Hubo un tiempo, no demasiado lejano, en que los coches japoneses taraban su marcador por imperativo legal hasta sus 180 km/h de velocidad máxima siempre limitada. Hoy, con creaciones como un inminente Honda Civic Type R que ya anuncia 270 km/h de punta para batir récords en su segmento, esa cifra definitivamente ha pasado a la historia. Sin embargo, en la propia Honda podríamos extrapolarla ahora a las pulsaciones por minuto a las que de repente late como fabricante: de nuevo a máximo ritmo. La aguja, desde luego, no caerá de momento, y menos en un 2015 que ha empezado ya a impregnar toda su gama de deportividad.
Lejos de ser casual, ese Honda Civic Type R coincide casi en tiempo con su vuelta a la F1 junto a Mclaren y con el regreso de su mítico súper deportivo, un Honda NSX que hizo grande Senna y que ahora deberá impulsar la figura de Fernando Alonso. Imagen desde luego mucho más pasional de marca que, por debajo, también refrendarán un nuevo Honda Jazz con más nervio, un CR-V que acaba de estrenar un poderoso motor Diesel 1.6 biturbo de 160 CV y, ante todo, este nuevo Honda Civic que se actualiza ahora apelando también a la fibra más sensible del conductor. Mientras esperan al Type R, sus versiones más populares nos anticipan ya hasta dónde puede llegar este compacto. Y la base, todo hay que decir, es francamente buena.
Sello Sport
Levemente actualizado este Honda Civic en ópticas, pilotos y parachoques, es sin embargo esta nueva versión Sport la que casi sumerge hoy al compacto japonés en un discreto `tuning’ oficial. Su nueva parrilla inferior en nido de abeja ya evoca a su próxima variante radical Type R, sumando también llantas de 17 pulgadas en negro, difusor trasero y un mayor alerón en color de la carrocería para coronar un look siempre más agresivo. Se ve, pero también se siente.
Volante grueso, nuevos pedales metálicos, cortitos y firmes recorridos de cambio… este nuevo Honda Civic es hoy casi el BMW de los compactos generalistas. Preciso como siempre y sustentado en la misma buena plataforma, gana ahora también un puntito extra de picante, y no sólo en esta versión Sport, sino en toda gama Civic 2015. Basta arrancar para percibir una mayor firmeza de suspensión que se combina muy bien con el consistente tacto general.
No es que el Honda Civic fuera antes ni mucho menos blando, pero ahora se siente más rígido, más rebotón, copiando más todo su paso por el asfalto. Gustará al perfil entusiasta, sin duda, pero tampoco resultará dramático al resto, pues sigue teniendo la virtud de absorber luego muy bien el badén o bache de alta frecuencia: no imagines nunca una tabla seca. Ese nuevo ajuste de amortiguación se une a nuevas funciones de un control de estabilidad que, selectivamente, aplica ahora frenadas en las distintas ruedas para mejorar el paso por curva del Honda Civic, y a una dirección recalibrada para convertirse en una de las mejores del mercado, tanto por su precisión como por lo bien que informa.
No te diré que es el más rápido de su clase, porque al nuevo Honda Civic le sigue faltando un poco más de resistencia a la fatiga en la frenada y sobrando algo de movimiento de carrocería al acercarse a sus límites, pero sí que ahora mismo puede presumir ya de ser de los compactos más ágiles, seguros, con un tren delantero más riguroso y, en general, que más sensación de deportividad transmite. Todo ello sin olvidar el valor añadido que supone siempre en el Honda Civic elegir su mecánica Diesel, por más que Honda vuelva a ofrecer aquí de momento sólo una opción que, eso sí, clava en el centro de la diana.
¿El mejor motor Diesel?
Y es que, en efecto, este motor i-DTEC de aluminio, mínimas fricciones y 120 CV nos sigue pareciendo hoy el mejor propulsor 1.6 del mercado. Con mucha fuerza antes incluso de 1.500 rpm (más que cualquier 1.6 TDI del grupo Volkswagen o el 1.6 dCi de Renault) resulta delicioso luego en su estirada, con una buena acústica impropia de un Diesel y desarrollos de cambio muy bien ajustados para sacar siempre lo mejor de sí; tanto, que le encumbran al podio de los más rápidos en prestaciones del segmento (ahora encima mejora ligeramente su capacidad de reacción al ganar algo de motricidad), manteniendo al tiempo muy contenidos consumos que en carretera verás bajar de 5,0 l/100 km de media para coronar un conjunto muy agradable en su conducción, incluso a pesar de no ofrecer el mejor aislamiento entre sus rivales: un Peugeot 308 ó un VW Golf los sentirás algo más refinados y con menor ruido aerodinámico.
Deportividad y sensaciones como ves siempre presentes en un nuevo Honda Civic que, aunque parezca contradictorio, sigue cuidando, y mucho, su vertiente práctica. Salvo por una altura trasera nuevamente algo limitada, y por unos contornos salientes en el salpicadero y en los paneles de las puertas que limitan ligeramente la ergonomía de acceso y el confort en conducción deportiva, este Honda Civic ofrece uno de los habitáculos más espaciosos junto al VW Golf y al Seat León, completado además con soluciones tan prácticas como un piso plano, unos `mágicos asientos traseros’ que se pliegan hacia atrás para transportar objetos muy voluminosos (cortesía de montar el depósito de combustible bajo el asiento delantero) y el mayor maletero del segmento con 500 litros de carga (y un gran cajón oculto inferior) a los que no llegan muchas berlinas, ni siquiera muchos monovolúmenes.
Suma a todo ello en el Honda Civic un mejor equipamiento, ahora de serie con un más avanzado sistema multimedia Honda Connect con gran pantalla de 7 pulgadas tomado del nuevo CR-V, y ya incluso con sistema de frenada automática capaz de evitar la colisión hasta 32 km/h para, desde ahí, minimizar siempre lesiones, y estarás sin duda ante uno de los compactos más interesantes del mercado. Quizá, el que más.