Mazda6 1.8 120 CV

El Mazda6 acaba de recibir un leve lavado de cara, pero sigue manteniendo los valores que le han convertido en una berlina elegante y dinámica… a pesar de que a esta versión 1.8 de 120 CV que probamos no le sobra potencia.

Mazda6 1.8 120 CV
Mazda6 1.8 120 CV

El segmento de las berlinas medias es uno de los más competidos dentro del mundo automovilístico. La oferta es muy completa y atractiva. Por eso, algunos de los vehículos que lo forman optan por diferenciarse de sus rivales con determinadas características: espacio interior, capacidad de representación, excelencia mecánica o comportamiento dinámico divertido.Este es el caso del coche que protagoniza nuestro análisis, el Mazda6. Este modelo lleva ya tres años en el mercado, pero es novedad por la ligera actualización estética que acaba de recibir. Ésta se centra en unos faros de nuevo diseño, una mayor importancia del logo y algún cambio en el interior.La versión que hemos probado es la básica de la gama. Se trata de un 1.8 de gasolina que ofrece 120 CV, una cifra que, aunque parece escasa para un propulsor de gasolina y para el tipo de berlina, se revela como más que suficiente para este coche. El Mazda6 1.8 no es un automóvil que destaque por su nivel prestacional, pues es incorpora un motor que, por cilindrada y potencia, no ofrece grandes cifras en este apartado. Sin embargo, es un propulsor bastante razonable, pues nos permite desenvolvernos con total comodidad en ciudad, teniendo suficiente par desde abajo del cuentarrevoluciones, y nos ofrece la posibilidad, una vez lanzado, de mantener cruceros elevados sin demasiadas dificultades. Goza de una buena respuesta, como decíamos, en la zona baja y sube con consistencia de vueltas, aunque se queda algo cojo en la zona alta del cuentarrevoluciones. Cuando la orografía se complica, es necesario echar mano del cambio para reducir una o dos marchas y ganar empuje, pero no supone algo problemático, pues el tacto de la palanca es bueno y los desarrollos están bastante ajustados. Sus cifras de aceleración y de recuperación están en la media de lo que ofrece el segmento en ese nivel de potencia , por debajo de modelos algo más potentes como el Opel Vectra 1.8 de 122 CV y calcando casi las prestaciones que hemos medido en el Toyota Avensis Sedán, 9 CV más potente.El ruido que desprende este motor está bastante bien contenido y sus cifras de sonoridad son las más bajas de entre sus rivales al ralentí, aunque a altas velocidades (160 km/h) el sonido aumenta y pasa a ser uno de los más ruidosos del segmento. En cuanto al consumo, en este segmento, en el que estamos acostumbrados a mayores cilindrada en los motores de gasolina, el gasto es bastante contenido. Según las mediciones de nuestro Centro Técnico, de media gasta 8,3 litros a los 100 km/h, lo que significa que está entre los que menos consumen, únicamente superado por el Octavia 1.6 FSI (con inyección directa de gasolina), que gasta 7,2 litros, y el Avensis 1.8, que gasta 0,1 litros menos.En resumen, este nivel de potencia podría parecer un poco escaso comparando con otros motores de gasolina del segmento (de superior precio, claro está). No obstante, es una elección bastante aceptable para aquellos conductores a los que no les importe en exceso el tema de las prestaciones.El segmento de las berlinas medias es uno de los más competidos dentro del mundo automovilístico. La oferta es muy completa y atractiva. Por eso, algunos de los vehículos que lo forman optan por diferenciarse de sus rivales con determinadas características: espacio interior, capacidad de representación, excelencia mecánica o comportamiento dinámico divertido.Este es el caso del coche que protagoniza nuestro análisis, el Mazda6. Este modelo lleva ya tres años en el mercado, pero es novedad por la ligera actualización estética que acaba de recibir. Ésta se centra en unos faros de nuevo diseño, una mayor importancia del logo y algún cambio en el interior.La versión que hemos probado es la básica de la gama. Se trata de un 1.8 de gasolina que ofrece 120 CV, una cifra que, aunque parece escasa para un propulsor de gasolina y para el tipo de berlina, se revela como más que suficiente para este coche. El Mazda6 1.8 no es un automóvil que destaque por su nivel prestacional, pues es incorpora un motor que, por cilindrada y potencia, no ofrece grandes cifras en este apartado. Sin embargo, es un propulsor bastante razonable, pues nos permite desenvolvernos con total comodidad en ciudad, teniendo suficiente par desde abajo del cuentarrevoluciones, y nos ofrece la posibilidad, una vez lanzado, de mantener cruceros elevados sin demasiadas dificultades. Goza de una buena respuesta, como decíamos, en la zona baja y sube con consistencia de vueltas, aunque se queda algo cojo en la zona alta del cuentarrevoluciones. Cuando la orografía se complica, es necesario echar mano del cambio para reducir una o dos marchas y ganar empuje, pero no supone algo problemático, pues el tacto de la palanca es bueno y los desarrollos están bastante ajustados. Sus cifras de aceleración y de recuperación están en la media de lo que ofrece el segmento en ese nivel de potencia , por debajo de modelos algo más potentes como el Opel Vectra 1.8 de 122 CV y calcando casi las prestaciones que hemos medido en el Toyota Avensis Sedán, 9 CV más potente.El ruido que desprende este motor está bastante bien contenido y sus cifras de sonoridad son las más bajas de entre sus rivales al ralentí, aunque a altas velocidades (160 km/h) el sonido aumenta y pasa a ser uno de los más ruidosos del segmento. En cuanto al consumo, en este segmento, en el que estamos acostumbrados a mayores cilindrada en los motores de gasolina, el gasto es bastante contenido. Según las mediciones de nuestro Centro Técnico, de media gasta 8,3 litros a los 100 km/h, lo que significa que está entre los que menos consumen, únicamente superado por el Octavia 1.6 FSI (con inyección directa de gasolina), que gasta 7,2 litros, y el Avensis 1.8, que gasta 0,1 litros menos.En resumen, este nivel de potencia podría parecer un poco escaso comparando con otros motores de gasolina del segmento (de superior precio, claro está). No obstante, es una elección bastante aceptable para aquellos conductores a los que no les importe en exceso el tema de las prestaciones.