Honda Jazz 1.2 i-DSI LS

Honda busca con el Jazz (conocido en Japón como Fit) hacerse con un espacio propio en el segmento de los utilitarios; para ello sus creadores han realizado un esfuerzo que ha tenido sus frutos: un pequeño por fuera que presenta un interior espacioso y que ofrece ese “algo más" que a otros les falta.

Honda Jazz 1.2 i-DSI LS
Honda Jazz 1.2 i-DSI LS

El Honda Jazz no es un utilitario cualquiera y con sólo darle un vistazo desaparecen las dudas en cuanto a que sólo se trata de un urbano más. El pequeño de la marca japonesa ofrece a sus compradores, además de espacio para dar y tomar y facilidad de conducción en el tráfico urbano, un toque de exclusividad que les hace sentir distintos.

El aspecto del Jazz tiene el sello innegable de Honda. Lo que más llama la atención es el diseño de los faros delanteros, de un tamaño considerable, sobre todo si se compara con el “recortado" morro del vehículo. El equipo de Honda habla de “short nose" para definir la línea del Civic, aunque perfectamente podrían decir que se trata de un coche “chato", con un parabrisas amplio y una inclinación bastante vertical que le acerca al perfil de un monovolumen, aunque más pequeño (al menos por fuera).

Sus medidas exteriores son bastante contenidas. Con un largo de 3,83 metros, un ancho de 1,675 metros y una altura de 1,525, se queda bastante centímetros por debajo del Polo (uno de sus principales rivales) en cuanto a la longitud se refiere (el VW mide 3,9 metros), aunque en anchura y altura gana el japonés (el Polo mide 1,65 de ancho y 1,46 de alto). También se diferencia de otro de sus oponentes en el apartado de las medidas, en este caso del Peugeot 206 SW, con el que compite, principalmente, por su carácter exclusivo y urbano; el pequeño de la marca del león mide de largo 4,028 metros (no hay que olvidar que se trata de una carrocería familiar), tiene una altura de 1,65 metros y una altura de 1,46. En resumen, el Jazz aparece como un modelo pequeño, pero de una altura considerable, lo que dota a su interior de una sensación de amplitud difícil de alcanzar dentro del segmento en el que se mueve.

El Jazz es una caja sorpresa, ya que, a la vista de sus medidas exteriores, es difícil imaginarse lo que el conductor se encuentra al acceder a su interior, todo un mundo de posibilidades y mucho, mucho sitio.