Infiniti G37 Cabrio

Ya nos gustó el Infiniti G37 Coupé y ahora gana distinción y polivalencia gracias a un techo que aparece o desaparece a golpe de tecla en 25 segundos.

Infiniti G37 Cabrio
Infiniti G37 Cabrio

Primero fue la berlina, luego el coupé y ahora el Cabrio. La familia G37 de Infiniti crece –con este son cinco los modelos comercializados– y ahora es el turno del elegante descapotable de cuatro plazas que aporta, sobre el conocido coupé, mucho más maletero –366 litros con el techo puesto–, mucha más versatilidad gracias a su techo metálico de tres piezas, pero eso sí, todo con un sobrecoste de 11.600 euros frente al modelo cerrado.56.100 euros puede parecer un precio desmesurado para un cabrio pero si lo enfrentamos a sus rivales con la aureola premium –A5 Cabrio, Serie 3 CC, Mercedes CLK, IS Cabrio–, vemos que el Infiniti G37 Cabrio ofrece mucho más por mucho menos. El acabado GT ya ofrece un equipamiento casi insuperable con elementos como cuero, faros bixenón activos, climatizador independiente por zonas, pintura autorreparadora, superequipo de sonido firmado por Bose, sensores de parking junto a cámara trasera... Para los que aún quieran más de este descapotable firmado por Infiniti, el escalón superior Premium aumenta el confort con un más prestacional equipo de entretenimiento –trece altavoces incluidos, dos en los reposacabezas delanteros–, asientos con memoria, calefacción y aire acondicionado… En este caso la factura del G37 Cabrio se eleva en 3.600 euros. No nos acompaña la climatología a la hora de conducir este Infiniti G37 Cabrio. Los últimos flecos de la gota fría nos impiden circular a cielo descubierto con el descapotable de Infiniti. Tomamos asiento. El cuero nos envuelve. Recolocamos el volante y a la vez se recoloca el cuadro de mandos. Interesante. Arrancamos pulsando una tecla a la derecha del volante. Pura delicia el sonido del motor, un V6 atmosférico de 3,7 litros que encontramos también, no ya en sus hermanos, sino en toda la gama de Infiniti –recordemos que estamos frente a un modelo de la división de lujo de Nissan, por lo que algunos mandos nos recuerdan, por ejemplo, a Murano–. El motor empuja y de verdad. Nos gusta ver cómo se dispara la aguja del cuentavueltas hasta por encima de las 7.000 vueltas. Este G37 Cabrio no puede disponer de ruedas directrices como su hermano el coupé. En el capítulo de cambios, dos opciones: de serie un manual de seis relaciones, y por 2.300 un automático de siete velocidades con accionamiento secuencial con levas de magnesio en el volante.Hacemos una parada y decidimos tomar asiento en las plazas traseras de nuestro Infiniti Cabrio. Accionamos un asa –no es un tirador como estamos acostumbrados–, eso sí con el correspondiente tapizado en cuero y procedemos a un ejercicio de contorsión obligatorio, al menos para los menos ágiles como nosotros. Una vez sentados, no es difícil tocar con la cabeza en el techo siempre que nos aproximemos a los 1,80 metros de altura. Con el coche descapotado, este encajonamiento desaparece y podemos acomodarnos mejor, disfrutando de un verdadero cuatro plazas sin techo.Primero fue la berlina, luego el coupé y ahora el Cabrio. La familia G37 de Infiniti crece –con este son cinco los modelos comercializados– y ahora es el turno del elegante descapotable de cuatro plazas que aporta, sobre el conocido coupé, mucho más maletero –366 litros con el techo puesto–, mucha más versatilidad gracias a su techo metálico de tres piezas, pero eso sí, todo con un sobrecoste de 11.600 euros frente al modelo cerrado.56.100 euros puede parecer un precio desmesurado para un cabrio pero si lo enfrentamos a sus rivales con la aureola premium –A5 Cabrio, Serie 3 CC, Mercedes CLK, IS Cabrio–, vemos que el Infiniti G37 Cabrio ofrece mucho más por mucho menos. El acabado GT ya ofrece un equipamiento casi insuperable con elementos como cuero, faros bixenón activos, climatizador independiente por zonas, pintura autorreparadora, superequipo de sonido firmado por Bose, sensores de parking junto a cámara trasera... Para los que aún quieran más de este descapotable firmado por Infiniti, el escalón superior Premium aumenta el confort con un más prestacional equipo de entretenimiento –trece altavoces incluidos, dos en los reposacabezas delanteros–, asientos con memoria, calefacción y aire acondicionado… En este caso la factura del G37 Cabrio se eleva en 3.600 euros. No nos acompaña la climatología a la hora de conducir este Infiniti G37 Cabrio. Los últimos flecos de la gota fría nos impiden circular a cielo descubierto con el descapotable de Infiniti. Tomamos asiento. El cuero nos envuelve. Recolocamos el volante y a la vez se recoloca el cuadro de mandos. Interesante. Arrancamos pulsando una tecla a la derecha del volante. Pura delicia el sonido del motor, un V6 atmosférico de 3,7 litros que encontramos también, no ya en sus hermanos, sino en toda la gama de Infiniti –recordemos que estamos frente a un modelo de la división de lujo de Nissan, por lo que algunos mandos nos recuerdan, por ejemplo, a Murano–. El motor empuja y de verdad. Nos gusta ver cómo se dispara la aguja del cuentavueltas hasta por encima de las 7.000 vueltas. Este G37 Cabrio no puede disponer de ruedas directrices como su hermano el coupé. En el capítulo de cambios, dos opciones: de serie un manual de seis relaciones, y por 2.300 un automático de siete velocidades con accionamiento secuencial con levas de magnesio en el volante.Hacemos una parada y decidimos tomar asiento en las plazas traseras de nuestro Infiniti Cabrio. Accionamos un asa –no es un tirador como estamos acostumbrados–, eso sí con el correspondiente tapizado en cuero y procedemos a un ejercicio de contorsión obligatorio, al menos para los menos ágiles como nosotros. Una vez sentados, no es difícil tocar con la cabeza en el techo siempre que nos aproximemos a los 1,80 metros de altura. Con el coche descapotado, este encajonamiento desaparece y podemos acomodarnos mejor, disfrutando de un verdadero cuatro plazas sin techo.