Mitsubishi Outlander 2.0 4x4

Ha tardado bastante en llegar al mercado. Después de que el resto de los fabricantes japoneses pusieran de moda este particular concepto denominado SUV (Sport Utility Vehicle), Mitsubishi llega con un producto bien concebido, refinado y práctico, aunque algo escaso de brío.

Mitsubishi Outlander 2.0 4x4
Mitsubishi Outlander 2.0 4x4

Los prototipos ASX y Airtek ya desvelaron sus intenciones de llegar a la producción a través de un producto algo más práctico y evolucionado. Así, el Outlander refleja claramente las nuevas líneas maestras establecidas para los productos de nueva factura de la marca japonesa.El frontal es la parte más rotunda y característica del nuevo modelo, que se encuentra presidida por un tremendo logotipo inscrito en el centro de la calandra, a modo de pilar central. A ambos lados de éste se sitúan dos barras horizontales que dan continuidad a los grupos ópticos encapsulados, que incluyen los indicadores de dirección en el interior.Por su parte, el paragolpes, hace las veces de rejilla de entrada de aire al encontrarse cortado en su parte central, ente los faros antiniebla.La vista lateral es la más convencional del Outlander, pues dibuja una silueta muy similar a la de un modelo familiar. Su altura total es de 162 cm, más bajo que la mayoría de modelos de este segmento, pese a contar con 195 mm de altura libre al suelo. Unas imponentes barras longitudinales situadas en el techo le confieren un aspecto moderno y práctico, al poder soportar una carga de 80 kg de peso.También la trasera presenta un aspecto vanguardista, con un maletero alto, una luna bastante vertical y unos grupos ópticos de los que se llevan ahora, independientes para cada función y agrupados bajo una tulipa transparente.El interior trata de reflejar ese aire de coche moderno y funcional, con un cuadro de instrumentos bien diseñado en el que se encuentran dispuestos todos los instrumentos al alcance del conductor.De diseño bastante sencillo y convencional, ofrece buen tacto y un aspecto muy aparente de los materiales que, en esta versión, incluye un acabado de aspecto metálico en la franja central del salpicadero.Boquillas de salida de climatización al más puro estilo Alfa Romeo o Mazda de nuevo cuño permiten orientar el caudal de aire hacia la zona deseada sin ninguna complicación. Todo es muy sencillo y clásico en el interior, mandos de aire acondicionado de los de toda la vida, cuadro con los clásicos relojes de velocímetro, cuentavueltas indicador de combustible y termómetro del circuito de refrigeración, mandos de retrovisores exteriores... nada se sale de lo habitual.Tan sólo unos asientos tapizados con diferente tejido en el centro de la banqueta y respaldo que en los bordes exteriores, que ofrecen bastante comodidad, aunque su reglaje no es demasiado sencillo. El del acompañante puede plegarse hacia la parte delantera para ganar algo de volumen si necesitamos transportar algún objeto voluminoso, mientras que los traseros disponen de respaldo ajustable en varias posiciones, además del plegado completo. Tampoco el volante cuenta con sistema de regulación en profundidad y, sin embargo, la postura de conducción es muy cómoda.Las cotas interiores no son tan generosas como en un principio se reflejan del tamaño de la carrocería. La distancia para las piernas para los ocupantes de la fila trasera es razonable (75-77 cm), mientras que la cota de anchura se queda en unos escasos 138 cm. Esta característica también se traslada a la capacidad del maletero que, debido al alto plano de carga, ofrece un volumen desfavorable (300 litros con la bandeja desplegada). No obstante, bajo el piso del maletero se encuentra una bandeja con compartimentos en la que caben algunas piezas de la impedimenta, incluso se puede alojar la cortinilla enrollable que cubre la carga cuando ésta no se necesita.