Peugeot 206 SW 1.6 XS

Acertada. Así podemos definir la idea de Peugeot con este 206 SW, ya que gana espacio de carga, sin perder atractivo en cuanto a su diseño ni en cuanto a su comportamiento. Aparte, las prestaciones de la versión de 110 CV lo hacen muy apetecible.

Peugeot 206 SW 1.6 XS
Peugeot 206 SW 1.6 XS

El aumento de peso de esta versión familiar, 75 kg más que el 206, ha traído consigo que los ingenieros de Peugeot se hayan tenido que poner manos a la obra para variar las suspensiones traseras, endureciéndolas para ese citado incremento y para el que teóricamente se ha de producir con el aumento de la capacidad de carga. Así, se montan unos amortiguadores más firmes, unas barras de torsión de mayor diámetro y unas barras anti-vuelco más gruesas. Eso se traduce en un comportamiento más aplomado y tranquilo que otorga una percepción de mayor control al conductor. Se mantiene el aroma deportivo que emanan los 206 y se les resta algo del “nerviosismo" del que hacían gala. Y es que los conductores de este 206 SW, con los niños atrás, no quieren sustos. El bastidor, a pesar del incremento de las dimensiones, retiene su nobleza y permite unas velocidades de paso por curva bastante elevadas.

El motor protagonista de esta versión, el 1,6 litros de 110 CV (casi 114 en nuestro banco de pruebas), es un viejo conocido en el Grupo PSA (Peugeot-Citroën) y lo equipan un gran número de modelos de ambas marcas (C3, Xsara o 307). Esta mecánica ofrece unas prestaciones notables gracias a su capacidad de subir de vueltas sin descanso en casi todos los regímenes del motor (sobre todo a bajo y a medio régimen), gracias a una entrega de par importante desde 2.000 vueltas (el 85 por ciento). Con ello, se obtiene una buena respuesta en viajes largos con la posibilidad de alcanzar y mantener unos cruceros de 150 ó 160 km/h con relativa facilidad.

Peor se le dan los adelantamientos. Las cifras de recuperaciones obtenidas por nuestro Centro Técnico no son muy destacadas (por encima de los 12 segundos en el 80 a 120 en 4ª y casi 20 segundos en 5ª). Aparte de eso, el tetracilíndrico de Peugeot es bastante silencioso (en lo más alto del cuentavueltas su ruido puede llegar a ser molesto) y no destaca especialmente por unos consumos muy contenidos, aunque no es demasiado gastón.

En cuanto a los frenos, aunque se mantiene el mismo esquema (discos ventilados de 266 mm delante y discos macizos de 247 mm detrás), la adopción de unos neumáticos de mayor anchura (195/55 R 15) hace que las distancias de frenado, en el 140 km/h a 0, se vean mejoradas en seis metros respecto a un 206 convencional (76 metros frente a 82).