Volkswagen Golf 1.6 16V Highline 5p

Casi 19.300 euros es un precio que abre distancia entre este Golf 1.6 16V y el grupo de rivales que durante mucho tiempo le han pisado los talones, pero que ya hoy comienzan a adelantarle. Ahora Volkswagen tiene que realizar una fuerte apuesta para defender el territorio ganado por su compacto a lo largo de más de dos décadas.

Volkswagen Golf 1.6 16V Highline 5p
Volkswagen Golf 1.6 16V Highline 5p

Es una de las estrellas más brillantes del mercado y durante mucho tiempo ha ocupado el lugar central de la galaxia de los compactos. Sin embargo, al Golf le han salido muchos y muy buenos rivales que han empezado a desplazarle de su puesto de honor. En el caso de la motorización que equipa el modelo que protagoniza esta prueba, la 1.6 16V, se puede decir que no está mal, pero que carece del “brillo" que se espera del hasta ahora primero de la clase.

Después de 25 años en el mercado y con una posición de líder del sector, el Volkswagen Golf comienza a necesitar un cambio profundo que le devuelva su carácter deportivo de antaño que ha empezado a perder por la edad y “los kilos" de más. Desde luego, en este caso es evidente que los años no pasan en balde y que, aunque quien tuvo retuvo, el grupo alemán no debe “dormirse en los laureles" y tiene que dar un fuerte empujón a este modelo para situarlo en el lugar que ha ocupado siempre.

El exterior de este Golf es ya un viejo conocido, su línea y los diferentes elementos que luce son muy característicos, no sólo del modelo sino de toda la familia Volkswagen. El corte de los grupos ópticos, el reducido tamaño del espejo retrovisor de la derecha, los pasos de rueda y los marcados paragolpes son sólo algunos de los elementos que nos hacen distinguir a un Golf de lejos.

Austero, pero de buena calidad
Al igual que su imagen, su interior mantiene la línea del Grupo. Los acabados son excelentes, los materiales cuentan con una buena calidad y la disposición de los mandos es práctica y clara. En general, la impresión que se tiene con sólo dar un vistazo al panel es de que se trata de algo bien hecho; de hecho, todo el habitáculo transmite esa sensación de calidad. Sin embargo, (no todo puede ser bueno) se echa de menos algo de diseño y encontramos un interior que peca de austero.

En el salpicadero, el conductor encuentra todo a la primera y cuenta con una excelente visibilidad de todos los datos. El cuadro de instrumentos es sencillo y fácil de leer y el acceso a los mandos no requiere ni de movimientos exagerados ni de cambios de postura, es más, la disposición de todos ellos es tan evidente que la vista no tiene por qué apartarse de la carretera para manipularlos.

En cuanto a la postura de conducción, es muy fácil de conseguir, gracias a la doble regulación del volante (en profundidad y altura) y al buen diseño de los asientos (que también pueden adaptarse en vertical y horizontal). El conductor se encuentra bien recogido en estos asientos, por lo que puede abordar sin miedo a un excesivo movimiento de su cuerpo cualquier tipo de carreteras viradas. El mullido de los asientos es algo duro, pero no llega a ser incómodo.

Los asientos traseros son cómodos, pero las tres plazas a las que se refiere el fabricante son más bien virtuales, tal y como ocurre con la mayoría de los modelos de este segmento. Dos viajeros van bien, pero tres, salvo que sean niños, pueden encontrarse algo escasos de espacio. De todas formas, el diseño de las ventanas, con una amplia superficie, dota al habitáculo del Golf de sensación de amplitud.

En cuanto al maletero, los 345 litros de capacidad que se han obtenido en nuestras mediciones se quedan justos para el equipaje de cuatro personas. Claro que, si queremos espacio para las piernas de los pasajeros en el habitáculo, hay que sacarlo de algún sitio.