Nada menos que Jordi Gené fue el piloto que tuvo el honor de conducir uno de los últimos Seat León Cupra que pasó por nuestra redacción, llevando su conducción a los extremos que puede dar de sí un coche de calle en nuestro habitual circuito del Inta, marcando uno de los diez mejores registros entre todos los coches que han rodado en esta pista. Y es que el León Cupra, especialmente con la opción Performance Pack, ha demostrado ser un coche tremendamente eficaz, que mantiene a la vez una polivalencia y agrado de conducción poco habitual en esta categoría. De todas formas desde la puesta en escena de los nuevos Honda Civic Type R y Ford Focus RS, teníamos muy claro que la supremacía del Seat León Cupra entre los GTI de altos vuelos estaba seriamente amenazada; nada mejor para comprobarlo que enfrentar a estos tres modelos a un test comparativo.
Honda Civic Type-R, Ford Focus RS y Seat León Cupra: lobos con piel de lobo
Cuando se tienen los tres coches a la vista, lo primero que llama la atención es el aspecto exterior que ofrecen tanto el Honda Civic Type R como el Ford Focus RS. Mientras que en el Seat León Cupra lo que manda es la discreción y tan sólo unos cuantos detalles delatan que se trata de una versión bastante especial, tanto el modelo de Ford como sobre todo el Honda, son lo más parecido a un coche de competición apto para rodar por carretera. El compacto nipón parece salido de las pistas donde se disputa el campeonato mundial de turismos VTCC, mientras que el Ford Focus RS recuerda a las versiones WRC que compitieron en el Mundial de Rallyes años atrás.
Cuando se analizan desde el punto de vista técnico, no cabe duda que los más parecidos son el Honda Type R y el Seat León Cupra, como se puede comprobar si se echa un vistazo a las fichas técnicas. Ambos montan motores 2 litros turbo, si bien es verdad que el modelo nipón declara un rendimiento superior, 310 CV en lugar de 290 y un par máximo de 40,81 mkg frente a los 35,7 mkg que se anuncian en el compacto español. Los dos emplean una caja de cambios manual de seis marchas con unos desarrollos bastante parecidos, si bien en esta ocasión el Seat monta en el León Cupra el eficaz cambio DSG de doble embrague que se ofrece en opción. León Cupra y Civic Type R confían en la tracción delantera, pero dado su talante marcadamente deportivo y para transmitir tan abundante caballería al suelo con la máxima eficacia, se incorpora un diferencial autoblocante tanto en uno como en otro; de tipo Torsen en el Civic, mientras que el León emplea un embrague de control electrónico algo más sofisticado. Por su parte, el Ford Focus RS se desmarca de sus rivales con un motor de casi 2.3 litros para el que se declaran nada menos que 350 CV y un par máximo de casi 45 mkg. No es de extrañar que se opte en este caso por un evolucionado y completo sistema de cuatro ruedas motrices, que cuenta incluso con diferencial trasero autoblocante.
El Honda Civic Type R aterriza en el segmento de los GTI de altos vuelos con la ambición de convertirse en la nueva referencia en esta categoría... Pero no lo tiene fácil
Estos tres compactos están diseñados especialmente para obtener la máxima eficacia y disfrute a los mandos, pero también son coches que la mayoría de la clientela los adquiere para conducirlos a diario. Para estos menesteres, no cabe duda que el Seat León Cupra es el más polivalente y apropiado, sobre todo con la opción del cambio automático DSG. Al igual que sus oponentes, el Seat León cuenta con amortiguadores pilotados de control electrónico, pero es de largo el más confortable de los tres en el programa más civilizado, incluso en el modo Cupra no se puede decir en ningún momento que resulte incómodo. El Seat León Cupra tiene además un tacto suave y es bastante silencioso con el programa Confort. Un coche que se lo podemos prestar tranquilamente a cualquier amigo, por muy profano que sea en materia automovilística; lo único que le sorprenderá es lo mucho que corre a poco que se pise el pedal del gas. Por lo demás, seguro le parecerá un automóvil delicioso y sumamente agradable de manejar.
El Honda Civic Type R es algo más ruidoso y las suspensiones son también algo más secas; de todas formas el menos apropiado para conducir todos los días es el Ford Focus RS, dado que las suspensiones son bastante duras, incluso con el programa de amortiguación más suave y el manejo de los mandos, especialmente el embrague, requieren también más esfuerzo. Aun así, el Ford también admite de buen grado los desplazamientos urbanos y los trayectos de largo recorrido que, por cierto, se podrían realizar en tiempo récord si no fuera porque el consumo de carburante es un tanto elevado, claramente más alto que el de sus oponentes y especialmente a poco que uno se deje seducir por la abundante caballería disponible, lo que obliga a parar a repostar más a menudo. En este hábitat, el de Seat firma el mejor registro: 9,0 l/100 km en la ciudad, 4 décimas menos que el Honda Civic Type-R, frente a los 11 l/100 km del Focus RS.
Y es que no cabe duda que el Focus RS es un coche muy rápido que no tiene problemas de batir a sus oponentes en la mayoría de cifras de aceleración obtenidas y eso a pesar de que es, con diferencia, el más pesado de los tres: 163 kg más que el Civic Type R y 179 kg más que León Cupra. Es del de Ford, por ejemplo, el único de los que baja de 5 segundos en la aceleración 0-100 km/h: 4,87 segundos frente a 5,52 s del Honda y unos no menos excepcionales 5,55 s para el modelo de Seat. Del mismo modo, el Focus RS conserva ventaja en el paso por los 1.000 m, aunque la diferencia en este caso es menor: 24,45 segundos para él frente a 24,64 s para el Cupra y 24,97 para el de Civic.
El Ford Focus RS es el más potente, el más rápido en línea racta, el más divertido de conducir... ¿Es también el mejor GTi en términos absolutos?
Como se puede imaginar, el mayor peso del Focus RS tiene su origen en el sistema de tracción total que incorpora. Son tres coches para disfrutar de la conducción, por lo que conviene buscar cuanto antes un escenario donde exprimir al máximo sus posibilidades con seguridad. Para ello, nada mejor que nuestro circuito del INTA, un trazado que como hemos comentado ya en alguna ocasión, se parece bastante a un tramo de montaña. Para ir entrando en calor, decidíamos comenzar con el León Cupra, un modelo con el que tenemos ya bastantes referencias en este circuito. Una vez más el Seat demostraba sus extraordinarias cualidades y lo bien que se adapta a este trazado. Es un coche que lo hace todo fácil, que se adentra en los virajes más veloces con una facilidad y aplomo extraordinarios y que sorprende la naturalidad con la que es capaz de negociar la parte más tortuosa del trazado. Sumamente ágil y manejable, enlaza los giros más cerrados con una eficacia impresionante y gracias al diferencial autoblocante de control electrónico, transmitiendo cada caballo al suelo. Los especialísimos neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 que incorpora el Performance Pack junto a los frenos delanteros Brembo, tienen mucho que ver en ello, ya que el coche va siempre por donde se le indica con el volante con una fidelidad y precisión milimétrica, permitiendo además apurar las frenadas hasta límites que rompen los esquemas a cualquiera. La potencia del sistema es impresionante.
El Civic también se encuentra muy cómodo a este trazado, resultando incluso más ágil y divertido de pilotar que el León. El tren trasero es más receptivo y juguetón en los cambios de apoyo, mientras que el delantero, si bien se adentra en los virajes con gran facilidad y rapidez, es algo más nervioso que el del León, ya que en este caso el diferencial autoblocante tipo Torsen hace que el coche «busque» y tengamos más pelea con el volante. El Type R exige, por tanto, más concentración y esfuerzo, pero es más gratificante y divertido. Las sensaciones se parecen bastante a las de un coche de competición y esto es algo que también se aprecia por el funcionamiento del cambio, con un tacto sumamente preciso y unos recorridos muy cortos de palanca, mientras que el motor también resulta más deportivo. Parece atmosférico, es más lineal y puntiagudo en su funcionamiento que el del Seat y prueba de ello es que la potencia máxima se consigue a un régimen superior, también se estira 300 rpm más hasta el límite de las 6.800 rpm. Pierde 7 décimas en este trazado con respecto al León Cupra, pero no cabe duda que a igualdad de neumáticos, no sería de extrañar que pudiera haber sorpresas importantes en este sentido. Por cierto, que la medida de cubierta es exactamente la misma en los tres, pero es evidente que las gomas semi slick Pilot Sport Cup 2 que monta el Cupra con el Performance Pack, son muy superiores en conducción absolutamente al límite y lo curioso es que además parecen soportar mucho mejor el esfuerzo cuando se rueda en pista con un desgaste claramente inferior.
El León Cupra sale reforzado del enfrentamiento con rivales tan duros como el Civic Type R o el Focus RS. El de Seat demuestra que el equilibrio es su mayor virtud
El Focus RS ya había pasado por este trazado el pasado mes de abril y ya en aquel momento demostró ser un coche muy divertido y gratificante en su conducción. En esta ocasión conseguíamos rebajar casi 3 décimas el registro obtenido entonces, es evidente que esta unidad ofrecía un mejor estado de forma, pero el modelo del óvalo perdía casi medio segundo en relación al Civic y en torno a uno respecto al León. La conclusión es que el Ford Focus RS no se adapta tan bien a un escenario tan tortuoso como este; para lucirse necesita más espacio, un circuito más rápido donde aprovechar la superioridad mecánica que ofrece su motor 2.3 litros. Este último es muy poderoso en la entrega de potencia, casi abrumador, pero tiene mayor tiempo de respuesta, más efecto turbo y también se ve penalizado por el lastre de la tracción total y el mayor peso del conjunto. En cualquier caso, los caballos están bajo el capó y el sonido ronco que emiten los escapes pone la guinda para que la emoción comience nada más pulsar el botón de puesta en marcha.
Y es que a los mandos del Ford Focus RS se puede disfrutar muchísimo. El tren trasero manda mucho en la conducción, cobra un especial protagonismo en los cambios de trayectoria y se muestra muy vivo de reacciones. Por el contrario el delantero va siempre por donde se le indica con el volante, es muy obediente y sus reacciones son muy rápidas en todo momento. Afortunadamente la tracción total se encarga de mantener siempre la situación bajo control o de recuperar la zaga cuando se fuerzan mucho las cosas. De todas formas si lo que se pretende es pasarlo bien, aunque sea a costa de perder eficacia frente al crono, lo ideal es escoger el modo de conducción Drift con el cual el eje posterior recibe la mayoría del par y el coche se comporta casi como un propulsión trasera. Se puede derrapar de lo lindo a la salida de los virajes más cerrados, pero siempre con control, ya que las ruedas delanteras reciben la fuerza suficiente para salir airoso de la situación cuando damos gas en pleno contravolante. Aunque en nuestro circuito del INTA los tiempos del Ford Focus RS han estado ligeramente por debajo de sus oponentes, es más que probable que simplemente montando las gomas del León Cupra las diferencias con este último se reducirían considerablemente y quién sabe si podría incluso batirle.
Vuelta rápida en el circuito de Automóvil en el INTA
Seat León Cupra Performance Pack: 1´10´´73
Honda Civic Type R: 1´11´´47
Ford Focus RS : 1´11´´91
En lo que no pueden competir con el León Cupra ninguno de los dos es en el apartado de frenos. Tanto el Civic Type R como el Focus RS pierden algunos metros en frenadas a «cuchillo» como se puede comprobar en nuestras mediciones: 72 m desde 140 km/h para el de Honda y 70 m para el de Ford, frente a los ¡62,4 m! del León. Por su parte, tacto de pedal tampoco es tan firme y consistente, especialmente en el Focus, que se dosifica peor y se nota siempre más pesado.
De lo que no cabe duda es que el Ford Focus RS es el más divertido, también es el más rápido en línea reacta y quizás el más exclusivo de los tres, pero es algo más caro. Por su parte, el nuevo Honda Civic Type R puede presumir de ser el más deportivo de este trío tanto por su imagen exterior, como por las sensaciones que se pueden vivir a los mandos; lo más parecido a un coche de carreras, la opción ideal para los más entusiastas. El Seat León Cupra está más visto, pero representa el equilibrio perfecto; es tan rápido como el que más, resultando a la vez un coche práctico y muy polivalente, capaz de cautivar a cualquiera que lo conduzca, ya sea en el día a día, como a la hora de viajar y especialmente si lo que se busca es quemar adrenalina en retorcidas carretera de montaña o en jornadas de track day.
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