Kia Venga 1.4 CRDi Drive

Bajo la lupa, el Kia Cee’d nos sorprendió. Ahora, el nuevo Venga aspira a la superación. Diseño, amplitud, flexibilidad… La última novedad coreana nos transporta a otra dimensión. Nunca poco más de cuatro metros dieron para tanto. Se abre algo más que un nuevo espacio urbano. Viajamos de Madrid a Barcelona para comprobarlo.

Kia Venga 1.4CRDi Drive
Kia Venga 1.4CRDi Drive

Circunvalaciones, peaje y 600 kilómetros de autopista. Prueba de fuego para un Kia Venga… que se resiente. Algo no encaja y, desde 100 km/h, un silbido pide paso desde la ventana. Nos acordamos de una charla con la gente de Kia: «Aún quedan ajustes que pulir en la nueva fábrica de Chequia». ¿Será consecuencia? Afortunadamente, más tarde creemos descubrir que sólo es fallo de calibración de cierre del elevalunas. Solucionado, incluso sorprende su buen aislamiento acústico. Bien trabajado, como la calidad de rodadura.

La mencionada gran anchura y batalla del Kia Venga generan un aplomo y una estabilidad lineal de coche grande. Parece más turismo y menos monovolumen que el Citroën C3 Picasso, por poner un ejemplo de rival. Incluso por encima deRenault Grand Modus y Nissan Note, aunque no tanto en refinamiento de tacto. El Kia Venga convence, también por su cambio manual de 6 relaciones: aún poco usual en el segmento, y con marchas bien elegidas para sacar partido al motor. Aquí sí brilla.

En consumo, menos de 6 l/100 km de media. No está nada mal. Entonces, ¿por qué vemos tan poca autonomía (500 km) si tiene un amplio depósito? Al repostar, lo comprendemos. Con 30 euros, lo llenamos. Cuestión de diseño del depósito para optimización de espacio: la manguera salta a falta de 10 litros(perdemos 1/4 de capacidad), imposibles de llenar si no es gota a gota. Único incordio en un Kia Venga cómodo, amplio, seguro (ESP, 8 airbags, reposacabezas activos, cinturones con pretensores y limitadores de carga…) y con precio, no barato, pero sí competitivo. ¿Más fuerza para «tirar» de carga? Interesante por 1.800 euros más optar quizá al motor 1.6 CRDi, con mayores neumáticos, tapicería en piel y tela, y sensores de luz y aparcamiento.

Fin del trayecto. No han sido las 3 horas del AVE, ni cogemos sus 300 km/h: «echamos» casi el día, pero parando a disfrutar de Barcelona, Zaragoza y Medinaceli. Una libertad que, todo sea dicho, nunca dará el tren.

Ya en Madrid, turno para introducir al Venga en nuestra pista de ensayos. Y, aquí, Kia demuestra que no es lo que era. El Cee’d ya lo apuntó, y ahora se confirmaun elaborado bastidor. No parten de misma plataforma; de hecho, menos sofisticado, el Venga monta eje trasero torsional en lugar de un multibrazo. Pero sí puesta a punto. Diseñado para Europa, intuíamos que su gran anchura de vías y enorme batalla contrarrestarían la mayor altura del centro de gravedad que sus rivales. Y en carretera se ha destapado con mejor calidad de rodadura. Las suspensiones filtran correctamente el firme, pero añadiendo un punto extra necesario de firmeza a la amortiguación para sujetar la carrocería. No reina en confort (un Citroën C3 Picasso es más cómodo), pero sí consigue gran compromiso dinámico.

Aun así, no sospechábamos que en pruebas de circuito cerrado soportaría el Kia Venga tan bien los tests. El eslalon, por ejemplo, lo supera sin dificultad. Obviamente, por su volumen, no bate récords. Pero el balanceo, que existe, es contenido, mientras la dirección, eléctrica, guía con precisión los cambios de apoyo, y la trasera no muestra interés por desmandarse.

 

El límite en el nuevo Kia Venga recae siempre sobre el tren delantero, lo que beneficia fáciles correcciones. Más sorprendente es la prueba de esquiva. Entra bien… y sale como un rayo. Hasta 15 km/h más rápido que los nuevos Opel Astra o Citroën C3. Está claro: el ESP, de serie, sólo actúa cuando es estrictamente necesario. Antes, ni interfiere, ni frena el coche. Debate entonces: ¿preferible a un control muy intrusivo, pero que salvaguarda de mayores dificultades a conductores no expertos? Seguro, si bien el Venga ha demostrado excelentes reacciones al límite: es progresivo, no pierde fácilmente trayectoria ante exigencias y hasta mejora tiempos con el ESP desconectado.

El chasis del Kia Venga es realmente bueno. A ello une excepcionales frenos, en tacto y distancias tanto en seco como en firme deslizante. Otra conclusión. Sus «pequeños» neumáticos 195/65 R15 cumplen bien en prestaciones, sin castigar confort. ¿Para qué más?

  • Increíble su espacio
  • Diseño y presentación
  • Calidad de rodadura
  • Llenado de depósito/autonomía
  • Motor poco refinado
  • Recuperaciones