Fiat Ulysse 2.2 16V JTD / Renault Grand Espace 2.2 dCi

Este duelo lo consideramos como una comparativa un tanto atípica. Podríamos decir que el nuevo Espace se enfrenta al mismo tiempo a cuatro rivales, representados por este nuevo Fiat Ulysse.

Fiat Ulysse 2.2 16V JTD / Renault Grand Espace 2.2 dCi
Fiat Ulysse 2.2 16V JTD / Renault Grand Espace 2.2 dCi

Los avances en ambos son sustanciales. Sin embargo debemos recordar que las innovaciones del Ulysse se realizan sobre una primera generación, mientras que el Renault Espace tiene la experiencia de tres generaciones anteriores. El Fiat ofrece un confort de marcha elevado, un excelente comportamiento y, como vemos en la correspondiente ficha, una buena capacidad de andar y mejor dotación. Se trata de un excelente vehículo para la familia y un buen cómplice para viajes de largo recorrido o para los desplazamientos de fin de semana. Sin embargo para el Espace se han buscado además otros argumentos. Sorprende por su comportamiento de turismo, con un escaso balanceo, un impresionante aplomo y una agilidad inusual incluso para una berlina al uso, aunque no llegue ni con mucho a las impresionantes dos toneladas de peso, que sólo se notan cuando analizamos las cifras de la ficha técnica.

El diseño, exterior e interior, es otra de sus bazas. Se nota que evoluciona sobre un escalón por encima del Fiat, aunque el modelo italiano tiene un buen interior y acabado. El Espace tiene una calidad de materiales y presentación fuera de críticas, pero sobre todo ideas innovadoras frente al monovolumen Fiat y por extensión a todos los representantes de la competencia. La tarjeta Renault, por ahora sin el manos libres que llegará un poco más tarde, el freno de mano automático, que despertó alguna suspicacia en este probador, pero que con el tiempo se muestra -incluso en rampa- seguro y fácil de utilizar, la luneta posterior practicable opcional; el imprescindible control de presión de neumáticos, la caja de cambios de 6 marchas, las salidas en techo y control de ventiladores en las plazas posteriores, o el impresionante techo de cristal, se convierten en detalles que establecen la diferencia.

Puestos al volante no sabríamos elegir. Nos quedamos por un lado con los asientos del Fiat. Los del Espace no sujetan demasiado la espalda. La facilidad de lectura de la información que suministra el cuadro es mejor en el Renault, aunque por otro lado es más escasa al no tener ni ofrecer el sistema de comunicaciones del Fiat, bastante complicado de utilizar sin pantalla de 7 pulgadas. Al final, la postura más de turismo del Espace y el limpio diseño del salpicadero justifican la mínima diferencia que reflejamos en el balance. Con los precios que presentan este tipo de vehículos es difícil que el mercado se anime. Hace falta tener una necesidad especial para aventurarse en este segmento. Sin embargo, y con estos dos representantes, los que se decidieran no se equivocarían lo más mínimo.

Los avances en ambos son sustanciales. Sin embargo debemos recordar que las innovaciones del Ulysse se realizan sobre una primera generación, mientras que el Renault Espace tiene la experiencia de tres generaciones anteriores. El Fiat ofrece un confort de marcha elevado, un excelente comportamiento y, como vemos en la correspondiente ficha, una buena capacidad de andar y mejor dotación. Se trata de un excelente vehículo para la familia y un buen cómplice para viajes de largo recorrido o para los desplazamientos de fin de semana. Sin embargo para el Espace se han buscado además otros argumentos. Sorprende por su comportamiento de turismo, con un escaso balanceo, un impresionante aplomo y una agilidad inusual incluso para una berlina al uso, aunque no llegue ni con mucho a las impresionantes dos toneladas de peso, que sólo se notan cuando analizamos las cifras de la ficha técnica.

El diseño, exterior e interior, es otra de sus bazas. Se nota que evoluciona sobre un escalón por encima del Fiat, aunque el modelo italiano tiene un buen interior y acabado. El Espace tiene una calidad de materiales y presentación fuera de críticas, pero sobre todo ideas innovadoras frente al monovolumen Fiat y por extensión a todos los representantes de la competencia. La tarjeta Renault, por ahora sin el manos libres que llegará un poco más tarde, el freno de mano automático, que despertó alguna suspicacia en este probador, pero que con el tiempo se muestra -incluso en rampa- seguro y fácil de utilizar, la luneta posterior practicable opcional; el imprescindible control de presión de neumáticos, la caja de cambios de 6 marchas, las salidas en techo y control de ventiladores en las plazas posteriores, o el impresionante techo de cristal, se convierten en detalles que establecen la diferencia.

Puestos al volante no sabríamos elegir. Nos quedamos por un lado con los asientos del Fiat. Los del Espace no sujetan demasiado la espalda. La facilidad de lectura de la información que suministra el cuadro es mejor en el Renault, aunque por otro lado es más escasa al no tener ni ofrecer el sistema de comunicaciones del Fiat, bastante complicado de utilizar sin pantalla de 7 pulgadas. Al final, la postura más de turismo del Espace y el limpio diseño del salpicadero justifican la mínima diferencia que reflejamos en el balance. Con los precios que presentan este tipo de vehículos es difícil que el mercado se anime. Hace falta tener una necesidad especial para aventurarse en este segmento. Sin embargo, y con estos dos representantes, los que se decidieran no se equivocarían lo más mínimo.