Honda CR-Z

Honda ha apostado por la tecnología híbrida para este pequeño deportivo de atractivo diseño. Agrado de uso, bajos consumos y un equipamiento más que generoso son algunos de sus puntos fuertes.

Honda CR-Z
Honda CR-Z

Cuando hablamos de híbridos, no todo son aburridos Honda Insight o Toyota Prius, ni lujosos e inalcanzables Lexus o BMW. Honda acaba de sacar a la luz un coche diferente, del tamaño de un utilitario pero con un diseño de lo más atractivo y con ciertos tintes deportivos. Para ello no recurre a potencias desorbitadas, sino a un eficiente conjunto híbrido cuya potencia máxima combinada es de tan sólo 124 CV. Su propulsor de combustión es un 1,5 litros de gasolina, de 114 CV, con 16 válvulas y distribución variable i-VTEC, capaz de cerrar casi por completo una de las válvulas de admisión de cada cilindro para crear un efecto de turbulencia y mejorar así la respuesta a pocas vueltas. Está apoyado por un motor eléctrico de 14 CV que aporta mucho par en arrancadas y cuando circulamos próximos al régimen de ralentí, lo que mejora las cifras de consumo, pero también las prestaciones y el agrado de uso, ya que resulta muy pleno e inmediato a las órdenes del acelerador. Gracias al cambio manual de relaciones muy cerradas (excepto la 6ª, que es de desahogo) se puede circular perfectamente en 5ª entre el tráfico urbano y aun así mantener muy buen margen de respuesta. Precisamente el cambio manual es una de las características diferenciadoras del Honda CR-Z respecto a otros híbridos, y también uno de los rasgos que acentúan su deportividad, pues cuenta con un accionamiento muy preciso y rápido. Al igual que la dirección, muy directa con sólo 2,5 vueltas de volante entre topes. La ligereza del conjunto, de 1.147 kg, hace el resto, dando como resultado unas prestaciones respetables, aderezadas con un sonido del motor bastante trabajado. Pese a todo, el Honda CR-Z es cómodo de suspensiones y es plenamente utilizable en todo tipo de circunstancias, sin resultar una tortura para la espalda. A cambio, el balanceo en curva es algo más acusado de lo que se podría esperar de un deportivo, pero sin ser exagerado.

La baja postura de conducción y unos asientos de corte “racing" consiguen crear un ambiente interior acorde con las intenciones del Honda CR-Z. Lo más llamativo del habitáculo es el completo cuadro de mandos, de corte futurista, aunque de fácil lectura, en el que se muestra en todo momento la carga de las baterías, el grado de asistencia (en aceleraciones) o recarga (en fase de frenada) del sistema híbrido y el consumo instantáneo de combustible, además de las habituales informaciones. Dispone de indicador de cambio de marchas y de un asistente que nos ayuda a realizar una conducción eficiente, cambiando el color de la retroiluminación del velocímetro de azul a verde cuando lo hacemos bien. Entre los detalles que hacen del Honda CR-Z un modelo más especial encontramos tres pulsadores que permiten modificar el modo de conducción. Las opciones son Eco, Normal y Sport, y lo que varía es la respuesta motor de combustión, la curva de asistencia del módulo eléctrico en función del grado de depresión del pedal del acelerador, la dureza de la dirección y la potencia del climatizador. En modo Sport, además, la citada retroiluminación del velocímetro pasa a rojo. En Eco, el sistema Start-Stop para antes el motor de gasolina cuando detecta que vamos a detenernos.

El nivel de equipamiento se ha cuidado al detalle. Desde el acabado de acceso Sport (21.900 euros sin descuentos ni ayudas a híbridos) resulta muy completo: climatizador, puerto USB, compartimento para iPod, luces diurnas tipo LED... Le siguen las terminaciones GT (23.400 euros), que añade elementos como control de crucero, faros de Xenon, sensor de lluvia y luz, alarma, asientos calefactados y sensor de aparcamiento, y GT Plus (25.200 euros), con techo panorámico y tapicería de cuero.

Honda define al CR-Z como un 2 2 plazas, sin embargo los dos asientos traseros son testimoniales. En ellos sólo pueden viajar niños de muy baja estatura, y no siempre, ya que si el conductor coloca su banqueta en una posición retrasada puede llegar a anular por completo el espacio para las piernas de la plaza trasera izquierda. Delante, en cambio, no se echa en falta espacio, sin embargo, una de las salidas de ventilación del copiloto no se puede cancelar, algo que llega a molestar en trayectos largos. La visibilidad posterior es otro de sus puntos flacos, ya que es algo limitada. El maletero también es justo (225 dm3), aunque abatiendo los respaldos traseros —desde el propio maletero— crece hasta unos respetables 401 dm3. Bajo el suelo hay un kit reparapinchazos y, debajo de éste, las baterías de Ni-MH. Son las mismas que lleva el Honda Insight, de hecho, tanto la plataforma como el sistema híbrido son compartidos, aunque cambia el software. En definitiva, un coche de capricho del que Honda espera vender unas 20.000 unidades en Europa, de ellas 1.200 en España. Llega en junio.

Potencia máxima combinada 124 CV CEE a 6.100 rpm
Par máximo combinado 17,7 mkg CEE de 1.000 a 1.500 rpm
Cambio Manual de 6 velocidades
Tracción Delantera
Nº de plazas 2 2
Peso oficial 1.147 kg
Depósito comb. 40 litros
Largoxanchoxalto 4.080 x 1.740 x 1.390 mm
Batalla y vías 2.430 y 1.510 /1.500 mm
Maletero 225 litros
Velocidad máx. 200 km/h
Acel. 0-100 km/h 9,9 s

Consumo Urb/Extr/Mix.

6,1 / 4,4 / 5 l/100 km
CO2 117 g/km