¿Y si te digo que no sé qué familiar de esta comparativa recomendarte? Cuando yo empecé en esto había coches en los que era mejor no subir. No hacía falta comparar mucho para darte cuenta que ese coche no había que comprarlo. Un motor insoportable, unas plazas traseras mal diseñadas, un comportamiento nada efectivo, un consumo inaceptable... siempre había algo. Pero ahora esto ya no pasa. Todos son perfectamente válidos y cumplen con lo que prometen o visualmente aparentan, hasta el punto que podría argumentarte el porqué deberías comprar cualquiera de los tres coches de esta comparativa y no me equivocaría. Está claro que ya no hay coche malo, pero ¿son todos para ti? Pues mi respuesta es contundente: No. Cada uno tiene su personalidad, su carácter y su público. Lo difícil por mi parte no es probarlo, sino transmitirte qué cualidades tiene cada uno para que tú sepas cuál de los tres es el que más se ajusta a lo que buscas. Veamos si soy capaz.
Estamos ante tres coches familiares de marcas generalistas que bien podrían estar firmados por Audi, BMW o Mercedes. Es cierto que encuentras en ellos detalles que por su presentación, que no calidad, no estarían bien vistos en un premium, o que sus marcas carecen del reconocido glamour de Audi, BMW o Mercedes, pero créeme que pones al lado un A4, un Serie 3 o un Clase C en sus versiones equivalentes y, si los analizas objetivamente, no son mejores (ni peores) que estos generalistas, ni por tecnología ni por resultado. Es más, podría imaginarme todo un Audi A4 Avant con un motor tan bueno como el de este Mazda 6 y sería un cochazo, o un motor BMW en el bastidor del 508 SW para hacer otro.
Si estás interesado en un familiar es porque buscas espacio interior, en especial en las plazas traseras y el maletero, ya que es la única diferencia -aparte de la estética- que aportan estos coches con respecto a las berlinas de las que proceden. Si nos centramos sólo en la habitabilidad, metro en mano y dejamos de lado todo lo demás mi recomendación es el Mazda. Es el que tiene las plazas traseras más amplias tanto en anchura como en espacio para las piernas. La diferencia tampoco es mucha con respecto 508 y Avensis, entre 1 y 2 cm, y no debería ser determinante para tu elección. Lo que ha llamado mi atención del 6 es la altura trasera, muy buena y superior a la correcta del 508 y justa del Avensis que tan sólo están separados por 1 cm; ambas unidades venían equipadas con el techo panorámico de cristal -magnífico el del 508, por cierto- ideal para que los niños se entretengan y que los adultos tengamos mayor sensación de espacio, pero baja la altura hasta el punto que un adulto de más de 1,80 pueda ir más incómodo.
El siguiente capítulo de espacio habría que dedicárselo al maletero. Aquí por tamaño me quedo con el del Peugeot, y no me importaría nada apostar por el Avensis ya que tan sólo les separan 10 litros de diferencia que difícilmente podrás apreciar. El Mazda se queda en los 500 litros de volumen, que no está nada mal, y compensa la falta de espacio con la mejor bandeja cubre maletero; mientras que en los otros dos tienes que quitarla y ponerla cada vez que abres el maletero, en éste te olvidas. Los tres coches tienen el espacio bien estudiado de tal forma que puedas llenar todo el maletero con maletas "duras" sin que se quede un hueco libre perdido. El Avensis tiene unos útiles carriles en el suelo en los que puedes mover los ganchos para sujetar cosas, mientras que los otros dos te permiten abatir la fila trasera con unos tiradores en los laterales del maletero. Esto no se cómo lo verás tu pero para mi es muy útil, ya que puedes llegar cargado, con la bici por ejemplo, y abatir rápidamente y sin esfuerzo físico y con una sola mano.
Pero el espacio, aunque importante en estos coches, no lo es todo. La calidad interior, el confort, el equipamiento o la ergonomía también importan. Los tres están a buen nivel. El que más aspecto de premium tiene es el Peugeot, que aporta una presentación impecable. Personalmente es el que más me ha gustado tanto por diseño como por ergonomía. Tras él colocaría a los dos japoneses, si bien el Mazda apuesta por una estética más deportiva y el Toyota más clásica, a pesar de su apellido Cross Sport. Delante se viaja cómodo en los tres. Detrás el Toyota carece de túnel central, lo que es una ventaja, pero en la plaza central trasera el mullido es duro. Peugeot y Mazda tienen buenos asientos atrás, aunque en el francés, gracias al enorme techo panorámico y sus ventanas de mayor superficie acristalada, reduce la sensación de encierro propia de estas plazas.
Las tres versiones elegidas corresponden a la mejor opción viajera de sus gamas. No hace falta más potencia para moverse cargados en verano y con el climatizador a tope y disponen de agradables motores en ciudad. Por refinamiento mecánico y rendimiento en esta comparativa hay un claro vencedor: el Mazda. Para mi el HDI del Peugeot era una de mis referencias de motor completo pero el japonés es más moderno y tecnológicamente avanzado -es un 2.2 con dos turbos en cascada-, y se nota. No hay más que fijarse en su elevado nivel prestacional y los magníficos consumos que obtiene. Esta unidad ha dado más potencia de lo anunciado, algo que espero sea normal y no un pequeño empujón por parte del departamento de comunicación, aunque más potencia debería implicar más consumo y los 5,6 l/100 km que nos ha gastado de media me parecen soberbios y hacen que se desvanezca cualquier duda.
El HDI del Peugeot sigue estando en la parte alta y también es recomendable. Es un motor agradable y rápido y tampoco tiene un consumo excesivo. La unidad del Avensis que pudimos probar venía con el cambio automático, que lo deja un poco en desventaja tanto en prestaciones como en consumos. Lo cierto es que es un motor más veterano; funciona bien y no te planteará problemas. Tiene un carácter más tranquilo que los otros dos pero gasta más y eso hoy en día se mira mucho.
Si me preguntas cuál se comporta mejor tengo mis dudas. Todos cumplen con más de lo esperado. De primeras el que más me ha gustado es el bastidor del 508 SW tanto por aplomo como por confort o refinamiento. Es agradable y va por donde le pides siempre y cuando no lo saques de su concepto de familiar. El Toyota resulta fácil de llevar, con un compromiso más cercano al confort que a la efectividad, no emociona pero tampoco defrauda. El Mazda apunta maneras de "deportivo" con un pequeño plus de control sobre el 508 pero cuando lo fuerzas se descompone ligeramente y pasa de la superior sensación inicial de control a un comportamiento menos dinámico. Es una cuestión pura de calidad de neumáticos, algo que confirman los datos de frenada. En cualquier caso, y a pesar de mi elección, creo que el nivel es alto en los tres. No se si con esto te he aclarado algo o sigues con las mismas dudas. Puede que el precio final en el concesionario, que es mejor si te aprovechas del PIVE, sea el que determine tu elección. Suerte.
