Audi A4 1.8T 20V Quattro

Convencidos de que aún podía sacarse más rendimiento al motor 1.8T de Audi, los ingenieros de la marca han “exprimido" los 150 CV de esta mecánica hasta obtener 163. Los resultados no son espectaculares (algo que tampoco busca la firma), pues las cifras de prestaciones no mejoran sustancialmente las de su predecesor. Sin embargo, gestionar 13 CV de más no ha supuesto ningún empacho para el vehículo, que sigue mostrando un comportamiento ejemplar en cualquier situación.

Audi A4 1.8T 20V Quattro
Audi A4 1.8T 20V Quattro

Todos aquellos que pensaban que los 150 CV del 1.8T se quedaban cortos en una berlina como el A4, han sido agraciados con un aumento en la potencia de este motor, que –gracias a una nueva gestión electrónica- llega hasta los 163 CV. Sin embargo, esta cifra no supone un cambio espectacular en unas prestaciones que ya eran buenas. Ahora, la velocidad punta que puede alcanzarse es de 226 Km/h (220 km/h con la potencia anterior), mientras que sólo tarda dos décimas de segundo menos en llegar a los 100 km/h desde parado.Donde sí hay más diferencia es en las recuperaciones o adelantamientos, donde comienzan a notarse los caballos de más: gracias al aumento de par (de 21 Mkg / 1.750 rpm a 22,5 Mkg / 1.950 rpm), se dispone de más fuerza en la zona baja del cuentavueltas, lo que permite insertar una marcha menor –habrá veces que ni siquiera será necesario-, pisar el acelerador y sobrepasar al coche que nos precede.Para los repechos, más de lo mismo: es reconfortante notar cómo el propulsor, gracias al turbocompresor, responde a la mínima insinuación sobre el acelerador y rebasa sin problemas las pendientes del trazado, permitiendo mantener una velocidad de crucero que, en muchas ocasiones, será mayor de lo que pensamos (a pesar de que el motor, bastante ruidoso, indica claramente que el régimen es alto). Durante nuestro recorrido por carreteras secundarias se hicieron más notables las mejoras de este A4: las curvas se enlazan sin problemas y el paso por los virajes puede realizarse bastante deprisa, si bien el responsable de este comportamiento es, además de la mecánica, el sistema “Quattro". Contar con tracción en ambos ejes se paga en forma de kilos de más para el vehículo (y, evidentemente, en euros; esta versión cuesta 32.100, 2.550 más que su “hermano" con tracción delantera), pero merece la pena: la sensación de control será máxima en todo momento, sin que el coche muestre intenciones de subvirar o sobrevirar. Esto aumentará la confianza del conductor, que irá incrementando el ritmo casi sin darse cuenta, hasta que las limitaciones del motor nos hagan volver a la realidad. No queremos decir que no se pueda disfrutar de la conducción con 163 CV, sino que la buena actuación del A4 en las curvas –en las que los sistemas de seguridad como el ABS o el ESP no se muestran intrusivos- hace que casi parezca que la mecánica se queda “corta".Sin embargo, todos aquellos que busquen una conducción relajada (es decir, la mayoría de los potenciales compradores del A4) encontrarán en este Audi un coche hecho a medida: el agarre es notable en cualquier situación y un comportamiento muy noble acentúa la sensación de seguridad. Si tenemos en cuenta que estamos hablando de la actuación del vehículo en los trazados más complicados, nos podemos hacer una idea de cómo marchará en autopistas, donde los kilómetros pasarán sin apenas darnos cuenta y sólo será necesario parar con el fin de rellenar el depósito. Por suerte, el aumento en la potencia y la mejora en las prestaciones no han traído consigo –según los datos oficiales- un incremento en el consumo, que se queda en unos comedidos 7,2 l/100 km, una cifra que incluso resulta baja para un automóvil con tracción a las cuatro ruedas y dotado de turbo.