Ford Galaxy 2.0 TDCI Ghia

El nuevo Ford Galaxy mantiene el carácter familiar conocido en la primera generación, pero ahora ofrece mayor versatilidad, más espacio y mejor comportamiento dinámico. La mecánica de 140 CV, única en la gama, permite un adecuado nivel de prestaciones y unos consumos contenidos.

Ford Galaxy 2.0 TDCI Ghia
Ford Galaxy 2.0 TDCI Ghia
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La anterior gama del Galaxy, proyecto común con los modelos Volkswagen Sharan y Seat Alambra, se había quedado claramente obsoleta frente a la llegada de modelos de última hornada. Mantenía un claro espíritu familiar y buen nivel prestacional, pero ya le pesaban los años.Ahora Ford se ha centrado en potenciar su gama de monovolúmenes grandes. Lo ha hecho a partir de un proyecto exclusivo con dos variantes. Por un lado, el S-Max, una versión enfocada al espíritu deportivo y dinámico y, por otro, con el Galaxy, su modelo de siete plazas más familiar. Respecto a la generación anterior ha crecido 18 centímetros de longitud (4,82 metros), siete de ancho (1,85 m) y la altura es ligeramente inferior (1,72 m). También la distancia entre ejes y las vías han aumentado su tamaño: 1,5 cm más de batalla, 5,7 cm más en el caso de la vía delantera y 8,7 cm en el caso de la trasera. Los dos mantienen una clara vocación familiar y comparten plataforma, la mayoría de los componentes y trazos estilísticos, pero su enfoque es diferente, sobre todo en el plano mecánico. Mientras el S-Max puede montar mecánicas de gasolina turboalimentadas de hasta 220 CV y cuenta con un chasis puesto a punto para favorecer el comportamiento dinámico, el Galaxy se orienta a una vocación más tranquila, con suspensiones más cómodas, una sola mecánica Diesel y configuración exclusiva de siete plazas. Cambian algunos aspectos de su carrocería respecto al conocido S-Max, como la parte delantera, más convencional, desaparecen las falsas “branquias" laterales y la trasera se vuelve más clásica, con un portón más vertical que permite el acceso a un maletero un poco mayor.Uno de los aspectos en los que más ha cambiado el modelo ha sido en el interior. No sólo es más grande y está mejor organizado, también presenta una calidad visual elevada, más espacio para los ocupantes, más sitio para las cosas, un equipamiento más completo… en definitiva, mayor comodidad. El Galaxy, que de momento sólo se venderá asociado al acabado Ghia (es probable que más adelante se aumente la oferta de acabados y mecánicas), destaca por una estética moderna y vanguardista, con buenos detalles salpicados por todo el habitáculo. Dispone de inserciones de aluminio y madera en la consola central, en el volante y en las salidas de aire delanteras y molduras en madera en los revestimientos de las puertas. La consola central se asemeja a un equipo de sonido de alta fidelidad en el que se encuentran alojados, por una parte, el propio aparato de audio (con mandos de las principales funciones duplicados en el volante) y, en la parte inferior, todos los mandos referentes al climatizador, con funciones independientes para cada lado del habitáculo. Cuenta con bastantes huecos para dejar objetos (en nuestra unidad, una batería de cajones abatibles en el centro del techo, asociada al techo Skylight, que Ford incluye con el acabado Ghia durante los primeros meses de comercialización), aparte de una guantera de grandes dimensiones, huecos grandes en paneles de puertas, bajo el asiento, etc. Además, Ford ofrece multitud de opciones para el modelo, desde sistemas de navegación vía GPS, equipos de sonido con sistema de manos libres para teléfono y equipos multimedia o los interesantes paquetes de equipamiento, que compensan por su inferior precio respecto a las opciones incluidas. Como en otros modelos de la gama, también se ofrecen diferentes sistemas de alarma, faros de xenón, suspensión trasera autonivelante, sensor de aparcamiento y de presión de los neumáticos, freno de estacionamiento eléctrico, barras en techo, llantas de aleación de diferente estética, asientos para niños integrados, etc.El Galaxy es un coche bastante cómodo en general y más manejable de lo que en principio parece. La postura de conducción es algo elevada, favorecida por un asiento regulable en altura y volante en inclinación y profundidad. Se conduce en una posición bastante vertical que permite el dominio de la carretera, ya que se dispone de buena visibilidad hacia todas partes. Una palanca de cambios de buen tacto y precisión se encuentra a mano, muy fácil de accionar. La configuración de la segunda fila está formada por tres asientos individuales y el espacio es más que suficiente para tres adultos, tanto por altura como por espacio para las piernas. Además, se pueden desplazar longitudinalmente cinco centímetros, lo que permite adaptar el interior a las necesidades de cada momento. La anchura es algo más justa para tres ocupantes, pero no está nada mal, con 152 cm que, dividida entre tres, sale a un poco más de 50 cm para cada ocupante.Si necesitamos más espacio para pasajeros, aún disponemos de una tercera fila más con banquetas desplazables, compuesta por dos asientos individuales. Es bastante aprovechable, incluso más que las centrales (135 cm de anchura), aunque el acceso resulta bastante más complicado. Podemos regular la inclinación de los respaldos, moverlos hacia delante y atrás o abatirlos dejando un suelo completamente plano y diáfano. Con las siete plazas desplegadas contamos con 275 litros, un volumen muy pequeño en comparación con la capacidad total. Este espacio aumenta hasta los 660 litros si desplazamos y abatimos la tercera fila, y alcanza los 1.245 litros si plegamos los asientos de las dos filas posteriores. Una boca de carga amplia y un plano de carga bastante bajo facilita las tareas de carga.