Peugeot 607 2.2 HDi

El 607 es el primer modelo de la marca francesa que incorpora la mecánica HDi de última generación; una motorización con la que el nuevo buque insignia logra una utilización muy agradable, ofrece unas prestaciones brillantes y obtiene unos consumos bastante contenidos.

Peugeot 607 2.2 HDi
Peugeot 607 2.2 HDi

La marca francesa pretende alcanzar el liderazgo entre las berlinas de clase alta de los constructores generalistas con el 607, objetivo que, a priori, no parece demasiado difícil de lograr, pues, por tamaño, equipamiento, prestaciones y precio, el nuevo modelo se sitúa en una posición muy favorable respecto a sus competidores. Incluso es posible que arañe algunas ventas a los modelos alemanes de reconocido prestigio, ya que la diferencia de precio con ellos es bastante importante: casi 600.000 pesetas frente al Audi A6 TDI de 150 CV; 110.000 pesetas con el BMW 520d, pero más equipado, y cerca de 800.000 pesetas respecto al Mercedes E 220 CDI. También presenta una relación muy ventajosa de cara a otros competidores europeos, como el Alfa 166 2.4 JTD, el Lancia K con la misma mecánica o el Volvo S 80 2.5 D, con los que la diferencia de precio no es tan abultada, pero sí significativa.A pesar de que su llegada al mercado ha sido algo accidentada, ya que se ponía en entredicho la estabilidad del modelo, lo cierto es que las posibles deficiencias presentadas en las unidades de pre-producción han quedado completamente subsanadas y el producto final responde a los niveles de calidad habituales en la marca del león. Para ello, los ingenieros de la marca no han dudado en proporcionar un carácter algo más "deportivo" al modelo más grande y representativo de la marca francesa, aunque quizá no sea éste el aspecto más deseado por los clientes de la marca. En cualquier caso, las unidades que actualmente se comercializan en el mercado han recibido algunas modificaciones en los trenes rodantes respecto a las primeras unidades que tuvimos oportunidad de conducir. En primer lugar, la unión con el suelo se efectúa ahora por medio de unos neumáticos de mayor sección y menor perfil, de dimensiones 225/55 R 16 en el caso del HDI; además, la suspensión ha sido endurecida convenientemente con el empleo de nuevos amortiguadores, muelles más firmes y la reducción del diámetro de la barra estabilizadora posterior. También se ha incrementado la rigidez estructural con la incorporación de un tirante entre las suspensiones posteriores, se han modificado las articulaciones elásticas y se han variado las cotas de la dirección. El resultado de todo ello es positivo, pues el coche entra con mayor facilidad en las curvas, no presenta reacciones nerviosas ante repentinos cambios de dirección, ni se insinúa al levantar el pie del acelerador en pleno apoyo. Ahora el tren trasero sigue con bastante fidelidad la trayectoria marcada por el delantero y sólo en situaciones extremas se nota el efecto autodireccional del eje posterior. Sin embargo, hay un aspecto que afecta negativamente a la comodidad de los pasajeros, y es que las suspensiones no filtran con esmero las irregularidades del firme, que se transmiten en parte al interior cuando se circula por zonas irregulares o rizadas. La firmeza de la suspensión está algo desproporcionada respecto a las prestaciones obtenidas por el motor HDi, que obtiene un rendimiento muy satisfactorio, pero que no llega a poner en apuros al bastidor.Tampoco nos ha gustado demasiado el tacto del pedal del freno, que, en su primer tramo de funcionamiento, no ofrece demasiada mordiente y que, en la zona más efectiva, es poco modulable. Además, el ABS se insinúa con bastante facilidad cuando se circula sobre firmes bacheados. No obstante, los registros obtenidos en nuestras mediciones son satisfactorios, con una distancia recorrida de 140 km/h a 0 inferior a los 78 metros y una aceptable resistencia a la fatiga.