Mercedes-Benz continúa sorprendiéndonos. Su apuesta por el diseño en sus últimos productos es una de sus firmes estrategias (el sedán CLA de marcado estilo coupé es un buen ejemplo) y esta nueva línea de actuación se traslada a todo tipo de automóviles, incluyendo los SUV, un segmento que aporta novedades continuamente. Una de las últimas y más atractivas, el nuevo GLE, el sustituto natural del ML.
Con el nuevo GLE, Mercedes-Benz quiere ofrecer un SUV lo más versátil posible, con la adaptación de la última evolución del sistema de tracción integral permanente 4Matic e, incluso, versiones de dos ruedas motrices, como por ejemplo, el novedoso GLE 250d, una de las versiones que pudimos conducir durante nuestra primera toma de contacto junto al no menos interesante GLE 500e 4Matic híbrido enchufable.
El Diesel Mercedes GLE 250d de 204 CV está especialmente pensado para aquel conductor y para las empresas de flotas que no demandan un SUV para hacer escapadas cien por cien offroad. Es cierto que su altura libre respecto al suelo le permitirá protagonizar algún que otro escarceo en zonas no asfaltadas, pero el hábitat natural de esta variante ha de ser la carretera. Al volante, resulta muy agradable de conducir. Como caja de cambios, recurre al cada vez más extendido cambio automático 9G-Tronic de 9 marchas. Fruto de la combinación del motor y la transmisión mencionados, la firma de la estrella anuncia un consumo medio de 5,4 l/100 km (o 140 g/km de CO2).
Mercedes GLE 500e, polivalencia híbrida
Uno de los grandes atractivos en la variada gama del Mercedes GLE es la versión híbrida enchufable GLE 500e, con una potencia total de 442 CV que se obtienen de un motor de gasolina V6 turbo de 333 CV y otro eléctrico de de 85 kW. La batería de ión litio cuenta con una capacidad de 8,7 kWh. Con ella a plena carga y si las circunstancias de conducción lo permiten, es bastante viable rodar en torno a 30 km en modo puramente eléctrico.
La suavidad del funcionamiento híbrido es una de las primeras conclusiones que debemos sacar a los mandos del 500e GLE. Hasta 120 km/h y con una aceleración normal podemos rodar sin problemas en modo eléctrico. A partir de entonces, entra en funcionamiento con extrema sutileza el motor V6, con un nivel de rumorosidad medio-bajo y para nada molesto en plena aceleración. El cambio automático 7G-Tronic adaptado a las peculiaridades de un coche híbrido y el sistema de tracción 4Matic forman un gran equipo en el 500e GLE.
Después de acumular varios kilómetros tanto con la versión Diesel de dos ruedas motrices GLE 250d como con el híbrido enchufable GLE 500e, atestiguamos los avances positivos que se han logrado con el sistema de amortiguación adaptativa y variable, con una sensación de mayor comodidad en el modo Confort respecto al anterior ML y con más brío y comportamiento deportivo en la configuración Sport. La infinita oferta de sistemas de seguridad y de asistentes a la conducción Intelligent Drive ponen la rúbrica a uno de los SUV más avanzados y modernos del momento.