Hyundai Accent 1.5 GS 3p

El nuevo Accent supone un importante salto cualitativo frente a la anterior generación, imprescindible para consolidar a la marca coreana en un segmento tan competitivo. Más grande, más amplio y muy mejorado en sus cualidades dinámicas, el Accent puede ahora considerarse un rival mucho más serio

Hyundai Accent 1.5 GS 3p
Hyundai Accent 1.5 GS 3p

Si el anterior Accent pecaba de una deficiente frenada —o sólo por distancia sino por las propias reacciones del coche al pisar con decisión el pedal— ahora se ha mitigado en gran medida. El tacto del pedal es mucho más dosificable y cuenta con mayor mordiente. Y ello a pesar de no disponer de ABS, de los ya comentados neumáticos de origen coreano, y de utilizar llantas de sólo 13 pulgadas. Opcionalmente, se puede disponer de ABS y repartidor de frenada electrónico EBD, aunque nuestra unidad de pruebas carecía de ambos. Las pocas variaciones efectuadas en el motor están encaminadas a adaptarse a las cada vez más exigentes normativas anticontaminantes. Con 1,5 litros y culata de tres válvulas por cilindro, el rendimiento no es para tirar cohetes, pero cumple sobradamente para su cilindrada. Los 90 CV dan bastante de sí, ofreciendo una respuesta muy uniforme a lo largo de toda la banda de revoluciones. Aunque el par máximo medido en el banco se obtiene a 4.510 rpm, lo cierto es que la curva demuestra lo dicho anteriormente, pues desde apenas 2.000 vueltas ya cuenta con más de 130 Nm, manteniéndose en unos valores muy estables hasta casi las 5.000 rpm. Lástima de unos desarrollos excesivamente largos, pues si bien en aceleraciones ofrece buenos registros, en recuperaciones no se puede decir lo mismo. Ello obliga a usar más a menudo el cambio, que afortunadamente se muestra rápido y preciso, permitiendo así adelantar con cierta rapidez a base de apurar el motor hasta su regimen máximo en tercera y cuarta. El consumo del Accent se mantiene en unos valores razonables, aunque los apenas 45 litros del depósito de combustible condicionan la autonomía, sobre todo si circulamos aprovechando al máximo las posibilidades del motor. En estas condiciones, no siempre se llegan a superar los 400 kilómetros.