Honda Accord 2.2 i-CDTi

Pocas campañas publicitarias son capaces de dejar sin palabras a los telespectadores, pero la empleada por Honda para dar a conocer su Accord Diesel es una excepción: todo el que la ve, quiere repetir. Lo mismo ocurre con el modelo.

Fiel a los elementos que han dado tan buena fama a la marca, Honda no ha variado la configuración de las suspensiones del Accord: las irregularidades del terreno son absorbidas con eficacia por un doble brazo oscilante en el eje delantero y un sistema multibrazo de cinco componentes en el tren posterior. Todas las piezas, además, han sido revisadas –anuncia la firma nipona- para compensar el aumento del par que genera el propulsor.Los amortiguadores no se limitan sólo a evitar que los baches lleguen hasta los pasajeros del modelo nipón; también se ocupan de sujetar la carrocería en las curvas. La inclinación es mínima, lo que aumenta la confianza del conductor, que podrá enlazar un giro tras otro a un ritmo bastante vivo. Si sumamos a esto una carrocería más rígida, el sistema de asistencia a la estabilidad de Honda (de serie en toda la gama Accord), el ABS y el EBD, entenderemos por qué la sensación de seguridad nos llevará a pasar por las carreteras de montaña con la misma soltura que nos acompañaría en modelos más compactos.Aquí llegamos a otra de las ventajas del propulsor de gasóleo creado por la marca japonesa. La seguridad, la estabilidad y el buen comportamiento que muestra este coche nos invitan a llevar un ritmo vivo, pero ¿qué pasa con los consumos? Pues, sencillamente, que hacen honor al ahorro asociado a las mecánicas Diesel y el gasto medio se queda en 6,7 l/100 km. Está lejos de los 5,4 l/100 km anunciados por la automovilística, que serían los mejores de su clase (igualados, tan sólo por el Renault Laguna 1.9 dCi), pero hay que tener en cuenta que la cifra de nuestro Centro Técnico se obtiene calculando el consumo en carretera y ciudad. Este último es elevado (8,3 l/100 km), debido al peso del coche, lo que lastra el resultado final. Sin embargo, los números son elocuentes en lo que se refiere al gasto en carretera: a una velocidad de 110 km/h, apenas sobrepasa los 5 litros a los 100 kilómetros. Su comportamiento deportivo no quedaría completo sin una carrocería con un coeficiente de 0,26 Cx y una dirección rápida y precisa. Su bomba es diferente a la de las versiones de gasolina, con el fin de compensar la menor velocidad del motor Diesel, pero el resultado es igualmente efectivo: cualquier movimiento del volante se traducirá inmediatamente en la trayectoria elegida.Lástima que los frenos, con un tacto mejorable (el buen tono del vehículo resultaría perfecto con una mordiente algo más acusada), sean la pieza discordante de la composición. Aun así, las cifras de frenado son bastante aceptables, ya que el coche se detiene en 73,2 metros desde 140 km/h.