Mazda 3

Someros cambios estéticos con más equipamiento de serie y un ligero recorte a los consumos de sus motores. Así se presenta el Mazda3 en su último asalto.

Mazda 3
Mazda 3

En la marca están inmersos en un gran cambio. Skyactive… en clave. Un conjunto de tecnologías encerradas en un precioso diseño que prometen revolucionar el mercado. Eso será para el año que viene, el SUV compacto CX-5 se encargará de estrenarlo “a granel", aunque algunas pinceladas ya están presentes sobre el Mazda3 (aunque no en nuestro mercado).

De momento, actualización para este modelo que pasa de fase, no de generación. Y no son muchos los cambios. O tal vez no demasiados para verse inmersos en una vorágine de segmento que ha pegado un estirón en tecnología, medidas de ahorro de combustible y ayudas de conducción, con un buen ejemplo de Focus que democratiza todo aquellos al mejor precio.

Ahora llegan modificaciones para modernizar su línea con cambios que se hacen más evidentes en los extremos del coche, fundamentalmente en los paragolpes, siendo el trasero, además, 30 milímetros más corto, aunque no se quita al Mazda3 el privilegio de seguir siendo uno de los coches más largos de la categoría en su carrocería de 5 puertas, la más demandada aquí, aunque recordemos que este compacto también mantiene un atractivo sedán con hechuras de compacto.

Ese nuevo diseño tiene positiva influencia en la aerodinámica (que mejora una décima por carrocería), siendo por esta misma razón por la que los deflectores delanteros son un cincuenta por ciento más rígidos y el carenado sobre los bajos del vehículo tienen un diez por ciento más de superficie.

No hay grandes noticias, sin embargo, en el apartado mecánico, bien resuelto en versiones Diesel por variedad y calidad, aunque hoy se estilan motores a la baja, en potencia (un acceso en 90 CV que Mazda no ofrece) o en cilindrada (sigue usando los 2.2 litros de hasta 185 CV). Ni tampoco se ven ayudados por los tan de moda periféricos que ayuda a ahorrar combustible (con la excepción del 2.0 DiSi de gasolina), aunque los motores del Mazda3 no sean especialmente gastones. Así las cosas, la gama comienza en un 1.6 CRTD que se confirma, ahora más que nunca, como el más equilibrado de la gama, con 115 CV bien dispuestos y aprovechados para que este compacto, incluso en su capaz versión sedán, sea rápido y ágil, aunque también demasiado ruidoso. Es un factor todavía a mejor en esta nueva edición. Le siguen los atípicos 2.2 litros que se sirven en dos niveles de potencia: 150 y 185 CV, ambos con soberbio empuje y elevada prestación.

Algo fría está la cosa, sin embargo, en gasolina. Cumple, por su voluntad, e 1.6i de 105 CV, mientras que el 2.0 DiSi no llega a estimular lo que se esperan de sus 150 CV y eso que esconde una moderna inyección directa de gasolina y, como se ha dicho, un sistema de Stop-Start de delicioso funcionamiento. Sólo un posible cambio automático en la gama, en este caso, asociado a otro 2.0 litros también de 150 CV pero de inyección indirecta, absolutamente diferente al DiSi, mientras que Mazda sigue conservando ese halo de deportividad con su MPS, plantado con el 2.3 litros DiSi turbo de 260 caballos con el que configura un brillante y muy usable Gti de altos vueltos.

Y seguimos enumerando mejoras. Pequeñas, pero suficientes para que en esta parcela el Mazda3 sea una buena opción de compara en su categoría. Han llegado nuevos ajustes en la amortiguación y se han redefinido leyes de asistencia en la dirección eléctrica, al tiempo que el todas las versiones (expelo los 2.2 CTRD) suman un nuevo refuerzo con más puntos de soldadura que aporta rigidez extra al chasis. Ligero en peso absoluto y relativo, el Mazda3 sigue ofreciendo un magnífico compromiso entre estabilidad, confort y dinamismo, siendo un automóvil preciso y ágil en cualquier de sus carrocerías, aunque hablando de peso, no es menos cierto que los dos 1.6 litros, por la influencia de su motor más pequeño y con menor par en comparación con el resto, tienen una mayor precisión de tren delantero y mejor actitud en curva, aunque a cambio, lleven un equipo de frenos más pequeño que el resto de versiones.Hasta una décima de recorte se ha logrado con la superior eficiencia contra el viento que ahora tiene el Mazda3, fundamentalmente por el ahorro conseguido en carretera, porque como se ha comentado, no hay contribución alguna de Stop-Start en más versiones que la ya existente en la anterior adición. Desde 4,3 l/100 km hasta 9,6 l/100 km es la horquilla de consumos (medio homologados) en la que se mueve el Mazda3, siendo el 1.6 CRTD de 115 CV el único que sigue estando exento de Impuesto de Matriculación, bajando desde los 117 g/km a los 115. A destacar el consumo de ambos 2.2 CRTD, al menos el oficial que es con la misma vara con la que se mide la competencia, siendo sus cifras realmente bajas para la potencia que desarrollan. Más pequeñas grandes cosas. Materiales, ajustes, algún que otro componente y botón de nueva factura. Pero entre lo más llamativo, un nuevo navegador Tom Tom con pantalla de 5,8 pulgadas con 4 GB de capacidad ubicado en la consola central, relojes con fondo luz blanca de fondo, indicador de momento óptimo de cambio de marcha y testigo en los retrovisores para controlar en ángulo muerto. Mantiene su excelente presentación y ajustes, aunque el tacto de algunos materiales dejen algo que desear. A mejorar en el habitáculo el aislamiento acústico de motor y rodadura, tal vez, el aspecto donde más penaliza el Mazda3Grande por fuera, sin fisuras por dentro, aunque sun cotas no superan a la media. El Mazda3 no ofrece tanto especio interior como se prevé de su longitud, aunque cumple con buena nota en el promedio de todas sus dimensiones interiores, siendo en el reservado para maletas donde queda evidente que el diseño condiciona la función, porque la carrocería de cinco puertas apenas llega a los 350 litros, cuando hay coches de su segmento que rozan o superan los 400, mientras que el SportSedán se queda en 430 litros, siendo más habitual para este tipo de diseño el medio metro cúbico.Quedan pendientes otros tecnicismos que empiezan a despuntar en la categoría, como radar activo, lector de señales, conmutador de cortas o largas o incluso asistentes de cambio de carril (con aviso y hasta corrección), aunque Mazda ha enriquecido el equipamiento de serie de todos sus acabados y se lanza al mercado con un equipamiento denominado Mirai que añade, sobre el acabado Style y sin sobreprecio, los siguientes elementos: climatizador bizona, sensor de lluvia, retrovisor antideslumbramiento, faros antiniebla, elevalunas trasero y 6 altavoces.