Honda Accord Tourer: Diesel moderno

Como Tourer se conoce la versión familiar del Honda Accord. Su diseño se preocupa más por la estética que la anterior generación, aunque es su caso conlleve disponer de un maletero de partida más pequeño que en la berlina.

Honda Accord Tourer 2.2i-DTEC
Honda Accord Tourer 2.2i-DTEC

El vanagloriado motor 2.2 Diesel de Honda se ha puesto al día en este nueva generación Accord. Conducto común de mayor presión (ahora 1.800 bares, antes 1.600) e inyectores piezoeléctricos más rápidos y precisos en las múltiples fragmentaciones de la inyección (ahora se dan hasta 5 por ciclo), traen consigo más potencia (10 CV), par ( 1 mkg) y menores consumos homologados. Con 150 CV, esta versión Diesel engancha sobre todo por la progresividad con que empuja su motor. Sigue la refinada línea de los motores franceses de la categoría, pero ha perdido en calidad de ruido. No es que resulte un motor ruidoso, pero en aceleración sí deja escapar un claqueteo a típico Diesel que los Laguna dCi, C5 HDi, por ejemplo, disimulan asombrosamente.

La respuesta del motor se caracteriza por la linealidad con que responde y de su consistencia recibimos la impresión de estar siempre empujando. No obstante, hay que tener en cuenta que estamos tratando con un coche de casi 1,7 toneladas de peso y respecto a la berlina nos podemos ver obligados en ocasiones a recurrir al cambio para relanzar el coche desde muy bajo régimen.

Lanzado, el Accord es un coche muy equilibrado de pisada, muy confortable sobre todo tipo de asfaltos y con un guiado y precisión entre curvas que genera confianza para rodar rápido. Es de los coches más bajos de su segmento y además cuenta con un centro de gravedad especialmente llevado hacia a bajo, por lo que aun con una suspensión que se siente que trabaja con grandes recorridos, apoya con muy poco balanceo. Esto genera confianza sin radicalizar sus componentes y su conducción resulta muy fácil. No tiene la filtración general de un C5, por hablar de un extremo, ni el hilo directo y agilidad de un Mazda 6, en el otro extremo, pero su equilibrio le da buenos dividendos desde ambas perspectivas.

El deportivo estilo exterior se ha llevado también al interior, donde el salpicadero se alimenta del atrevido diseño del galáctico Civic, un estilo que contrasta con la “limpieza" de un Laguna, por ejemplo. Como ya hemos comentado, este Accord, contra lo que viene siendo habitual, se apoya en una plataforma de baja altura. Alternar asiento con un C5 es casi como bajar de un monovolumen si lo hacemos del Citroën para subirse en una berlina a la vieja usanza. En el Accord hay que bajarse para ubicarse en sus asientos. Dentro es amplio pero no transmite la sensación de espacio que otros rivales. La cota de altura interior es de las más bajas del segmento, pero a cambio ofrece las mejores cotas de anchura en sus dos filas. El conductor encuentra un puesto en el que se siente muy integrado, con una disposición y tacto general de mandos muy cuidado, con especial agrado hacia una corta y precisa palanca de cambios. El freno de estacionamiento es mecánico y mientras aporta mucha tecnología de vanguardia en otros campos, aquí el Accord no se suma a los frenos de accionamiento eléctrico.

Los asientos delanteros marcan mucho el apoyo lateral hasta los hombros, ofreciendo una sujeción y un ambiente general deportivo. A otro nivel se sitúa el equipamiento que ofrece esta versión Innova, con el sistema LKAS que ayuda a conservar el carril por el que circulamos con pequeños giros de volante al acercarnos a las líneas blancas (ver enlace).

También monta el sistema precolisión CMBS que es capaz de detectar una posible colisión y actúa sobre los cinturones de seguridad y los frenos para proponer hasta tres estrategias de actuación. La dirección eléctrica también es capaz de insinuar el giro correcto ante una situación de derrape, inducido por la información del control de estabilidad. Muy bien equipado, dinámico y espacioso, no sólo este Tourer, sino las versiones familiares de nuestros días, parecen responder mejor a las demandas del mercado. No es casualidad que el algunos mercados europeos copen un mayor número de ventas que las berlinas tradicionales, balance que poco a poco se está estableciendo en España.

Diseño práctico
El vanagloriado motor 2.2 Diesel de Honda se ha puesto al día en este nueva generación Accord. Conducto común de mayor presión (ahora 1.800 bares, antes 1.600) e inyectores piezoeléctricos más rápidos y precisos en las múltiples fragmentaciones de la inyección (ahora se dan hasta 5 por ciclo), traen consigo más potencia (10 CV), par ( 1 mkg) y menores consumos homologados. Con 150 CV, esta versión Diesel engancha sobre todo por la progresividad con que empuja su motor. Sigue la refinada línea de los motores franceses de la categoría, pero ha perdido en calidad de ruido. No es que resulte un motor ruidoso, pero en aceleración sí deja escapar un claqueteo a típico Diesel que los Laguna dCi, C5 HDi, por ejemplo, disimulan asombrosamente.

La respuesta del motor se caracteriza por la linealidad con que responde y de su consistencia recibimos la impresión de estar siempre empujando. No obstante, hay que tener en cuenta que estamos tratando con un coche de casi 1,7 toneladas de peso y respecto a la berlina nos podemos ver obligados en ocasiones a recurrir al cambio para relanzar el coche desde muy bajo régimen.

Lanzado, el Accord es un coche muy equilibrado de pisada, muy confortable sobre todo tipo de asfaltos y con un guiado y precisión entre curvas que genera confianza para rodar rápido. Es de los coches más bajos de su segmento y además cuenta con un centro de gravedad especialmente llevado hacia a bajo, por lo que aun con una suspensión que se siente que trabaja con grandes recorridos, apoya con muy poco balanceo. Esto genera confianza sin radicalizar sus componentes y su conducción resulta muy fácil. No tiene la filtración general de un C5, por hablar de un extremo, ni el hilo directo y agilidad de un Mazda 6, en el otro extremo, pero su equilibrio le da buenos dividendos desde ambas perspectivas.

El deportivo estilo exterior se ha llevado también al interior, donde el salpicadero se alimenta del atrevido diseño del galáctico Civic, un estilo que contrasta con la “limpieza" de un Laguna, por ejemplo. Como ya hemos comentado, este Accord, contra lo que viene siendo habitual, se apoya en una plataforma de baja altura. Alternar asiento con un C5 es casi como bajar de un monovolumen si lo hacemos del Citroën para subirse en una berlina a la vieja usanza. En el Accord hay que bajarse para ubicarse en sus asientos. Dentro es amplio pero no transmite la sensación de espacio que otros rivales. La cota de altura interior es de las más bajas del segmento, pero a cambio ofrece las mejores cotas de anchura en sus dos filas. El conductor encuentra un puesto en el que se siente muy integrado, con una disposición y tacto general de mandos muy cuidado, con especial agrado hacia una corta y precisa palanca de cambios. El freno de estacionamiento es mecánico y mientras aporta mucha tecnología de vanguardia en otros campos, aquí el Accord no se suma a los frenos de accionamiento eléctrico.

Los asientos delanteros marcan mucho el apoyo lateral hasta los hombros, ofreciendo una sujeción y un ambiente general deportivo. A otro nivel se sitúa el equipamiento que ofrece esta versión Innova, con el sistema LKAS que ayuda a conservar el carril por el que circulamos con pequeños giros de volante al acercarnos a las líneas blancas (ver enlace).

También monta el sistema precolisión CMBS que es capaz de detectar una posible colisión y actúa sobre los cinturones de seguridad y los frenos para proponer hasta tres estrategias de actuación. La dirección eléctrica también es capaz de insinuar el giro correcto ante una situación de derrape, inducido por la información del control de estabilidad. Muy bien equipado, dinámico y espacioso, no sólo este Tourer, sino las versiones familiares de nuestros días, parecen responder mejor a las demandas del mercado. No es casualidad que el algunos mercados europeos copen un mayor número de ventas que las berlinas tradicionales, balance que poco a poco se está estableciendo en España.

Diseño práctico