BMW 735i

El motor "pequeño", con 272 CV, de la nueva Serie 7 se muestra capaz de mover con agilidad las dos toneladas que pesa este compendio de confort, seguridad y saber hacer en la industria del automóvil.

BMW 735i
BMW 735i

Está claro que BMW ha rizado el rizo del confort y equipamiento que puede ofrecer un automóvil. Así lanza un duro desafío a su gran rival en la máxima categoría de las berlinas: el Mercedes Clase S. Ahora llega, con iguales atributos y con una mecánica V8 algo menos potente el 735i que, hay que reconocerlo, mueve sorprendentemente bien las dos toneladas de peso gracias a una respuesta excepcional. Con equipamientos casi idénticos, ambas versiones quedan separadas entre sí por 6.700 euros, imputables a la diferencia de potencia y par que deja 61 CV y 6 mkg a favor del de más cilindrada.

Es obvio que el V8 4.5 ofrece prestaciones superiores a las del 3,5 litros, pero el talante de este motor, gracias al doble Vanos (distribución variable en continuo en admisión y escape) y el Valvetronic (alzada de válvulas con variación continua), permite desplazamientos muy ágiles con un resultado más que satisfactorio para cualquiera que no esté pensando en poner nervioso al cronómetro.

Mientras el 4.5 consigue el 0-100 km/h en 7,23 segundos el 3.5 necesita 9,11; en los adelantamientos y recuperaciones, el 20 por ciento de par adicional del motor grande establece claras diferencias, pero en ningún momento el motor pequeño se siente escaso y se estira, utilizando el gas a fondo, hasta pasadas las seis mil vueltas con perceptible energía. En todo momento el motor se siente "redondo", presente a cualquier régimen con una respuesta al acelerador inmediata, aunque ésta es un tanto brusca, por ejemplo, en las maniobras de aparcamiento, donde se hace más difícil dosificarlo.

Eso en cuanto a las frías cifras, pero, como en su hermano mayor, el contenido del 735i va mucho mas allá. Incluso hasta límites de funcionalidad y confort insospechados en virtud de la densa electrónica de a bordo. Si el confort y los asientos nos parecen brillantísimos, no deja de sorprendernos el increíble equilibrio entre suavidad de marcha y sujeción al camino —aun sobre firmes muy bacheados— que la amortiguación electrónica variable de manera continua consigue en todas circunstancias. Imperturbable, como un portaaviones lanzado a fondo avanza el 735i (hasta 250 km/h autolimitados) por una autovía. En completo silencio, ante sus formas, estudiadas hasta en el dentado del borde superior de los retrovisores eléctricos abatibles, se rinde la viscosidad del aire. Y vale aquí, de nuevo, el acertado calificativo de sonido y no ruido que aplicamos al 745i, trasladable al 735i y que se traduce en un suave y casi imperceptible murmullo a velocidades moderadas.