Megelli 125 R

No es habitual ver una motocicleta de pequeña cilindrada producida en la Gran Bretaña. El país de las míticas Triumph, Norton, BSA o AJS entre otras muchas, nunca se ha prodigado en modelos de corte más funcional o dirigidos al público más joven, un terreno reservado históricamente en Europa a las marcas españolas o italianas.

Megelli 125 R
Megelli 125 R

Pero ahí está una marca como Megelli para romper con esta tradición, aunque si os hemos de ser sinceros del todo, tampoco estamos ante un producto cien por cien inglés como el té a las cinco, puesto que si bien tanto el diseño como la creación de prototipos sí se realiza en las islas, la producción propiamente dicha se lleva a cabo en la China, por una simple cuestión de costes, aunque en una fábrica que trabaja solo para Megelli y bajo la estricta supervisión de súbditos de la Reina Madre.

El primer contacto visual de la Megelli 125 R ya nos indica bien a las claras que no nos encontramos ante un producto cualquiera. Se ha puesto realmente mucho cuidado en su diseño, con detalles dignos de motocicletas de mucha mayor cilindrada. Entre ellos y con luz propia destaca el chasis, de tipo multitubular en acero, con un núcleo central de fundición de aluminio y, sobre todo, el basculante. Una auténtica obra de arte realizada también en estructura multitubular, aunque en este caso el material sea aluminio.

Desde luego, la Megelli es una moto que entra muy bien por la vista y nuestros ojos siguen recorriéndola, deteniéndonos en aspectos como el silenciador central con salida por debajo del colín, el conjunto de estriberas y pedales, los generosos discos de freno de perfil ondulado o las armoniosas líneas de su carrocería. Una auténtica «piel de lobo» que, sin embargo, esconde un «cordero» en su interior, dado que su planta motriz es un sencillo motor de 4T, dos válvulas y refrigeración por aire cuyas prestaciones no hacen honor a una silueta tan deportiva y a una parte ciclo tan trabajada.

No podemos hablar ni mucho menos de una moto lenta, pero sí que, teniendo en cuenta el tipo de público al que va destinada su estética, seguro que más de uno echará en falta la potencia y la estirada de los últimos motores de refrigeración líquida que hemos podido probar en esta categoría.

En cualquier caso, este propulsor destaca por una curva muy plana de potencia, una buena respuesta a bajo y medio régimen y un nivel de vibraciones bastante contenido, teniendo en cuenta su carácter de monocilíndrico y se añora sobre todo la estirada a altas vueltas que distingue a los motores antes mencionados, más teniendo en cuenta que su posición de conducción es lo suficientemente sacrificada (manillar muy bajo, asiento duro) como para poder esperar una compensación en el plano de las prestaciones puras.