Honda Legend

Después de seis años de ausencia, el Honda Legend vuelve al mercado con el ánimo de convertirse en “una alternativa a los modelos premium" más vendidos. Completamente nueva, la berlina japonesa aporta un interesante nivel de confort y lujo, aunque, seguramente, lo más interesante sea la sofisticada combinación de motor poderoso y tracción integral que propone este coche.

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Presentado en los alrededores de Salzburgo, en el Tirol austriaco, el Honda Legend tiene muy poco que ver con el que dejó de venderse en el año 2000. Ahora, confirmado el poderío de Honda como gran motorista, el coche llega a Europa con mucho que decir en cuanto a dinamismo y prestaciones gracias a su motor V6 de 295 CV y a su avanzado sistema de tracción SH-AWD. Además, se ha puesto muy bien al día en cuestión de acabados, materiales y, sobre todo, equipamiento. Con estas armas, Honda se ha propuesto que el Legend se haga con un sitio entre las berlinas de gama alta. La misión es complicada, pues el mercado europeo está dominado por los coches de Audi, BMW y Mercedes y, la verdad, queda poco hueco para otros nombres. En España, donde Honda no disfruta de un gran reconocimiento de marca, la tarea es todavía más complicada. De ahí que la marca nipona se fije el objetivo de vender unos 200 coches al año en nuestro país, una meta que no parece excesivamente ambiciosa. El Legend se pondrá a la venta en septiembre, justo al acabar la temporada veraniega, y, por ahora, no han querido confesarnos cuánto va a costar. Lo que sí nos han dicho es que buscan atraer a un público compuesto mayoritariamente por hombres, de clase media-alta y mayores de 45 años.Equipado con un motor más que solvente, el Legend puede sacar un partido extraordinario a sus sofisticados trenes rodantes y, sobre todo, a su tracción integral inteligente, un elemento que, con claridad, marca distancias con respecto a la competencia.
En cambio, al coche de Honda le faltan algunos detalles para ser un rival de enjundia para los grandes líderes europeos. El más importante, sin duda, el espacio en las plazas traseras, que resulta claramente escaso.