Con el primogénito Mercedes-AMG GT, presentado en 2014, nació oficialmente la sub-marca AMG dentro de Mercedes, aunque ya en 2010 la “división" AMG se encargó enteramente de la creación y fabricación del emblemático Mercedes SLS AMG. Como con el SLS, el Mercedes-AMG GT fue un modelo propio y específico (en 2019 recibirá un rediseño, otro salpicadero, nuevas tecnologías, equipamientos y llegará una nueva versión GT R Pro) y no simplemente una versión súper deportiva desarrollada sobre uno de los modelos existentes de la gama Mercedes. La libertad para desarrollar un súper deportivo desde cero llevó a AMG a crear un modelo tan puro como un gran coupé con motor delantero central y todas las soluciones técnicas más vanguardistas, a la vez que también ha seguido recreándose con el desarrollo de las versiones más deportivas de las berlinas, coupés y SUV de Mercedes.
No por ello, AMG ha retomado la libertad de crear un nuevo modelo propio, apostando esta vez por la funcionalidad de un formato coupé de 4 puertas (más portón trasero), un concepto de automóvil quizá no muy alejado de lo que puede representar un mismísimo Mercedes CLS AMG, aunque las diferencias son notorias. El Mercedes-AMG GT Coupé 4 puertas presenta una zaga con una definición tipo hatchback y con más de 5 metros de longitud, su imagen general resulta imponente; hereda soluciones estilísticas y tecnológicas inspiradas del Coupé, aunque es cierto que se sustenta sobre una plataforma derivada de la Clase E, pero profundamente modificada, y no le faltan con cierta lógica otros elementos comunes o que resultan muy familiares.
La gama del Mercedes-AMG GT Coupé 4 puertas la componen inicialmente tres versiones: 53 4Matic (135.700 €), 63 4Matic (176.200 €) y 63 S 4 Matic (195.500 €). El primero cuenta con un motor 3.0 de 6 cilindros en línea, con turbo y compresor eléctrico, que desarrolla 435 CV y que además incorpora un alternador/motor con red eléctrica propia de 48 voltios que ofrece puntualmente hasta 22 CV y asume de manera soberbia las funciones de stop-start. También cuando el cambio se desacopla para rodar a vela, el motor térmico se apaga por completo y lo rearranca el potente alternador en milésimas de segundo apenas acariciemos el acelerador. El cambio es automático por convertidor de par de 9 velocidades. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y homologa un consumo medio de 9,1 l/10 km.
Los 63 4Matic y 63 S 4 Matic disponen de un motor 4.0 V8 Turbo (monta dos, uno por bancada) con desconexión de cilindros (cuatro), de 585 CV el primero y 639 CV el segundo, convirtiéndose éste último en el modelo más potente de toda la gama Mercedes-AMG. En los “63", el cambio, también automático de 9 velocidades, sustituye el convertidor hidráulico por un embrague multidisco bañado en aceite. El 63 4Matic acelera de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y homologa un consumo medio de 11,1 l/100 km. 3,2 y 11,3 son las cifras del S. Ambos 63 superan los 300 km/h de velocidad máxima.
Con estos niveles de potencia, desde el mismo 53 4Matic las prestaciones resultarán abrumadoras. Pero no solo es aceleración pura y empuje en toda situación, también es acústica y el propio tacto de sus exquisitamente “violentos" motores lo que definen el carácter del Mercedes-AMG GT Coupé 4 puertas. La dinámica resulta igualmente formidable. De serie, el 53 4Matic montará muelles metálicos y amortiguación activa, pasando a ser la suspensión neumática adaptativa en los 63. Con esta suspensión, el 4 puertas de AMG combina una firmeza exigible para soportar el peso y las increíbles prestaciones del S, con la misma calidad de bacheo exigible en su papel de berlina en el día a día. Por otro lado, el Mercedes-AMG GT Coupé 4 puertas puede disponer de hasta 6 programas de conducción que actúan prácticamente sobre todos los parámetros del chasis y motor, y además también sobre la aerodinámica. Como en el AMG Coupé de 2 puertas, el Airpanel frontal puede abrir o cerrar sus lamas en función a las necesidades de refrigeración o aerodinámicas, pero además el Mercedes-AMG GT Coupé 4 puertas dispone de un alerón posterior retráctil que puede cambiar su posición también para favorecer el apoyo aerodinámico en curva o la resistencia aerodinámica en recta.
Además, las versiones V8 cuentan con dirección integral (opcional en el 53), lo que favorece su maniobrabilidad y agilidad a baja velocidad (hasta 100 km/h), como estabiliza sus reacciones en curva a alta. La tracción 4Matic varía continuamente el reparto de par entre ejes, aun con una clara preponderancia por el trasero, que en la versión 63 S incluye de serie un diferencial trasero con autoblocante. Adicionalmente, también el 63 S añade un modo Drift —seleccionable después de haber accionado el modo de conducción Race y desconectar el ESP— que anularía el envío de par al eje delantero, convirtiendo «de facto» al Mercedes-AMG GT de cuatro puertas en un auténtico propulsión trasera.
Cuando tomas asiento, el Mercedes-AMG GT Coupé 4 puertas te lleva a un ambiente extremadamente deportivo y sofisticado, pero con todo el lujo y adecuado confort que puedes esperar de un deportivo relativamente funcional. En la consola central cuenta con elementos tan innovadores como ocho teclas digitales hápticas de alta definición relacionadas a ciertas funciones del chasis para un manejo más intuitivo. Por otra parte, como estrenó la Clase E, el cuadro de relojes y la pantalla central se fusionan formando una pantalla panorámica donde todo es configurable, para priorizar la información o para cambiar simplemente el diseño o los colores. Detrás se puede elegir una configuración de dos plazas (de serie), otra de dos con butacas individuales y consola central (opcional) o de tres con una banqueta corrida (opcional).
En cualquier caso, el Mercedes-AMG GT Coupé 4 puertas es un deportivo de élite por sus prestaciones y comportamiento, pero igualmente pone su punto de cordura en su usabilidad y funcionalidad de berlina. La producción del nuevo Mercedes-AMG GT Coupé 4 Puertas ha comenzado en septiembre en la planta de Mercedes-Benz en Sindelfingen, en la nave 36. Y los motores V8 se montan en la planta artesanal de AMG en Affalterbach, de acuerdo con el principio «One Man – One Engine».