Contacto: Jaguar X-Type

Jaguar ha despejado la incógnita de si sabría hacer un coche más pequeño de lo habitual para la gente que le gusta conducir. La solución es un sí admirablemente grande, aunque para ello se han olvidado algunas características propias de la marca.

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El X-Type es una berlina medio alta que busca una clientela nueva para Jaguar. Diseñada paralelamente al Ford Mondeo, con el que comparte un 20 por ciento de sus componentes, viene a irrumpir en la categoría de los Audi A4, Mercedes Clase C, Volvo S60, etc. Sin embargo, tal vez el modelo al que más se asemeja es el BMW Serie 3. Efectivamente, el X-Type Sport sabe hacer gala de un carácter muy deportivo y tiene un tacto de conducción al gusto de los conductores más exigentes de esta categoría. Su condición de tracción a las cuatro ruedas determina aún más esta vocación, pues si bien en los recorridos más enrevesados le falta la agilidad de los modelos de propulsión, en curvas medias y rápidas es de una eficacia diabólica. Sus precios están en la línea del BMW 330 Xi (6.650.000 pesetas) y del 325i (5.635.000), respectivamente en versiones 3.0 y 2.5. El comportamiento dinámico del nuevo Jaguar es brillante y seguro y se debe en parte a los motores Jaguar AJ-V6, fabricados en la planta de Cleveland, Ohio, USA, aunque para el año 2004 con la llegada de una nueva generación de V6 se espera que la producción se transfiera a Bridgend, Gran Bretaña, donde ahora se producen los V8. Estos V6, sin tener la inmediatez de respuesta típica de los 6 en línea de BMW, proporcionan una elevada potencia específica y unas prestaciones magníficas. Disponen de acelerador electrónico, sistema de distribución variable en continuo, conductos de admisión de longitud variable y un bloque realizado en material de fundición patentado por Cosworth. Incluso el 2.5 acoplado al cambio manual es altamente satisfactorio, aunque pide ser llevado a altas revoluciones, con un régimen de potencia máxima que coincide prácticamente con el corte de la inyección. Es algo ruidoso arriba, pero el sonido que tiene es deportivo y bonito. Además, el manejo del cambio es francamente agradable, aunque los recorridos sean algo largos. Sólo se iferencia del cambio Ford MTX por toda la timonería, que convierte su manejo en ejemplar por suavidad y precisión. La transmisión, denominada Tracción4, se distingue por el diferencial central de acoplamiento viscoso, que varía el reparto de par, según las condiciones de adherencia. Básicamente y en condiciones normales reparte un 60 por ciento a las ruedas trasera y un 40 por ciento a las delanteras. A lo largo de nuestra toma de contacto por las carreteras de la Borgoña francesa, su funcionamiento ha sido muy satisfactorio. Permite una conducción muy rápida y segura y solamente en dos ocasiones ha actuado el ESP. El X-Type Executive es más blando de suspensiones, lo que facilita mayores oscilaciones verticales de la carrocería y, aunque a alta velocidad es muy estable, se ha tipificado más para los conductores que busquen el lujo, en tanto que el Sport prácticamente no balancea y admite sin rechistar la conducción más forzada. Además, su dirección es perfecta con una precisión digna de un auténtico deportivo y poco más de 2,6 vueltas entre topes. El X-Type es una berlina medio alta que busca una clientela nueva para Jaguar. Diseñada paralelamente al Ford Mondeo, con el que comparte un 20 por ciento de sus componentes, viene a irrumpir en la categoría de los Audi A4, Mercedes Clase C, Volvo S60, etc. Sin embargo, tal vez el modelo al que más se asemeja es el BMW Serie 3. Efectivamente, el X-Type Sport sabe hacer gala de un carácter muy deportivo y tiene un tacto de conducción al gusto de los conductores más exigentes de esta categoría. Su condición de tracción a las cuatro ruedas determina aún más esta vocación, pues si bien en los recorridos más enrevesados le falta la agilidad de los modelos de propulsión, en curvas medias y rápidas es de una eficacia diabólica. Sus precios están en la línea del BMW 330 Xi (6.650.000 pesetas) y del 325i (5.635.000), respectivamente en versiones 3.0 y 2.5. El comportamiento dinámico del nuevo Jaguar es brillante y seguro y se debe en parte a los motores Jaguar AJ-V6, fabricados en la planta de Cleveland, Ohio, USA, aunque para el año 2004 con la llegada de una nueva generación de V6 se espera que la producción se transfiera a Bridgend, Gran Bretaña, donde ahora se producen los V8. Estos V6, sin tener la inmediatez de respuesta típica de los 6 en línea de BMW, proporcionan una elevada potencia específica y unas prestaciones magníficas. Disponen de acelerador electrónico, sistema de distribución variable en continuo, conductos de admisión de longitud variable y un bloque realizado en material de fundición patentado por Cosworth. Incluso el 2.5 acoplado al cambio manual es altamente satisfactorio, aunque pide ser llevado a altas revoluciones, con un régimen de potencia máxima que coincide prácticamente con el corte de la inyección. Es algo ruidoso arriba, pero el sonido que tiene es deportivo y bonito. Además, el manejo del cambio es francamente agradable, aunque los recorridos sean algo largos. Sólo se iferencia del cambio Ford MTX por toda la timonería, que convierte su manejo en ejemplar por suavidad y precisión. La transmisión, denominada Tracción4, se distingue por el diferencial central de acoplamiento viscoso, que varía el reparto de par, según las condiciones de adherencia. Básicamente y en condiciones normales reparte un 60 por ciento a las ruedas trasera y un 40 por ciento a las delanteras. A lo largo de nuestra toma de contacto por las carreteras de la Borgoña francesa, su funcionamiento ha sido muy satisfactorio. Permite una conducción muy rápida y segura y solamente en dos ocasiones ha actuado el ESP. El X-Type Executive es más blando de suspensiones, lo que facilita mayores oscilaciones verticales de la carrocería y, aunque a alta velocidad es muy estable, se ha tipificado más para los conductores que busquen el lujo, en tanto que el Sport prácticamente no balancea y admite sin rechistar la conducción más forzada. Además, su dirección es perfecta con una precisión digna de un auténtico deportivo y poco más de 2,6 vueltas entre topes. El X-Type es una berlina medio alta que busca una clientela nueva para Jaguar. Diseñada paralelamente al Ford Mondeo, con el que comparte un 20 por ciento de sus componentes, viene a irrumpir en la categoría de los Audi A4, Mercedes Clase C, Volvo S60, etc. Sin embargo, tal vez el modelo al que más se asemeja es el BMW Serie 3. Efectivamente, el X-Type Sport sabe hacer gala de un carácter muy deportivo y tiene un tacto de conducción al gusto de los conductores más exigentes de esta categoría. Su condición de tracción a las cuatro ruedas determina aún más esta vocación, pues si bien en los recorridos más enrevesados le falta la agilidad de los modelos de propulsión, en curvas medias y rápidas es de una eficacia diabólica. Sus precios están en la línea del BMW 330 Xi (6.650.000 pesetas) y del 325i (5.635.000), respectivamente en versiones 3.0 y 2.5. El comportamiento dinámico del nuevo Jaguar es brillante y seguro y se debe en parte a los motores Jaguar AJ-V6, fabricados en la planta de Cleveland, Ohio, USA, aunque para el año 2004 con la llegada de una nueva generación de V6 se espera que la producción se transfiera a Bridgend, Gran Bretaña, donde ahora se producen los V8. Estos V6, sin tener la inmediatez de respuesta típica de los 6 en línea de BMW, proporcionan una elevada potencia específica y unas prestaciones magníficas. Disponen de acelerador electrónico, sistema de distribución variable en continuo, conductos de admisión de longitud variable y un bloque realizado en material de fundición patentado por Cosworth. Incluso el 2.5 acoplado al cambio manual es altamente satisfactorio, aunque pide ser llevado a altas revoluciones, con un régimen de potencia máxima que coincide prácticamente con el corte de la inyección. Es algo ruidoso arriba, pero el sonido que tiene es deportivo y bonito. Además, el manejo del cambio es francamente agradable, aunque los recorridos sean algo largos. Sólo se iferencia del cambio Ford MTX por toda la timonería, que convierte su manejo en ejemplar por suavidad y precisión. La transmisión, denominada Tracción4, se distingue por el diferencial central de acoplamiento viscoso, que varía el reparto de par, según las condiciones de adherencia. Básicamente y en condiciones normales reparte un 60 por ciento a las ruedas trasera y un 40 por ciento a las delanteras. A lo largo de nuestra toma de contacto por las carreteras de la Borgoña francesa, su funcionamiento ha sido muy satisfactorio. Permite una conducción muy rápida y segura y solamente en dos ocasiones ha actuado el ESP. El X-Type Executive es más blando de suspensiones, lo que facilita mayores oscilaciones verticales de la carrocería y, aunque a alta velocidad es muy estable, se ha tipificado más para los conductores que busquen el lujo, en tanto que el Sport prácticamente no balancea y admite sin rechistar la conducción más forzada. Además, su dirección es perfecta con una precisión digna de un auténtico deportivo y poco más de 2,6 vueltas entre topes. El X-Type es una berlina medio alta que busca una clientela nueva para Jaguar. Diseñada paralelamente al Ford Mondeo, con el que comparte un 20 por ciento de sus componentes, viene a irrumpir en la categoría de los Audi A4, Mercedes Clase C, Volvo S60, etc. Sin embargo, tal vez el modelo al que más se asemeja es el BMW Serie 3. Efectivamente, el X-Type Sport sabe hacer gala de un carácter muy deportivo y tiene un tacto de conducción al gusto de los conductores más exigentes de esta categoría. Su condición de tracción a las cuatro ruedas determina aún más esta vocación, pues si bien en los recorridos más enrevesados le falta la agilidad de los modelos de propulsión, en curvas medias y rápidas es de una eficacia diabólica. Sus precios están en la línea del BMW 330 Xi (6.650.000 pesetas) y del 325i (5.635.000), respectivamente en versiones 3.0 y 2.5. El comportamiento dinámico del nuevo Jaguar es brillante y seguro y se debe en parte a los motores Jaguar AJ-V6, fabricados en la planta de Cleveland, Ohio, USA, aunque para el año 2004 con la llegada de una nueva generación de V6 se espera que la producción se transfiera a Bridgend, Gran Bretaña, donde ahora se producen los V8. Estos V6, sin tener la inmediatez de respuesta típica de los 6 en línea de BMW, proporcionan una elevada potencia específica y unas prestaciones magníficas. Disponen de acelerador electrónico, sistema de distribución variable en continuo, conductos de admisión de longitud variable y un bloque realizado en material de fundición patentado por Cosworth. Incluso el 2.5 acoplado al cambio manual es altamente satisfactorio, aunque pide ser llevado a altas revoluciones, con un régimen de potencia máxima que coincide prácticamente con el corte de la inyección. Es algo ruidoso arriba, pero el sonido que tiene es deportivo y bonito. Además, el manejo del cambio es francamente agradable, aunque los recorridos sean algo largos. Sólo se iferencia del cambio Ford MTX por toda la timonería, que convierte su manejo en ejemplar por suavidad y precisión. La transmisión, denominada Tracción4, se distingue por el diferencial central de acoplamiento viscoso, que varía el reparto de par, según las condiciones de adherencia. Básicamente y en condiciones normales reparte un 60 por ciento a las ruedas trasera y un 40 por ciento a las delanteras. A lo largo de nuestra toma de contacto por las carreteras de la Borgoña francesa, su funcionamiento ha sido muy satisfactorio. Permite una conducción muy rápida y segura y solamente en dos ocasiones ha actuado el ESP. El X-Type Executive es más blando de suspensiones, lo que facilita mayores oscilaciones verticales de la carrocería y, aunque a alta velocidad es muy estable, se ha tipificado más para los conductores que busquen el lujo, en tanto que el Sport prácticamente no balancea y admite sin rechistar la conducción más forzada. Además, su dirección es perfecta con una precisión digna de un auténtico deportivo y poco más de 2,6 vueltas entre topes. El X-Type es una berlina medio alta que busca una clientela nueva para Jaguar. Diseñada paralelamente al Ford Mondeo, con el que comparte un 20 por ciento de sus componentes, viene a irrumpir en la categoría de los Audi A4, Mercedes Clase C, Volvo S60, etc. Sin embargo, tal vez el modelo al que más se asemeja es el BMW Serie 3. Efectivamente, el X-Type Sport sabe hacer gala de un carácter muy deportivo y tiene un tacto de conducción al gusto de los conductores más exigentes de esta categoría. Su condición de tracción a las cuatro ruedas determina aún más esta vocación, pues si bien en los recorridos más enrevesados le falta la agilidad de los modelos de propulsión, en curvas medias y rápidas es de una eficacia diabólica. Sus precios están en la línea del BMW 330 Xi (6.650.000 pesetas) y del 325i (5.635.000), respectivamente en versiones 3.0 y 2.5. El comportamiento dinámico del nuevo Jaguar es brillante y seguro y se debe en parte a los motores Jaguar AJ-V6, fabricados en la planta de Cleveland, Ohio, USA, aunque para el año 2004 con la llegada de una nueva generación de V6 se espera que la producción se transfiera a Bridgend, Gran Bretaña, donde ahora se producen los V8. Estos V6, sin tener la inmediatez de respuesta típica de los 6 en línea de BMW, proporcionan una elevada potencia específica y unas prestaciones magníficas. Disponen de acelerador electrónico, sistema de distribución variable en continuo, conductos de admisión de longitud variable y un bloque realizado en material de fundición patentado por Cosworth. Incluso el 2.5 acoplado al cambio manual es altamente satisfactorio, aunque pide ser llevado a altas revoluciones, con un régimen de potencia máxima que coincide prácticamente con el corte de la inyección. Es algo ruidoso arriba, pero el sonido que tiene es deportivo y bonito. Además, el manejo del cambio es francamente agradable, aunque los recorridos sean algo largos. Sólo se iferencia del cambio Ford MTX por toda la timonería, que convierte su manejo en ejemplar por suavidad y precisión. La transmisión, denominada Tracción4, se distingue por el diferencial central de acoplamiento viscoso, que varía el reparto de par, según las condiciones de adherencia. Básicamente y en condiciones normales reparte un 60 por ciento a las ruedas trasera y un 40 por ciento a las delanteras. A lo largo de nuestra toma de contacto por las carreteras de la Borgoña francesa, su funcionamiento ha sido muy satisfactorio. Permite una conducción muy rápida y segura y solamente en dos ocasiones ha actuado el ESP. El X-Type Executive es más blando de suspensiones, lo que facilita mayores oscilaciones verticales de la carrocería y, aunque a alta velocidad es muy estable, se ha tipificado más para los conductores que busquen el lujo, en tanto que el Sport prácticamente no balancea y admite sin rechistar la conducción más forzada. Además, su dirección es perfecta con una precisión digna de un auténtico deportivo y poco más de 2,6 vueltas entre topes. El X-Type es una berlina medio alta que busca una clientela nueva para Jaguar. Diseñada paralelamente al Ford Mondeo, con el que comparte un 20 por ciento de sus componentes, viene a irrumpir en la categoría de los Audi A4, Mercedes Clase C, Volvo S60, etc. Sin embargo, tal vez el modelo al que más se asemeja es el BMW Serie 3. Efectivamente, el X-Type Sport sabe hacer gala de un carácter muy deportivo y tiene un tacto de conducción al gusto de los conductores más exigentes de esta categoría. Su condición de tracción a las cuatro ruedas determina aún más esta vocación, pues si bien en los recorridos más enrevesados le falta la agilidad de los modelos de propulsión, en curvas medias y rápidas es de una eficacia diabólica. Sus precios están en la línea del BMW 330 Xi (6.650.000 pesetas) y del 325i (5.635.000), respectivamente en versiones 3.0 y 2.5. El comportamiento dinámico del nuevo Jaguar es brillante y seguro y se debe en parte a los motores Jaguar AJ-V6, fabricados en la planta de Cleveland, Ohio, USA, aunque para el año 2004 con la llegada de una nueva generación de V6 se espera que la producción se transfiera a Bridgend, Gran Bretaña, donde ahora se producen los V8. Estos V6, sin tener la inmediatez de respuesta típica de los 6 en línea de BMW, proporcionan una elevada potencia específica y unas prestaciones magníficas. Disponen de acelerador electrónico, sistema de distribución variable en continuo, conductos de admisión de longitud variable y un bloque realizado en material de fundición patentado por Cosworth. Incluso el 2.5 acoplado al cambio manual es altamente satisfactorio, aunque pide ser llevado a altas revoluciones, con un régimen de potencia máxima que coincide prácticamente con el corte de la inyección. Es algo ruidoso arriba, pero el sonido que tiene es deportivo y bonito. Además, el manejo del cambio es francamente agradable, aunque los recorridos sean algo largos. Sólo se iferencia del cambio Ford MTX por toda la timonería, que convierte su manejo en ejemplar por suavidad y precisión. La transmisión, denominada Tracción4, se distingue por el diferencial central de acoplamiento viscoso, que varía el reparto de par, según las condiciones de adherencia. Básicamente y en condiciones normales reparte un 60 por ciento a las ruedas trasera y un 40 por ciento a las delanteras. A lo largo de nuestra toma de contacto por las carreteras de la Borgoña francesa, su funcionamiento ha sido muy satisfactorio. Permite una conducción muy rápida y segura y solamente en dos ocasiones ha actuado el ESP. El X-Type Executive es más blando de suspensiones, lo que facilita mayores oscilaciones verticales de la carrocería y, aunque a alta velocidad es muy estable, se ha tipificado más para los conductores que busquen el lujo, en tanto que el Sport prácticamente no balancea y admite sin rechistar la conducción más forzada. Además, su dirección es perfecta con una precisión digna de un auténtico deportivo y poco más de 2,6 vueltas entre topes. El X-Type es una berlina medio alta que busca una clientela nueva para Jaguar. Diseñada paralelamente al Ford Mondeo, con el que comparte un 20 por ciento de sus componentes, viene a irrumpir en la categoría de los Audi A4, Mercedes Clase C, Volvo S60, etc. Sin embargo, tal vez el modelo al que más se asemeja es el BMW Serie 3. Efectivamente, el X-Type Sport sabe hacer gala de un carácter muy deportivo y tiene un tacto de conducción al gusto de los conductores más exigentes de esta categoría. Su condición de tracción a las cuatro ruedas determina aún más esta vocación, pues si bien en los recorridos más enrevesados le falta la agilidad de los modelos de propulsión, en curvas medias y rápidas es de una eficacia diabólica. Sus precios están en la línea del BMW 330 Xi (6.650.000 pesetas) y del 325i (5.635.000), respectivamente en versiones 3.0 y 2.5. El comportamiento dinámico del nuevo Jaguar es brillante y seguro y se debe en parte a los motores Jaguar AJ-V6, fabricados en la planta de Cleveland, Ohio, USA, aunque para el año 2004 con la llegada de una nueva generación de V6 se espera que la producción se transfiera a Bridgend, Gran Bretaña, donde ahora se producen los V8. Estos V6, sin tener la inmediatez de respuesta típica de los 6 en línea de BMW, proporcionan una elevada potencia específica y unas prestaciones magníficas. Disponen de acelerador electrónico, sistema de distribución variable en continuo, conductos de admisión de longitud variable y un bloque realizado en material de fundición patentado por Cosworth. Incluso el 2.5 acoplado al cambio manual es altamente satisfactorio, aunque pide ser llevado a altas revoluciones, con un régimen de potencia máxima que coincide prácticamente con el corte de la inyección. Es algo ruidoso arriba, pero el sonido que tiene es deportivo y bonito. Además, el manejo del cambio es francamente agradable, aunque los recorridos sean algo largos. Sólo se iferencia del cambio Ford MTX por toda la timonería, que convierte su manejo en ejemplar por suavidad y precisión. La transmisión, denominada Tracción4, se distingue por el diferencial central de acoplamiento viscoso, que varía el reparto de par, según las condiciones de adherencia. Básicamente y en condiciones normales reparte un 60 por ciento a las ruedas trasera y un 40 por ciento a las delanteras. A lo largo de nuestra toma de contacto por las carreteras de la Borgoña francesa, su funcionamiento ha sido muy satisfactorio. Permite una conducción muy rápida y segura y solamente en dos ocasiones ha actuado el ESP. El X-Type Executive es más blando de suspensiones, lo que facilita mayores oscilaciones verticales de la carrocería y, aunque a alta velocidad es muy estable, se ha tipificado más para los conductores que busquen el lujo, en tanto que el Sport prácticamente no balancea y admite sin rechistar la conducción más forzada. Además, su dirección es perfecta con una precisión digna de un auténtico deportivo y poco más de 2,6 vueltas entre topes.