El nuevo Clase S Coupé llama la atención por todo, por sus dimensiones, por su frontal, con unas luces que hacen las veces de iluminación de día e intermitentes y que están realizadas con nada menos que 47 cristales de Swarovsky, por su silueta lateral y por una zaga que le otorga una personalidad propia y que, a pesar de sus dimensiones, está realizada para que "adelgace" al conjunto.
En su interior, nos encontramos con un habitáculo que reproduce a la perfección el del nuevo Clase S. El salpicadero limpio, con todos los mandos dispuestos de forma que se visualizan de forma rápida, con un cuadro de instrumentos digital en el que destacan la presencia de dos grandes relojes, uno para el velocímetro y otro para el cuentarrevoluciones. En la zona central del salpicadero una gran pantalla sirve como lugar donde poder ver el navegador, el equipo de música, la climatización o el tipo de masaje que uno quiere que le den los asientos, entre otras muchas funciones. Y todo ello con una claridad, brillo e iluminación que deja apreciar las indicaciones incluso cuando el sol incide sobre ella.
Dos mecánicas
En principio, sólo está disponible el S 500 con el motor V8 de 4,7 litros y 455 CV y el 63 AMG con sus 585 CV de potencia. En el momento de su comercialización, prevista para después del verano, sólo vendrán versiones con tracción total 4Matic a nuestro mercado, con lo que, a priori, no se podrá optar por el novedoso sistema Magic Body Control, que se anticipa al estado de la carretera y actúa sobre la amortiguación para que los ocupantes del vehículo no noten absolutamente nada cuando se pasa por una zona de baches o badenes. Tampoco se podrá dotar al S Coupé del denominado Curve Tilting Function que hace que la carrocería no se incline cuando pasamos por las curvas. Este último sistema funciona ayudado por una cámara situada en el parabrisas, que "lee" las curvas 15 metros antes de llegar a ellas y por un sensor de aceleración lateral. Con estos datos, cambia la carga de cada amortiguador de forma individual para conseguir que la carrocería no se incline lo más mínimo cuando pasamos por una curva.
El motor V8 Biturbo es un gran aliado a la hora de mover las más de 2 toneladas que pesa el coche. Pero lo más asombroso no es la velocidad que se puede alcanzar con este coche a poco que la carretera esté despejada, sino el cómo se alcanza. La aguja del velocímetro escala hacia la zona alta con una rapidez casi endiablada ya que el motor empuja con fuerza desde prácticamente el ralentí y lo hace de forma regular, sin que en ningún momento se note la presencia de los dos turbocompresores. A ello hay que unir la presencia de la nueva caja de cambios automática de nueve velocidades (opcional) que permite circular a alta velocidad a un régimen de revoluciones más bien bajo con lo que se gana en consumo y emisiones. En modo automático funciona muy bien, realiza los cambios con suavidad y, dependiendo del modo en el que lo llevemos, cambia de marcha a bajo régimen o en la zona alta del cuentarrevoluciones. En cualquier caso, para los que les gusta tener el control de la marcha en la que va, cuenta con la presencia de las levas tras el volante.
Al volante
Viajar por autopistas/autovías es un auténtico placer. No hay ningún ruido en el interior del coche que no sea el proveniente del equipo de sonido o de la conversación de sus ocupantes. Hablar con los que están ubicados en las plazas traseras se puede hacer con un tono de voz suave, lo que redunda aún más en el confort del que se disfruta a bordo. El aplomo con el que el coche viaja, cuando se va verdaderamente deprisa por este tipo de trazados, hace que los ocupantes del S Coupé vayan relajados y con una gran sensación de seguridad.
En carreteras de doble sentido, el S Coupé se desenvuelve con mucha agilidad para su tamaño y peso. Se puede rodar muy deprisa, aunque siempre hay que tener en cuenta las inercias que se generan cuando más de dos toneladas de peso van a una cierta velocidad. Aunque no contemos con ningún sistema que actúe de forma automática sobre la suspensión, lo cierto es que su comportamiento dinámico es sorprendente en todo tipo de trazados. El tren delantero se dirige de forma milimétrica hacia donde el conductor le ordena con el volante y el tren trasero no tiene "ideas propias" y se mantiene dentro de la trayectoria marcada permitiendo una buena velocidad de paso por curva.
Si uno quiere pasar desapercibido, es mejor mirar otros modelos, porque con el S Coupé lo tiene complicado. Pero si se quiere un coche cómodo para viajar, que permite utilizarlo todos los días, con unas prestaciones de alto nivel y con una tecnología a bordo propia del siglo en el que vivimos, no nos cabe ninguna duda que es una más que recomendable opción... si se dispone de los 151.500 euros que cuesta este espectacular modelo.