Infiniti G37 S vs BMW 335i Coupé

Si en los últimos tiempos una marca se ha erigido en estandarte de la deportividad, esa ha sido BMW. Como icono a superar, buen número de rivales le surgen con pretensión de batirla. La mas reciente es Infiniti, cuyo G37 Coupé S se erige como serio contendiente.

Infiniti G37 S vs BMW 335i Coupé
Infiniti G37 S vs BMW 335i Coupé

El Infiniti G37 Coupé dispone, de serie, de cuatro ruedas directrices. Con esto, ya se aventura un coche de extrema capacidad direccional. Al principio, incluso, sorprende. En muchas marcas, la búsqueda de la máxima agilidad puede llegar a extremos que sobrepasan lo razonable. El G37 Coupe S roza este límite. De hecho, donde más a gusto se encuentra el conductor es en curvas muy cerradas, esas de casi media vuelta de volante. Vamos, las horquillas de montaña. En las demás, si se circula realmente deprisa, el conductor trabaja con denuedo al volante, con ligeras correcciones, normalmente, por exceso de giro, hasta que se acostumbra. Además, este coche sufre un importante sobreviraje si aceleramos a alto régimen a la salida de las curvas, momento en el que el control de estabilidad «le echa el ancla» de forma intrusiva. Por tanto, curiosamente, si queremos extraer todo su potencial conviene salir de las curvas a medio régimen, con una marcha más alta de lo que podría por régimen de motor. Así, el ESP se queda bastante más ‘quietecito’ y no frena al coche a cada salida de la curva.

Motores en liza
La marca Infiniti se muestra como una gran desconocida para el aficionado al automóvil en nuestro país. No es extraño, pues su exclusiva distribución en Norteamérica hasta hace bien poco lo convertían en un extraño recién llegado, por lo que trataremos de responder a todos aquellos a los que no les suene de nada. Infiniti es la marca de la alianza Nissan-Renault destinada a generar productos selectos y de alto nivel de prestaciones y lujo. En fechas recientes se ha adoptado la decisión de extender su área de comercialización a otras zonas mundiales, como nuestro continente. Descubrir BMW ahora, está fuera de lugar, aunque quizás no estén muy difundidos algunos pensamientos de sus dirigentes que podrían hacernos comprender su liderazgo. No sería la primera vez que oyésemos a alguno decir que su única forma de sobrevivir en un mercado tan agresivo es mantener un año de ventaja tecnológica sobre sus rivales, cualquiera que sea el sistema introducido. Por ello, por ejemplo, el motor del Infiniti podría dejarnos sin adjetivos antes su excelente rendimiento. Pero es que el del BMW, efectivamente, lleva una generación de adelanto. Olvidado su dogma atmosférico, la marca alemana se embarca en la sobrealimentación, doble en este caso, tecnología que dominará hasta el reinado de los híbridos. Como ocurre algunas veces, las unidades disponibles para probar incorporan determinadas opciones que modifican parámetros básicos de rendimiento. Esto ocurre con el BMW 335i Coupé entre cuyo paquete de opciones incluye las llantas y neumáticos de más diámetro y anchura. El equipo que monta cuesta más de 1.600 euros, por lo que la explicación no es baladí. También incorpora la dirección activa, un elemento que cuesta, más o menos, lo mismo. Por tanto, disfrutar del bastidor de esta unidad sale, al menos, por unos 3.200 euros más de su precio inicial. Eso si, por este dinero tendremos entre manos una máquina total, al menos, sobre asfalto seco. Pocas veces hemos conducido un vehículo de cuatro plazas con la precisión, instantaneidad y eficacia de este 335i Coupé. ¡Y mira que han pasado excelentes coches por nuestras manos! Eso sí, cuando la adherencia baja, el reparto de pesos, con la zaga muy cargada y la catarata de par dirigida hacia las ruedas traseras nos hace más que prudentes a la hora de aprovechar el agarre de los anchos neumáticos. El Infiniti G37 Coupé dispone, de serie, de cuatro ruedas directrices. Con esto, ya se aventura un coche de extrema capacidad direccional. Al principio, incluso, sorprende. En muchas marcas, la búsqueda de la máxima agilidad puede llegar a extremos que sobrepasan lo razonable. El G37 Coupe S roza este límite. De hecho, donde más a gusto se encuentra el conductor es en curvas muy cerradas, esas de casi media vuelta de volante. Vamos, las horquillas de montaña. En las demás, si se circula realmente deprisa, el conductor trabaja con denuedo al volante, con ligeras correcciones, normalmente, por exceso de giro, hasta que se acostumbra. Además, este coche sufre un importante sobreviraje si aceleramos a alto régimen a la salida de las curvas, momento en el que el control de estabilidad «le echa el ancla» de forma intrusiva. Por tanto, curiosamente, si queremos extraer todo su potencial conviene salir de las curvas a medio régimen, con una marcha más alta de lo que podría por régimen de motor. Así, el ESP se queda bastante más ‘quietecito’ y no frena al coche a cada salida de la curva.
Motores en liza
La marca Infiniti se muestra como una gran desconocida para el aficionado al automóvil en nuestro país. No es extraño, pues su exclusiva distribución en Norteamérica hasta hace bien poco lo convertían en un extraño recién llegado, por lo que trataremos de responder a todos aquellos a los que no les suene de nada. Infiniti es la marca de la alianza Nissan-Renault destinada a generar productos selectos y de alto nivel de prestaciones y lujo. En fechas recientes se ha adoptado la decisión de extender su área de comercialización a otras zonas mundiales, como nuestro continente. Descubrir BMW ahora, está fuera de lugar, aunque quizás no estén muy difundidos algunos pensamientos de sus dirigentes que podrían hacernos comprender su liderazgo. No sería la primera vez que oyésemos a alguno decir que su única forma de sobrevivir en un mercado tan agresivo es mantener un año de ventaja tecnológica sobre sus rivales, cualquiera que sea el sistema introducido. Por ello, por ejemplo, el motor del Infiniti podría dejarnos sin adjetivos antes su excelente rendimiento. Pero es que el del BMW, efectivamente, lleva una generación de adelanto. Olvidado su dogma atmosférico, la marca alemana se embarca en la sobrealimentación, doble en este caso, tecnología que dominará hasta el reinado de los híbridos. Como ocurre algunas veces, las unidades disponibles para probar incorporan determinadas opciones que modifican parámetros básicos de rendimiento. Esto ocurre con el BMW 335i Coupé entre cuyo paquete de opciones incluye las llantas y neumáticos de más diámetro y anchura. El equipo que monta cuesta más de 1.600 euros, por lo que la explicación no es baladí. También incorpora la dirección activa, un elemento que cuesta, más o menos, lo mismo. Por tanto, disfrutar del bastidor de esta unidad sale, al menos, por unos 3.200 euros más de su precio inicial. Eso si, por este dinero tendremos entre manos una máquina total, al menos, sobre asfalto seco. Pocas veces hemos conducido un vehículo de cuatro plazas con la precisión, instantaneidad y eficacia de este 335i Coupé. ¡Y mira que han pasado excelentes coches por nuestras manos! Eso sí, cuando la adherencia baja, el reparto de pesos, con la zaga muy cargada y la catarata de par dirigida hacia las ruedas traseras nos hace más que prudentes a la hora de aprovechar el agarre de los anchos neumáticos. El Infiniti G37 Coupé dispone, de serie, de cuatro ruedas directrices. Con esto, ya se aventura un coche de extrema capacidad direccional. Al principio, incluso, sorprende. En muchas marcas, la búsqueda de la máxima agilidad puede llegar a extremos que sobrepasan lo razonable. El G37 Coupe S roza este límite. De hecho, donde más a gusto se encuentra el conductor es en curvas muy cerradas, esas de casi media vuelta de volante. Vamos, las horquillas de montaña. En las demás, si se circula realmente deprisa, el conductor trabaja con denuedo al volante, con ligeras correcciones, normalmente, por exceso de giro, hasta que se acostumbra. Además, este coche sufre un importante sobreviraje si aceleramos a alto régimen a la salida de las curvas, momento en el que el control de estabilidad «le echa el ancla» de forma intrusiva. Por tanto, curiosamente, si queremos extraer todo su potencial conviene salir de las curvas a medio régimen, con una marcha más alta de lo que podría por régimen de motor. Así, el ESP se queda bastante más ‘quietecito’ y no frena al coche a cada salida de la curva.
Motores en liza
La marca Infiniti se muestra como una gran desconocida para el aficionado al automóvil en nuestro país. No es extraño, pues su exclusiva distribución en Norteamérica hasta hace bien poco lo convertían en un extraño recién llegado, por lo que trataremos de responder a todos aquellos a los que no les suene de nada. Infiniti es la marca de la alianza Nissan-Renault destinada a generar productos selectos y de alto nivel de prestaciones y lujo. En fechas recientes se ha adoptado la decisión de extender su área de comercialización a otras zonas mundiales, como nuestro continente. Descubrir BMW ahora, está fuera de lugar, aunque quizás no estén muy difundidos algunos pensamientos de sus dirigentes que podrían hacernos comprender su liderazgo. No sería la primera vez que oyésemos a alguno decir que su única forma de sobrevivir en un mercado tan agresivo es mantener un año de ventaja tecnológica sobre sus rivales, cualquiera que sea el sistema introducido. Por ello, por ejemplo, el motor del Infiniti podría dejarnos sin adjetivos antes su excelente rendimiento. Pero es que el del BMW, efectivamente, lleva una generación de adelanto. Olvidado su dogma atmosférico, la marca alemana se embarca en la sobrealimentación, doble en este caso, tecnología que dominará hasta el reinado de los híbridos. Como ocurre algunas veces, las unidades disponibles para probar incorporan determinadas opciones que modifican parámetros básicos de rendimiento. Esto ocurre con el BMW 335i Coupé entre cuyo paquete de opciones incluye las llantas y neumáticos de más diámetro y anchura. El equipo que monta cuesta más de 1.600 euros, por lo que la explicación no es baladí. También incorpora la dirección activa, un elemento que cuesta, más o menos, lo mismo. Por tanto, disfrutar del bastidor de esta unidad sale, al menos, por unos 3.200 euros más de su precio inicial. Eso si, por este dinero tendremos entre manos una máquina total, al menos, sobre asfalto seco. Pocas veces hemos conducido un vehículo de cuatro plazas con la precisión, instantaneidad y eficacia de este 335i Coupé. ¡Y mira que han pasado excelentes coches por nuestras manos! Eso sí, cuando la adherencia baja, el reparto de pesos, con la zaga muy cargada y la catarata de par dirigida hacia las ruedas traseras nos hace más que prudentes a la hora de aprovechar el agarre de los anchos neumáticos. El Infiniti G37 Coupé dispone, de serie, de cuatro ruedas directrices. Con esto, ya se aventura un coche de extrema capacidad direccional. Al principio, incluso, sorprende. En muchas marcas, la búsqueda de la máxima agilidad puede llegar a extremos que sobrepasan lo razonable. El G37 Coupe S roza este límite. De hecho, donde más a gusto se encuentra el conductor es en curvas muy cerradas, esas de casi media vuelta de volante. Vamos, las horquillas de montaña. En las demás, si se circula realmente deprisa, el conductor trabaja con denuedo al volante, con ligeras correcciones, normalmente, por exceso de giro, hasta que se acostumbra. Además, este coche sufre un importante sobreviraje si aceleramos a alto régimen a la salida de las curvas, momento en el que el control de estabilidad «le echa el ancla» de forma intrusiva. Por tanto, curiosamente, si queremos extraer todo su potencial conviene salir de las curvas a medio régimen, con una marcha más alta de lo que podría por régimen de motor. Así, el ESP se queda bastante más ‘quietecito’ y no frena al coche a cada salida de la curva.
Motores en liza
La marca Infiniti se muestra como una gran desconocida para el aficionado al automóvil en nuestro país. No es extraño, pues su exclusiva distribución en Norteamérica hasta hace bien poco lo convertían en un extraño recién llegado, por lo que trataremos de responder a todos aquellos a los que no les suene de nada. Infiniti es la marca de la alianza Nissan-Renault destinada a generar productos selectos y de alto nivel de prestaciones y lujo. En fechas recientes se ha adoptado la decisión de extender su área de comercialización a otras zonas mundiales, como nuestro continente. Descubrir BMW ahora, está fuera de lugar, aunque quizás no estén muy difundidos algunos pensamientos de sus dirigentes que podrían hacernos comprender su liderazgo. No sería la primera vez que oyésemos a alguno decir que su única forma de sobrevivir en un mercado tan agresivo es mantener un año de ventaja tecnológica sobre sus rivales, cualquiera que sea el sistema introducido. Por ello, por ejemplo, el motor del Infiniti podría dejarnos sin adjetivos antes su excelente rendimiento. Pero es que el del BMW, efectivamente, lleva una generación de adelanto. Olvidado su dogma atmosférico, la marca alemana se embarca en la sobrealimentación, doble en este caso, tecnología que dominará hasta el reinado de los híbridos. Como ocurre algunas veces, las unidades disponibles para probar incorporan determinadas opciones que modifican parámetros básicos de rendimiento. Esto ocurre con el BMW 335i Coupé entre cuyo paquete de opciones incluye las llantas y neumáticos de más diámetro y anchura. El equipo que monta cuesta más de 1.600 euros, por lo que la explicación no es baladí. También incorpora la dirección activa, un elemento que cuesta, más o menos, lo mismo. Por tanto, disfrutar del bastidor de esta unidad sale, al menos, por unos 3.200 euros más de su precio inicial. Eso si, por este dinero tendremos entre manos una máquina total, al menos, sobre asfalto seco. Pocas veces hemos conducido un vehículo de cuatro plazas con la precisión, instantaneidad y eficacia de este 335i Coupé. ¡Y mira que han pasado excelentes coches por nuestras manos! Eso sí, cuando la adherencia baja, el reparto de pesos, con la zaga muy cargada y la catarata de par dirigida hacia las ruedas traseras nos hace más que prudentes a la hora de aprovechar el agarre de los anchos neumáticos.