Peugeot 206 RC

Conducir no es ningún juego, pero, en algunas ocasiones, ponerse al volante de determinados coches resulta una experiencia muy amena. Este es el caso del protagonista de nuestro análisis: el Peugeot 206 RC. Esta versión de 180 CV del utilitario galo promete (y cumple) diversión a raudales y además posee una imagen que es la envidia de los amantes del tuning.

Peugeot 206 RC
Peugeot 206 RC

La verdadera diversión a los mandos de este 206 RC viene cuando afrontamos trazados sinuosos; en estas zonas es cuando disfrutamos más de su conducción. La puesta a punto del chasis respecto al resto de la gama se nota para bien. Estamos ante un vehículo muy ágil, que encadena curva tras curva a velocidades de vértigo y sin que nuestra sensación de seguridad se perturbe. Los neumáticos, de gran anchura y bajo perfil, nos mantienen en todo momento informados de lo que se va encontrando el RC y su mínima deriva permite, como decíamos, una velocidad de paso elevadísima. El conductor poco avezado debe mantenerse alerta si decide soltar el acelerador en pleno apoyo, ya que el tren trasero es algo nervioso, sobre todo si se va al límite, y tiene un movimiento que, de no tener bien agarrado el volante, puede hacer que nos asustemos. Es simplemente una sensación, pues el ESP aparece y pone las cosas bajo control. La suspensión, teniendo en cuenta el talante de esta versión, es firme y, en algunas ocasiones, nos puede parecer incómoda, mientras que los frenos completan un gran conjunto y muestran una gran eficacia y una resistencia notable. No nos ha gustado tanto el tacto del pedal, que en el principio del recorrido es muy sensible, y la excesiva sensibilidad del sistema que activa el warning ante frenadas fuertes. Por lo demás, no se trata de un coche extremo, ni mucho menos, y es fácil de conducir conociendo cada conductor sus propias limitaciones. Hablando del conductor, este es el gran “mimado" por el 206 RC. Su postura al volante, una vez que la hemos encontrado gracias a las múltiples regulaciones de volante y asientos, es inmejorable. La visión que tenemos de la carretera es muy buena y la sujeción a la que se ven “sometidos" torso y hombros es firme pero cómoda. Los asientos bacquet, con tapicería de cuero y Alcantara, son perfectos para cualquier talla. Del copiloto podemos decir casi lo mismo, ya que cuenta con las mismas bondades, sin embargo los de detrás si tienen motivos para la queja. Aparte de que el acceso a estas plazas no es nada bueno, el sistema suele encasquillarse y los asientos delanteros son muy pesados, la altura y y el espacio para las piernas con el que cuentan es muy limitado. A esto hay que añadir que el Peugeot 206 RC sólo está homologado para cuatro plazas, cuando tiene la misma anchura que el resto de 206. Este hecho, evidentemente, limita su capacidad de uso. El resto del interior cuenta con los ya mencionados detalles “rácing" como las inserciones en aluminio en pedalier y palanca de cambios y el cuero en el volante, aunque le falta algo de calidad en el resto de elementos. En nuestra opinión, una versión tan especial como esta, que supera los 21.000 euros (3,5 millones de pesetas), no puede conformarse con lo que trae la variante más básica de la gama, que cuesta 11.000 euros menos, o sea, más de la mitad. El maletero, con una capacidad de 270 litros, está dentro de lo esperado, lo que no lo está es que carezcamos de rueda de repuesto, ni tan siquiera de la socorrida rueda de “galleta". Estas válidas opciones son sustituidas por un kit antipinchazos que no, no ocupa demasiado espacio en el maletero (la única razón que se nos ocurre para el “descuido" de la marca gala), pero puede hacer inevitable que, ante cualquier incidente, sea inexcusable el llamar a la grúa. Y cuesta 21.600 euros. ¿Caro? ¿Barato? Lo cierto es que es una cantidad importante para desembolsar en la compra de un 206, sin embargo, si analizamos la exclusividad de esta versión, la potencia que ofrece (180 CV, según Peugeot, 7 menos para nuestro Centro Técnico) y el amplio equipamiento de serie que tiene (climatizador, ESP, radio CD con mandos al volante, sensor de lluvia, airbags diversos, llantas de aleación, etc) vemos que el coche vale lo que cuesta.