. Pero el Elantra tiene algunos detalles más a su favor; incluye, junto con el Avensis, la alarma antirrobo, los espejos eléctricos y el inmovilizador, elemento este último que también incorpora el Toledo. Además, el Hyundai cuenta con algunos elementos "exclusivos", como la apertura remota del maletero y los elevalunas eléctricos en las lunas traseras. A veces resulta difícil comparar la influencia del equipamiento en algunos parámetros como el confort y lo que es importante para algunos potenciales clientes, resulta intrascendente para otros. Por ejemplo, las llantas de aleación que en exclusiva monta de serie el Avensis y que sus rivales "emulan" con tapacubos de acabado aluminio. El Toyota tiene también algo muy cómodo para el conductor, como son los mandos del radiocasete integrados en el volante, no así sus contendientes. Incorpora de fábrica, como el Toledo, airbags laterales. Sobre estos elementos ya se han hecho los primeros estudios en Estados Unidos y se calcula que evitan un veinte por ciento de las muertes en golpes laterales. Por su parte, el modelo de Seat ofrece como elementos opcionales, además del sensor de lluvia, dos sistemas muy importantes en el área de la seguridad: el control de tracción y el de estabilidad; equipos que no están presentes en la oferta de los rivales que contempla esta comparativa. Si hacemos un balance de los costes relativos a estos elementos, el Hyundai resulta el ganador, aunque carece de las llantas de aleación, que sí lleva el Toyota, y el más caro, por muy poco respecto de este último, es el Toledo. El producto coreano no solamente tiene "casi todo" sino que se vende a 200.000 pesetas menos que sus rivales y, adicionalmente, es el único de los tres que ofrece una garantía mecánica por tres años, lo que, sin duda, no es un punto menor. La caída del euro ha puesto en aprietos a casi todos los importadores extracomunitarios y por ello se han reducido notablemente las amplias diferencias que existían antes en los precios de los Hyundai respecto de sus rivales europeos. Por otra parte, el Elantra ya es, por tamaño, equipamiento y empaque exterior, una berlina media, no como su antecesor, que se quedaba tan sólo medio escalón por encima de un compacto. El salpicadero, de agradable diseño y mandos bien ubicados, tiene buen aspecto. Donde sus rivales de origen europeo le aventajan, aunque muy ligeramente, es en la calidad percibida del revestimiento plástico de las puertas y de otros elementos que iremos desvelando. A cambio se han procurado maximizar los detalles prácticos en el habitáculo: tiene bolsillos laterales rígidos más amplios que pueden albergar botellas pequeñas, portagafas junto al plafón de iluminación y una consola con dos niveles y gran tamaño para guardar objetos entre los asientos delanteros, además de portavasos. Los avances en los sistemas de admisión y gestión, junto con la necesidad de reducir la contaminación, han obligado a la construcción de motores con potencias específicas relativamente altas para su cilindrada. Se trata, además, de ofrecer un escalón de acceso a un competido segmento donde no importan tanto las altas prestaciones o elevadas velocidades de crucero sino más bien la habitabilidad, una buena capacidad de maletero y un completo equipamiento, además de unos consumos contenidos. Los tres protagonistas de esta comparativa cumplen con creces estos requisitos, cada uno con sus propias características y argumentos. El Hyundai Elantra ha llegado hace un par de semanas al mercado español y es totalmente nuevo, mientras que el Toledo y el Toyota estrenan motores. El producto de Seat toma el 1.6 16 válvulas de origen VW que ya estaba presente en el Golf IV para reemplazar el veterano 1.6 con ocho válvulas por cilindro, mientras que el Avensis amplía su gama con el motor 3ZZ-FE VVT-i, que ya equipaba el Corolla, en lugar del 1.6 4A-FE sin distribución variable. El Elantra —que sustituye al Lantra, del que se están vendiendo a muy buen precio las últimas unidades— juega las cartas habituales en los constructores coreanos: coste de adquisición más bajo y un equipamiento en términos generales más generoso que el de sus rivales europeos. Por 2.500.000 pesetas, si no elegimos un color metalizado, tendremos un vehículo con doble airbag frontal (pero lamentablemente sin el opcional de las bolsas laterales), climatizador, que no lo tienen de serie ni el Toledo ni el Avensis, ABS, apertura remota del depósito de combustible, guantera con llave, radiocasete y volante regulable en altura, características éstas comunes a los tres. Pero el Elantra tiene algunos detalles más a su favor; incluye, junto con el Avensis, la alarma antirrobo, los espejos eléctricos y el inmovilizador, elemento este último que también incorpora el Toledo. Además, el Hyundai cuenta con algunos elementos "exclusivos", como la apertura remota del maletero y los elevalunas eléctricos en las lunas traseras. A veces resulta difícil comparar la influencia del equipamiento en algunos parámetros como el confort y lo que es importante para algunos potenciales clientes, resulta intrascendente para otros. Por ejemplo, las llantas de aleación que en exclusiva monta de serie el Avensis y que sus rivales "emulan" con tapacubos de acabado aluminio. El Toyota tiene también algo muy cómodo para el conductor, como son los mandos del radiocasete integrados en el volante, no así sus contendientes. Incorpora de fábrica, como el Toledo, airbags laterales. Sobre estos elementos ya se han hecho los primeros estudios en Estados Unidos y se calcula que evitan un veinte por ciento de las muertes en golpes laterales. Por su parte, el modelo de Seat ofrece como elementos opcionales, además del sensor de lluvia, dos sistemas muy importantes en el área de la seguridad: el control de tracción y el de estabilidad; equipos que no están presentes en la oferta de los rivales que contempla esta comparativa. Si hacemos un balance de los costes relativos a estos elementos, el Hyundai resulta el ganador, aunque carece de las llantas de aleación, que sí lleva el Toyota, y el más caro, por muy poco respecto de este último, es el Toledo. El producto coreano no solamente tiene "casi todo" sino que se vende a 200.000 pesetas menos que sus rivales y, adicionalmente, es el único de los tres que ofrece una garantía mecánica por tres años, lo que, sin duda, no es un punto menor. La caída del euro ha puesto en aprietos a casi todos los importadores extracomunitarios y por ello se han reducido notablemente las amplias diferencias que existían antes en los precios de los Hyundai respecto de sus rivales europeos. Por otra parte, el Elantra ya es, por tamaño, equipamiento y empaque exterior, una berlina media, no como su antecesor, que se quedaba tan sólo medio escalón por encima de un compacto. El salpicadero, de agradable diseño y mandos bien ubicados, tiene buen aspecto. Donde sus rivales de origen europeo le aventajan, aunque muy ligeramente, es en la calidad percibida del revestimiento plástico de las puertas y de otros elementos que iremos desvelando. A cambio se han procurado maximizar los detalles prácticos en el habitáculo: tiene bolsillos laterales rígidos más amplios que pueden albergar botellas pequeñas, portagafas junto al plafón de iluminación y una consola con dos niveles y gran tamaño para guardar objetos entre los asientos delanteros, además de portavasos. Los avances en los sistemas de admisión y gestión, junto con la necesidad de reducir la contaminación, han obligado a la construcción de motores con potencias específicas relativamente altas para su cilindrada. Se trata, además, de ofrecer un escalón de acceso a un competido segmento donde no importan tanto las altas prestaciones o elevadas velocidades de crucero sino más bien la habitabilidad, una buena capacidad de maletero y un completo equipamiento, además de unos consumos contenidos. Los tres protagonistas de esta comparativa cumplen con creces estos requisitos, cada uno con sus propias características y argumentos. El Hyundai Elantra ha llegado hace un par de semanas al mercado español y es totalmente nuevo, mientras que el Toledo y el Toyota estrenan motores. El producto de Seat toma el 1.6 16 válvulas de origen VW que ya estaba presente en el Golf IV para reemplazar el veterano 1.6 con ocho válvulas por cilindro, mientras que el Avensis amplía su gama con el motor 3ZZ-FE VVT-i, que ya equipaba el Corolla, en lugar del 1.6 4A-FE sin distribución variable. El Elantra —que sustituye al Lantra, del que se están vendiendo a muy buen precio las últimas unidades— juega las cartas habituales en los constructores coreanos: coste de adquisición más bajo y un equipamiento en términos generales más generoso que el de sus rivales europeos. Por 2.500.000 pesetas, si no elegimos un color metalizado, tendremos un vehículo con doble airbag frontal (pero lamentablemente sin el opcional de las bolsas laterales), climatizador, que no lo tienen de serie ni el Toledo ni el Avensis, ABS, apertura remota del depósito de combustible, guantera con llave, radiocasete y volante regulable en altura, características éstas comunes a los tres. Pero el Elantra tiene algunos detalles más a su favor; incluye, junto con el Avensis, la alarma antirrobo, los espejos eléctricos y el inmovilizador, elemento este último que también incorpora el Toledo. Además, el Hyundai cuenta con algunos elementos "exclusivos", como la apertura remota del maletero y los elevalunas eléctricos en las lunas traseras. A veces resulta difícil comparar la influencia del equipamiento en algunos parámetros como el confort y lo que es importante para algunos potenciales clientes, resulta intrascendente para otros. Por ejemplo, las llantas de aleación que en exclusiva monta de serie el Avensis y que sus rivales "emulan" con tapacubos de acabado aluminio. El Toyota tiene también algo muy cómodo para el conductor, como son los mandos del radiocasete integrados en el volante, no así sus contendientes. Incorpora de fábrica, como el Toledo, airbags laterales. Sobre estos elementos ya se han hecho los primeros estudios en Estados Unidos y se calcula que evitan un veinte por ciento de las muertes en golpes laterales.