BMW Z4 3.0i Steptronic

BMW ha desarrollado con el Z4 un roadster que conjuga diversión con exclusividad. Hemos tenido la oportunidad de probar la versión tope de gama, dotada de un motor de 3 litros y 231 CV y un equipamiento de primera. Los resultados los podréis descubrir si seguís leyendo, sólo os adelanto algo: Nunca trabajar fue tanto un placer.

Giro la llave y el bronco rugido del motor me adelanta que con este Z4 la falta de potencia no va a ser un problema. Pero, no tan deprisa, antes de ponerme en marcha, tengo que ver qué tal funciona la capota de lona retráctil. El sistema no es nada complicado. Hay dos botones, uno de apertura y otro de cierre, bajo los mandos de la climatización y sólo tenemos que mantenerlos apretados para que, en unos 8 ó 9 segundos, el techo desaparezca o todo lo contrario de encima de nuestras cabezas. Bueno, no desaparece, sino que se pliega compactamente sobre el maletero, por lo que este no ve mermada su capacidad de carga (que con 270 litros, según nuestro Centro Técnico, es bastante notable para un cabrio). Lo único que no hay que olvidar es que esta operación hay que hacerla en parado y pisando el freno, sin que nosotros tengamos que hacer más (ni tocar anclajes ni nada). Al mismo tiempo, si no hemos completado la apertura o el cierre correctamente, el botón parpadea para avisarnos.La gente tiene sus dudas y, por qué negarlo, yo también, sobre la estanqueidad de este tipo de capotas. Así que, viendo que el sol lucía en todo su esplendor, me fui a un lavado automático de una gasolinera y comprobé que no entró ni una gota. Horas después, subiendo el puerto de Navacerrada, una potente granizada, que el techo aguantó estoico, me ayudó a despejar las pocas dudas que me quedaban sobre la fiabilidad del mismo.Con el coche descapotado, la conducción es agradable hasta que alcanzamos velocidades superiores a 120-130 km/h, en las que el aire y el ruido que inundan el habitáculo hacen imposible cualquier atisbo de conversación. Te vuelves medio loco. La conducción sin techo tiene su encanto en zonas de montaña y curvas y a velocidades, como decía antes, no muy elevadas. En ciudad, también tiene su gracia, aunque hay que tener cuidado si llevamos algún objeto en los asientos, porque puede ser presa de los ladrones, y rezar para que no nos humeen demasiado los vehículos de nuestro alrededor. Con el techo puesto, el ruido exterior disminuye pero no desaparece y eso, en mi opinión, es de agradecer, ya que se escucha el cautivador rugido del motor. En fase de aceleración, incluso recuerda al de un Fórmula 1, y las sensaciones de dinamismo se multiplican.El motor que equipa el Z4 protagonista de esta prueba es el más potente de la gama. Es un seis cilindros en línea y 24 válvulas que desplaza tres litros de cilindrada y ofrece 231 CV de potencia y un par máximo de 30,6 mkg. Este propulsor, ya presente en otros modelos de la marca como la Serie 3, la Serie 5 o el todo terreno X5, cuenta con sistema Bi-Vanos continuo, que mejora las fases de admisión y el escape. Para este modelo se han hecho una serie de modificaciones en el mismo. Así, el sistema de aspiración y escape y todas las piezas que acogen el caudal de aspiración del motor son de nuevo diseño. Se ha pretendido minimizar las pérdidas de flujo y maximizar el llenado de las cámaras de combustión mediante un sistema de resonancia óptimo. Además, se ha buscado dotar a este 3 litros de un sonido más deportivo y envolvente sin llegar a resultar desagradable.

Los ingenieros alemanes han trabajado también para mejorar la calidad de la mezcla y la velocidad de flujo de la misma. Esto ha permitido a este motor reducir su consumo y las emisiones contaminantes, cumpliendo los requisitos de la norma ULEV y UE4. Yo, montado en el Z4, no veo esto, pero descubro que el motor es una auténtica maravilla. Es progresivo, sube de vueltas con una velocidad pasmosa y estira mucho, muchísimo. No se echa de menos potencia en ninguna de las situaciones, aunque noto que se muestra algo perezoso a muy bajo régimen, sobre todo si estamos circulando en modo automático puro. Pero es sólo un espejismo, ya que entre las 1.500 y hasta las 6.250 vueltas, casi al corte, este 6 cilindros ofrece un par superior a los 25 mkg.