Subaru Legacy Station Wagon 2.0 AWD

Gran capacidad, listo para circular por terrenos complicados, motor bóxer... Es un coche pensado para que ningún imprevisto nos deje fuera de juego.

Subaru Legacy Station Wagon 2.0 AWD
Subaru Legacy Station Wagon 2.0 AWD

¿Nieve? Da lo mismo. ¿Una maleta más? No hay problema. ¿Tenemos que abandonar el asfalto? Estamos preparados. El Legacy Station Wagon es un coche poco común dentro del mercado. Es cierto que abundan este tipo de carrocerías (las que no hace mucho tiempo conocíamos por rancheras, familiares o break), pero pocas se comercializan como ésta: una mezcla entre coche familiar y todo terreno, aderezado con guiños deportivos. Subaru presenta un modelo que, aunque no sea capaz de andar por cualquier terreno, sí puede abandonar el asfalto con cierta solvencia: una mayor altura al suelo de lo normal, una reductora que permite al motor disponer de más fuerza cuando lo precisemos, tracción total... Este Legacy no se amilana ante el barro, el hielo o la nieve. También puede presumir de maletero (según nuestras mediciones, dispone de una capacidad de carga ampliable hasta 810 litros). Y, a pesar de estas características, no reniega del origen deportivo de la marca: motor bóxer, líneas aerodinámicas, toques rácing... Este modelo incluye la tracción total permanente denominada Symetrical AWD, lo que podíamos traducir por tracción simétrica a las cuatro ruedas. En realidad, no se trata de ninguna novedad; la mayoría de las marcas disponen de sistemas similares con tracción total. Entre sus principales competidores, Audi lo hace con la tracción Quattro en el A4, Volkswagen con la 4Motion en el Passat y Mazda también presenta un Mazda6 Wagon con esta configuración. Pero sí es algo inédito a este precio. Los modelos antes citados cuestan 6.000 euros más que este Legacy (un millón de pesetas más caros). El Legacy Sport Wagon también monta una caja reductora, un elemento que no incluye ninguno de sus rivales. ¿Para qué sirve? Gracias a ella, podemos modificar el desarrollo de la caja de cambios, acortándolo, y así conseguir más fuerza (muy útil cuando arrancamos o nos movemos en un terreno con mucha pendiente). Sin embargo, y a pesar de contar con este sistema de tracción y con la reductora, no hay que confundirlo con un todo terreno. Fuera del asfalto su capacidad queda bastante limitada por su gran batalla (la distancia entre ejes es de 2,67 metros) y por su distancia al suelo: sólo son 16 centímetros, según nuestras mediciones, cuando el TT más “light" supera los 20 centímetros y los modelos más camperos, como el Mitsubishi Montero, alcanzan los 23 centímetros. Eso sí, es capaz de salir de superficies embarradas o moverse por terrenos helados con mayor solvencia, por eso nos hemos inventado la denominación “todo tiempo" para distinguirlo de los ya popularizados todo caminos.

Como buen station wagon, este Legacy es generoso con el maletero. Según nuestras mediciones, posee 470 litros de capacidad que se pueden casi duplicar (si abatimos los asientos, encontraremos más de 810 litros).
No es que marque un récord. En realidad, hay modelos que casi rozan los 1.000 litros, como el Vectra Station Wagon. Sin embargo, el Legacy puede presumir de maletero si tenemos en cuenta que es uno de los station wagon más "cortitos" frente a sus rivales.
Además, muchas veces es más importante cómo esté aprovechado el maletero que su capacidad en sí. Y, en este apartado, Subaru parece tener las ideas muy claras: superficie completamente plana, portón que no resulta nada pesado, rueda oculta bajo el suelo... e incluso se han planteado cómo evitar que el equipaje sea controlado por personas ajenas: han puesto una especie de lona incorporada a la luna que impide que el maletero quede a la vista.
Sí, es un familiar, un station wagon, pero también es un Subaru, una marca que se ha ganado un nombre en los más importantes rallyes. Y eso imprime mucho carácter, al menos estéticamente hablando. En este modelo encontramos toques de diseño muy novedosos para este tipo de carrocerías: las puertas sin marco, los intermitentes en los retrovisores, los diodos rasgados de la luz antiniebla trasera, las llantas de aleación (de serie)...En su interior, se combina este espíritu seudorrácing con elementos propios de un coche pensado para toda la familia. Destacan los asientos delanteros con laterales sobredimensionados. No son deportivos, pero los emulan y, además, sujetan muy bien el cuerpo. Y una sorpresa: son calefactables, un elemento que rara vez se suele incluir de fábrica. Si estuviéramos hablando de una casa, aseguraríamos que tiene dos ambientes. Algo parecido pasa en este Legacy: en la parte delantera, predominan las inserciones de aluminio en la consola central, el cuero..., mientras que, para las plazas traseras, se presentan bolsas, diversos huecos y, sobre todo, mucho espacio. El sello Subaru también lo imprime, por supuesto, el motor bóxer (de cilindros horizontales opuestos), rúbrica mecánica de los motores de la marca. Pero, ¿cómo funciona? ¿Cómo se mueve en carretera? ¿Y fuera de ella? Te lo explicamos, ya sabes, si sigues leyendo. ¿Nieve? Da lo mismo. ¿Una maleta más? No hay problema. ¿Tenemos que abandonar el asfalto? Estamos preparados. El Legacy Station Wagon es un coche poco común dentro del mercado. Es cierto que abundan este tipo de carrocerías (las que no hace mucho tiempo conocíamos por rancheras, familiares o break), pero pocas se comercializan como ésta: una mezcla entre coche familiar y todo terreno, aderezado con guiños deportivos. Subaru presenta un modelo que, aunque no sea capaz de andar por cualquier terreno, sí puede abandonar el asfalto con cierta solvencia: una mayor altura al suelo de lo normal, una reductora que permite al motor disponer de más fuerza cuando lo precisemos, tracción total... Este Legacy no se amilana ante el barro, el hielo o la nieve. También puede presumir de maletero (según nuestras mediciones, dispone de una capacidad de carga ampliable hasta 810 litros). Y, a pesar de estas características, no reniega del origen deportivo de la marca: motor bóxer, líneas aerodinámicas, toques rácing... Este modelo incluye la tracción total permanente denominada Symetrical AWD, lo que podíamos traducir por tracción simétrica a las cuatro ruedas. En realidad, no se trata de ninguna novedad; la mayoría de las marcas disponen de sistemas similares con tracción total. Entre sus principales competidores, Audi lo hace con la tracción Quattro en el A4, Volkswagen con la 4Motion en el Passat y Mazda también presenta un Mazda6 Wagon con esta configuración. Pero sí es algo inédito a este precio. Los modelos antes citados cuestan 6.000 euros más que este Legacy (un millón de pesetas más caros). El Legacy Sport Wagon también monta una caja reductora, un elemento que no incluye ninguno de sus rivales. ¿Para qué sirve? Gracias a ella, podemos modificar el desarrollo de la caja de cambios, acortándolo, y así conseguir más fuerza (muy útil cuando arrancamos o nos movemos en un terreno con mucha pendiente). Sin embargo, y a pesar de contar con este sistema de tracción y con la reductora, no hay que confundirlo con un todo terreno. Fuera del asfalto su capacidad queda bastante limitada por su gran batalla (la distancia entre ejes es de 2,67 metros) y por su distancia al suelo: sólo son 16 centímetros, según nuestras mediciones, cuando el TT más “light" supera los 20 centímetros y los modelos más camperos, como el Mitsubishi Montero, alcanzan los 23 centímetros. Eso sí, es capaz de salir de superficies embarradas o moverse por terrenos helados con mayor solvencia, por eso nos hemos inventado la denominación “todo tiempo" para distinguirlo de los ya popularizados todo caminos.
Como buen station wagon, este Legacy es generoso con el maletero. Según nuestras mediciones, posee 470 litros de capacidad que se pueden casi duplicar (si abatimos los asientos, encontraremos más de 810 litros).
No es que marque un récord. En realidad, hay modelos que casi rozan los 1.000 litros, como el Vectra Station Wagon. Sin embargo, el Legacy puede presumir de maletero si tenemos en cuenta que es uno de los station wagon más "cortitos" frente a sus rivales.
Además, muchas veces es más importante cómo esté aprovechado el maletero que su capacidad en sí. Y, en este apartado, Subaru parece tener las ideas muy claras: superficie completamente plana, portón que no resulta nada pesado, rueda oculta bajo el suelo... e incluso se han planteado cómo evitar que el equipaje sea controlado por personas ajenas: han puesto una especie de lona incorporada a la luna que impide que el maletero quede a la vista.
Sí, es un familiar, un station wagon, pero también es un Subaru, una marca que se ha ganado un nombre en los más importantes rallyes. Y eso imprime mucho carácter, al menos estéticamente hablando. En este modelo encontramos toques de diseño muy novedosos para este tipo de carrocerías: las puertas sin marco, los intermitentes en los retrovisores, los diodos rasgados de la luz antiniebla trasera, las llantas de aleación (de serie)...En su interior, se combina este espíritu seudorrácing con elementos propios de un coche pensado para toda la familia. Destacan los asientos delanteros con laterales sobredimensionados. No son deportivos, pero los emulan y, además, sujetan muy bien el cuerpo. Y una sorpresa: son calefactables, un elemento que rara vez se suele incluir de fábrica. Si estuviéramos hablando de una casa, aseguraríamos que tiene dos ambientes. Algo parecido pasa en este Legacy: en la parte delantera, predominan las inserciones de aluminio en la consola central, el cuero..., mientras que, para las plazas traseras, se presentan bolsas, diversos huecos y, sobre todo, mucho espacio. El sello Subaru también lo imprime, por supuesto, el motor bóxer (de cilindros horizontales opuestos), rúbrica mecánica de los motores de la marca. Pero, ¿cómo funciona? ¿Cómo se mueve en carretera? ¿Y fuera de ella? Te lo explicamos, ya sabes, si sigues leyendo.