Audi A4 1.8T 20V Quattro

Convencidos de que aún podía sacarse más rendimiento al motor 1.8T de Audi, los ingenieros de la marca han “exprimido" los 150 CV de esta mecánica hasta obtener 163. Los resultados no son espectaculares (algo que tampoco busca la firma), pues las cifras de prestaciones no mejoran sustancialmente las de su predecesor. Sin embargo, gestionar 13 CV de más no ha supuesto ningún empacho para el vehículo, que sigue mostrando un comportamiento ejemplar en cualquier situación.

Audi A4 1.8T 20V Quattro
Audi A4 1.8T 20V Quattro

Sentado al volante del A4 casi se llega a tener la impresión de que, en realidad, estamos en el sillón de casa (aunque sin permitirnos distracciones): las regulaciones eléctricas de la banqueta y el respaldo -opcionales- permitirán que encontremos sin esfuerzo la postura adecuada y, una vez instalados (el cuerpo queda muy bien sujeto), sólo tenemos que girar la llave de contacto y dirigirnos hacia nuestro destino. La suavidad de la dirección asistida (bastante rápida) y el buen tacto de todos los mandos sólo son parte de la calidad que refleja el habitáculo del A4, complementada con la facilidad de accionamiento de la palanca de cambios. Con un ligero toque, podremos desengranar la marcha que llevábamos y, tras un corto recorrido, pasar a la relación superior o inferior. Todo el proceso se realiza con rapidez y la respuesta es inmediata.A pesar de que no acusaremos el cansancio, una señal acústica y un insistente parpadeo nos avisarán, desde el display central del cuadro de mandos, que hemos alcanzado las dos horas de conducción y, por lo tanto, deberíamos dedicar cinco minutos a estirar las piernas. Puede que el conductor no lo necesite –aunque siempre es recomendable hacerlo-, pero los ocupantes del asiento trasero sí agradecerán la parada: la altura al techo resultará algo escasa para los pasajeros de mayor talla, que llegarán a sentirse agobiados. Eso sí, el espacio para las piernas (que no ha sido sacrificado a pesar de que el A4 Quattro cuenta con un maletero de 400 l de capacidad) está entre los más correctos de su clase, con 72 cm.De vuelta en el coche, basta con una miradita a los espejos retrovisores –los exteriores, de buen tamaño, son similares, en lugar de contar con uno más pequeño en el lado derecho- para comprobar que podemos reanudar el viaje sin peligro. Así, ya podemos salir de nuevo a la carretera y prepararnos para seguir nuestro camino, en el que la suavidad de marcha (sólo empañada por la ya comentada rumorosidad del motor) será la nota dominante.