En Jaguar y Land Rover han creado el departamento SVO (Special Vehicle Operations), muy al estilo de lo que hace Audi con los RS, BMW con los M y Mercedes con los AMG. Se encarga de convertir en los ya de por si exclusivos Jaguar en modelos con un aire mucho más deportivo. El primero que nació bajo las siglas SVO fue el Jaguar Project 7, una espectacular edición limitada a 250 coches. Tras él llegó el Range Rover Autobiography y ahora han decidido crear su primera versión “normal”. Para ello han acudido al ya de por sí F-Type R, que tras pasar por el SVO se transforma en un todavía más espectacular Jaguar F-Type SVR que ves en las imágenes. Aumenta la potencia, su bastidor se hace más deportivo y personaliza su estética, tanto exterior como interior. Veamos qué tal va.
El Jaguar F-Type SVR pesa 50 kg menos y ofrece 25 caballos más que el R, además de disponer de un bastidor más deportivo e imagen personalizada. Delante se ha reducido el diámetro de la estabilizadora en un 5 por ciento con el fin de suavizar la entrada en curva. Detrás estrena unas nuevas manguetas que permiten mayor rigidez, la dirección ha sido recalibrada y lleva amortiguadores y muelles diferentes, con nuevo software. La gestión electrónica del diferencial y la tracción total, que son de fabricación propia por cierto, y los controles de tracción y estabilidad reciben nuevas órdenes que afectan al Torque Vectoring y al reparto de tracción, pudiendo desconectarse por completo además de ofrecer un modo deportivo más permisivo. Recibe unas llantas de aleación más grandes y ligeras y con neumáticos de mayor medida y mantiene los discos carbocerámicos en opción. El motor cambia su electrónica para generar 25 caballos y 2 mkg más. Aumenta así la potencia hasta los 575 caballos, que le permiten alcanzar los 322 km/h en versión coupé y 314 km/h en la descapotable o llegar a los 100 km/h en tan solo 3,7 segundos. Estrena un escape de titanio 16 kilos más ligero y que además reduce contrapresiones. Mantiene el cambio automático de 8 velocidades y origen ZF, también con su velocidad de cambio modificada para ganar tiempo y la deportiva función de salida.
Por fuera el trabajo del Jaguar F-Type SVR se ha enfocado en optimizar su aerodinámica tanto para reducir CX como para mejorar la carga a alta velocidad. Para ello han incluido un nuevo alerón trasero retráctil que se sube automáticamente a los 95 km/h en el cabrio y a 110 km/h en el coupé. Trabaja en conjunto con un difusor trasero, el fondo prácticamente plano (no es de una pieza) y el spliter delantero. También hay modificaciones en el frontal, orientadas a satisfacer las nuevas necesidades de refrigeración del motor, con tomas más grandes en el paragolpes, salidas de aire caliente del capó y laterales. Tanto en el interior como en el exterior encontramos la firma SVR en todas partes y hay fibra de carbono y aluminio en abundancia.
El comportamiento cambia y se vuelve algo más radical por su dureza y rapidez de reacciones, pero guardando siempre ese aire de Gran Turismo que siempre ha tenido el F-Type desde sus versiones más modestas. Es un coche que puedes usar todos los días con el único y lógico inconveniente de la dureza. Si hubiese que definirlo en dos palabras utilizaría sonido y velocidad. Corre mucho y suena espectacularmente alto (Ver vídeo), sobre todo si has decidido llevar las mariposas del escape abiertas a golpe de botón. Habrá quien vea su sonido algo exagerado, nada tiene que envidiar a un Maserati o a un Lamborghini, pero entonces es que este coche no es para él. Se comporta bien en el paseo rápido, que puede llegar a ser muy rápido. La dirección es obediente y se complementa con un tren trasero que tiende a seguirla inmediatamente, algo que obliga a concentrarse un poco en circuito; entre el par que tiene y el agresivo Torque Vectoring del modo deportivo hace que tengamos que corregir con la dirección más de lo habitual; es cuestión de frenar un poco antes y meter menos dirección al inicio de la curva. Cuesta acostumbrarse pero es efectivo. Lo que ya no lo es tanto es el peso, que se nota (en proporción a su tamaño y condición de deportivo) en cada frenada y en la transferencia de masas; nadie diría que es un coche de aluminio y biplaza. Fuera del circuito el peso no se aprecia y se disfruta hasta cuando está parado, porque es espectacular ya sea en versión coupé o cabrio. El Jaguar F-Type SVR cuesta 158.600 euros en versión coupé y 166.600 euros en la convertible. Precio alto pero no tanto si lo comparas con sus rivales en potencia.
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