Gas Gas SM Halley 125

Anímate a sacar la pierna en una rotonda o a entrar cruzado frenando de atrás en un semáforo. Si la ciudad te parecía aburrida, prueba a pasearte con la SM 125 Halley con motor 2T y me cuentas, quizás descubras que se trata de la supermotard más civilizada del mercado.

 Gas Gas SM Halley 125
Gas Gas SM Halley 125

Gas Gas recupera con la Halley un nombre ilustre, y es que hace 23 años la fábrica de Salt produjo su primera moto de trial con esa denominación. Esta SM 125 tuvo su bautismo este mes de mayo en el MotOh! de Barcelona, donde pudimos verla en el estand de Gas Gas compartiendo protagonismo con la TXT de Raga.

La marca catalana tiene un claro enfoque «off road» y cuando se decide por hacer motos de carretera se decantan por la disciplina que une estos dos mundos, el supermotard. La Halley monta un chasis derivado de la EC 125, pero dotada de un subchasis en acero con estriberas pensadas para pasajero. Su estética está muy conseguida y adopta el negro como color de marca con un guardabarros muy recortado que nos recuerda, salvando las distancias, al de la Ducati Hypermotard. El manillar es regulable y los neumáticos lisos y de 17’’, una medida universal en las motos de este tipo.

Estamos ante una moto de carácter urbano, pero es la antítesis de un scooter. La Halley no compite en el mercado con argumentos como la practicidad ni la comodidad, sino con diversión y a eso ayuda una parte ciclo sin fisuras. Las suspensiones son de nota con una espectacular horquilla invertida y un monoamortiguador que trasmiten gran estabilidad. La seguridad en la frenada es tarea de un disco delantero de 260 mm, mientras que el espectáculo lo pone el trasero de 220 mm, que te aconsejo que pruebes.

Rara avis

Subirme en la Gas Gas SM Halley 125 ha sido como volver al instituto. Arrancar la moto «a patadas» con el pedal en el lado derecho y escuchar el sonido del dos tiempos y, sobre todo, el olor tan característico de la combustión de gasolina y aceite. Por un momento he vuelto a tener 15 años y he estado inmerso en la feroz e irreconciliable competencia entre «Sendas» y DR Big «Picopato». Las normas anticontaminación están poniendo fin al sencillo 2T en favor del propulsor de válvulas y arrinconándolo hacia sectores específicos y minoritarios —ciclomotores y motos de campo—, aunque todavía alguna marca se rebela, para alegría de muchos…

Lo más impactante es su efectivo propulsor 2T de refrigeración líquida, desarrollado en Salt a partir del que equipa la enduro de competición. Sin embargo, la Halley está limitada —13,2 CV verificados en nuestro banco de potencia— por cuestiones por razones comerciales al tratarse de una moto «convalidada», aunque no es complicado deslimitarla si quieres exprimir el motor hasta rozar los 30 CV. Aún suavizado, el pequeño motor tiene un brío especial, sobre todo en la parte más alta de cada marcha si la estiras hasta bien arriba. Las vibraciones, como el sonido agudo, son habituales en este tipo de propulsores y sólo se convierten en molestas cuando llevas la moto a bajo régimen. El calor que desprende la bufanda en la pierna derecha es también un clásico en los motores 2T.

La SM 125 2T es la primera de las Halley asfálticas que llega al mercado, pero la gama la completan otra «cientoveinticinco» con motor de 4T y la 450 SM. El precio no es para nada prohibitivo —similar al de la Aprlia SX 125, por ejemplo—, y más si tenemos en cuenta la poca competencia que existe en la actualidad entre los motores de dos tiempos.