No es un Focus, aunque comparte sus genes. En concreto, el C-Max se ha realizado a partir del bastidor que éste llevará en su próxima generación (ya está presente en el Mazda3 y Volvo S50). Pero, ¿qué ocurrirá ahora? No hay que olvidar que la diferencia de tamaño entre ambos Focus es notable: 18 cm más de longitud, 13 más de anchura y 17 más de altura y casi 200 kilos más de peso.Dentro del C-Max, la sensación de amplitud es enorme. La anchura en las plazas traseras, unida a la espaciosa superficie acristalada, nos hace ser conscientes de que estamos en un modelo con clara vocación familiar. Sin embargo, el aplomo y la soltura con que se mueve por carretera no tienen nada que envidiar a los de su hermano Focus. Por tanto, su nombre no es tan sólo un simple reclamo comercial o política de márketing como la que utiliza Citroën para bautizar como Xsara también a su Picasso. El C-Max es un Focus de pura cepa, aunque nos cueste creerlo nada más sentarnos al volante.
Hay quien asegura que con esta denominación la marca quiere hacer un guiño y bautizar un nuevo segmento de coches, más allá del tradicional segmento C (el de los compactos).
Frontal claramente Focus, trasera inspirada en el Fusion con esos grandes grupos ópticos verticales, detalles del Fiesta… Ford ha juntado en la coctelera rasgos de varios modelos para conseguir una carrocería que se adapte a un interior hasta ahora no visto en la marca.Su imagen no es transgresora: se han esforzado –sobre todo- en contener las líneas. De hecho, presenta un envidiable 0,31 Cx (el coeficiente que mide la aerodinámica de los vehículos), más propio de modelos compactos que de monovolúmenes. Sin embargo, no anda con la cabeza baja entre sus rivales: es espacioso como el que más. ¿Cómo se consigue? Poniendo más centímetros de anchura al vehículo (7 cm más que un Almera Tino, 9 más que un Zafira, 2 más que un Scénic y 4 más que un Touran, sus rivales más directos). En segundo lugar, han adoptado un sistema de asientos traseros que, a nuestro juicio, es todo un acierto. En Ford parecen haber realizado un exhaustivo estudio de qué compradores se decantarán por este modelo. ¿Para qué apostar por siete plazas como el Zafira, cuando ya tienen el Galaxy? Lo más normal (sólo hay que mirar el censo para darse cuenta) es que las familias cuenten con cuatro miembros. “Entonces, hagamos que viajen lo más cómodos posibles", parecen haberse dicho. Aunque está homologado para cinco pasajeros, el C-Max ha sido diseñado para cuatro. De hecho, la quinta plaza se esconde fácilmente en el maletero o se puede transformar en una mesa para los ocupantes de los otros dos asientos. Cuando optamos por la configuración de cuatro plazas, las banquetas traseras se desplazan diagonalmente mediante un sistema de raíles. El asiento central se pliega con facilidad (se puede hacer incluso en marcha). Se esconde verticalmente en el maletero, con lo que tampoco quita mucho espacio a éste (por cierto, es uno de los más amplios del segmento). Además, no rompe las líneas: la superficie del maletero queda plana, con lo que colocar objetos es sencillo. También tenemos que indicar que salir y entrar del coche resulta muy cómodo; el suelo queda muy bajo, un detalle que agradecerán tanto los niños como las personas mayores y que se nota al colocar objetos.
Ford Focus C-Max | Nissan Almera Tino | Opel Zafira | Renault Scénic | Volkswagen Touran | |
Altura conductor | 95/101 cm | 96/99 cm | 95/99 cm | 99/104 cm | 97/104 cm |
Anchura hombros delante | 142 cm | 144 cm | 138 cm | 143 cm | 142 cm |
Espacio piernas detrás de conductor | 69 cm | 62 cm | 47/75 cm | 65/77 cm | 61/77 cm |
Altura atrás | 91 cm | 92 cm | 101 cm | 94 cm | 97 cm |
Anchura atrás | 139 cm | 142 cm | 138 cm | 141 cm | 143 cm |
Maletero | 480 l | 450 l | 530 l | 435 l | 505 l |
Datos de nuestro Centro Técnico. En el puesto de conducción también encontramos otras de las innovaciones del C-Max. El cambio se encuentra en el salpicadero, una posición en la que resulta muy útil para el conductor y nada engorrosa para el acompañante. Es más ergonómico y, de paso, el habitáculo gana más espacio.
El resto de mandos también quedan muy a mano. La radio se puede controlar desde el volante, los distintos elementos están agrupados en el centro del salpicadero y contamos con diferentes huecos para dejar objetos. Además, todo se consigue sin que el conjunto quede muy cargado. Sin embargo, no se ha aprovechado al máximo el espacio disponible: han colocado una guantera al lado derecho, junto al cristal, que sólo es útil para llevar papeles o algún CD.
Sentirnos cómodos al volante es fácil. La visibilidad es muy buena, tanto por la gran superficie acristalada del modelo como por el alto puesto de conducción. Los asientos sujetan bien, pero nos han resultado algo incómodos los reposacabezas por su excesiva inclinación. No es un Focus, aunque comparte sus genes. En concreto, el C-Max se ha realizado a partir del bastidor que éste llevará en su próxima generación (ya está presente en el Mazda3 y Volvo S50). Pero, ¿qué ocurrirá ahora? No hay que olvidar que la diferencia de tamaño entre ambos Focus es notable: 18 cm más de longitud, 13 más de anchura y 17 más de altura y casi 200 kilos más de peso.Dentro del C-Max, la sensación de amplitud es enorme. La anchura en las plazas traseras, unida a la espaciosa superficie acristalada, nos hace ser conscientes de que estamos en un modelo con clara vocación familiar. Sin embargo, el aplomo y la soltura con que se mueve por carretera no tienen nada que envidiar a los de su hermano Focus. Por tanto, su nombre no es tan sólo un simple reclamo comercial o política de márketing como la que utiliza Citroën para bautizar como Xsara también a su Picasso. El C-Max es un Focus de pura cepa, aunque nos cueste creerlo nada más sentarnos al volante.
Hay quien asegura que con esta denominación la marca quiere hacer un guiño y bautizar un nuevo segmento de coches, más allá del tradicional segmento C (el de los compactos). Frontal claramente Focus, trasera inspirada en el Fusion con esos grandes grupos ópticos verticales, detalles del Fiesta… Ford ha juntado en la coctelera rasgos de varios modelos para conseguir una carrocería que se adapte a un interior hasta ahora no visto en la marca.Su imagen no es transgresora: se han esforzado –sobre todo- en contener las líneas. De hecho, presenta un envidiable 0,31 Cx (el coeficiente que mide la aerodinámica de los vehículos), más propio de modelos compactos que de monovolúmenes. Sin embargo, no anda con la cabeza baja entre sus rivales: es espacioso como el que más. ¿Cómo se consigue? Poniendo más centímetros de anchura al vehículo (7 cm más que un Almera Tino, 9 más que un Zafira, 2 más que un Scénic y 4 más que un Touran, sus rivales más directos). En segundo lugar, han adoptado un sistema de asientos traseros que, a nuestro juicio, es todo un acierto. En Ford parecen haber realizado un exhaustivo estudio de qué compradores se decantarán por este modelo. ¿Para qué apostar por siete plazas como el Zafira, cuando ya tienen el Galaxy? Lo más normal (sólo hay que mirar el censo para darse cuenta) es que las familias cuenten con cuatro miembros. “Entonces, hagamos que viajen lo más cómodos posibles", parecen haberse dicho. Aunque está homologado para cinco pasajeros, el C-Max ha sido diseñado para cuatro. De hecho, la quinta plaza se esconde fácilmente en el maletero o se puede transformar en una mesa para los ocupantes de los otros dos asientos. Cuando optamos por la configuración de cuatro plazas, las banquetas traseras se desplazan diagonalmente mediante un sistema de raíles. El asiento central se pliega con facilidad (se puede hacer incluso en marcha). Se esconde verticalmente en el maletero, con lo que tampoco quita mucho espacio a éste (por cierto, es uno de los más amplios del segmento). Además, no rompe las líneas: la superficie del maletero queda plana, con lo que colocar objetos es sencillo. También tenemos que indicar que salir y entrar del coche resulta muy cómodo; el suelo queda muy bajo, un detalle que agradecerán tanto los niños como las personas mayores y que se nota al colocar objetos.
Ford Focus C-Max | Nissan Almera Tino | Opel Zafira | Renault Scénic | Volkswagen Touran | |
Altura conductor | 95/101 cm | 96/99 cm | 95/99 cm | 99/104 cm | 97/104 cm |
Anchura hombros delante | 142 cm | 144 cm | 138 cm | 143 cm | 142 cm |
Espacio piernas detrás de conductor | 69 cm | 62 cm | 47/75 cm | 65/77 cm | 61/77 cm |
Altura atrás | 91 cm | 92 cm | 101 cm | 94 cm | 97 cm |
Anchura atrás | 139 cm | 142 cm | 138 cm | 141 cm | 143 cm |
Maletero | 480 l | 450 l | 530 l | 435 l | 505 l |
Datos de nuestro Centro Técnico. En el puesto de conducción también encontramos otras de las innovaciones del C-Max. El cambio se encuentra en el salpicadero, una posición en la que resulta muy útil para el conductor y nada engorrosa para el acompañante. Es más ergonómico y, de paso, el habitáculo gana más espacio.
El resto de mandos también quedan muy a mano. La radio se puede controlar desde el volante, los distintos elementos están agrupados en el centro del salpicadero y contamos con diferentes huecos para dejar objetos. Además, todo se consigue sin que el conjunto quede muy cargado. Sin embargo, no se ha aprovechado al máximo el espacio disponible: han colocado una guantera al lado derecho, junto al cristal, que sólo es útil para llevar papeles o algún CD.
Sentirnos cómodos al volante es fácil. La visibilidad es muy buena, tanto por la gran superficie acristalada del modelo como por el alto puesto de conducción. Los asientos sujetan bien, pero nos han resultado algo incómodos los reposacabezas por su excesiva inclinación.