Volkswagen Golf 2.0 TDI Sportline

Tras 29 años de andadura, el Volkswagen más vendido de todos los tiempos saluda a sus fieles con un nuevo exterior, una plataforma distinta, un interior mejorado y motores recién estrenados. Éstas van a ser sus armas para continuar cosechando éxitos y ganando admiradores: ellos han provocado que el Golf, con tres décadas a sus espaldas, nunca haya pasado por la categoría de “clásico". Para muchos, este coche es “eterno".

El nuevo Golf ha llegado a nuestro mercado con cuatro motorizaciones: dos gasolina y dos Diesel. Más adelante, aparecerán las mecánicas FSI y SDI y, después, llegarán los propulsores más potentes. De momento, el que ofrece la mayor cifra de potencia es el 2.0 TDI. Las tradicionales siglas en color rojo que, situadas en la parte trasera del vehículo, delataban la cantidad de caballos que tenían los propulsores de gasóleo del consorcio germano han sido sustituidas por un logotipo cromado. Así, nada indica que bajo el capó se esconden 140 CV (10 más tras ser medidos en el banco de rodillos). Se trata de un motor de 4 cilindros dotado de inyección directa -el primero en VW que combina este sistema con una culata de cuatro válvulas por cilindro- y asociado a una caja de cambios de 6 velocidades. Esta mecánica, presente en el Touran, mimará al conductor del Golf con una aceleración progresiva y rápida (según los datos de nuestro Centro Técnico, necesita 9,5 segundos para pasar de 0 a 100 km/h) y unas recuperaciones notables.El par se distribuye de manera bastante uniforme, lo que favorece la elasticidad del propulsor: contaremos con fuerza desde las 1.700 rpm y la mantendremos hasta pasadas las 3.500 revoluciones, por lo que podremos “estirar" las marchas. Cuando veamos que “se acaban", basta con saltar a la relación superior; el cambio, de manejo rápido, preciso y con recorridos cortos de la palanca, permite ir pasando de una a otra velocidad sin esfuerzo. Sólo se echa en falta algo más de suavidad, pues no siempre seremos capaces de engranar con precisión 5ª o la marcha atrás. Para que la conducción sea más cómoda, los motores TDI podrán asociarse, desde la próxima primavera, al cambio manual automatizado DSG, que debutó en el Golf R32. Según Volkswagen, esta caja de cambios responde perfectamente a las demandas de rapidez y consumo de los clientes europeos, pues carece de convertidor de par como elemento de arrancada.Otro de los aspectos destacables es el acierto en la elección de los desarrollos, pues estamos ante un compacto en el que la 6ª marcha no se emplea únicamente para rebajar los consumos: cuando insertamos esta relación, el motor aún tiene “cuerda" suficiente como para aumentar la velocidad cuando accionamos el ergonómico pedal del acelerador. Ahora, éste sale desde el suelo del habitáculo. Cuando lo pisemos, el propulsor responderá sin titubear, lo que nos permitirá alcanzar velocidades de crucero bastante respetables en autopistas o autovías. La contrapartida a este comportamiento no está en unos consumos elevados, pues el gasto medio de carburante se sitúa en unos comedidos 6,5 l/100 km, uno más de lo anunciado por el fabricante.