Ford Focus RS

Izquierda tres para sexta a fondo con fe, derecha dos, sasar, ras en derecha uno ¡ojo, nieve!… En el Ford Focus RS más que un navegador que nos guíe hay que instalar un copiloto de carne y hueso, porque salvo porque le faltan las barras, los extintores y los números, el resto es de un auténtico carreras-cliente.

Ford Focus RS
Ford Focus RS

A fondo con el Mégane y sus Toyo, que luego se ve superado por la potencia de los demás en la recta. Excelente paso de los japoneses y el RS, muy bien el S3. El potente BMW a pesar de llegar rápido, su bastidor le hacer perder hasta 10 km/h.

El que mejor la pasa es el R26R, que permite hacerla de una sóla trazada. El salvaje Evo la pasaba completamente de lado, mientras que el asentado STI pasa más rápido. El RS pierde lo ganado al inicio a la hora de acelerar.

Saliendo de una curva rápida en tercera y tras una recta se llega a este punto, en el que las diferencias de velocidad son claras. A pesar de salir más lento, el 135i recupera lo perdido en la recta. De nuevo el RS es más lento por su tracción.

Aunque por muy poco, el Impreza es el que se ha mostrado más rápido en el tiempo por vuelta. Su principal habilidad es la de transmitir al máximo la potencia del motor y ser el más efectivo. El Mitsubishi se queda muy cerca y es más divertido de conducir —también difícil— pero dada la diferencia de precio, nuestra elección es el STI. Sin llegar a la radicalidad de cualquiera de sus rivales —a excepción del BMW— el S3 se defi ende con unos tiempos muy buenos, a lo que suma facilidad de conducción, unas suspensiones más soportables para el día a día y un consumo mucho más racional, que permite, incluso , movernos en medias por debajo de los 9 litros. Para todos los días es el más lógico. Sí, el S3 es el más lógico y razonable pero ¿cuanto cuesta? Por unos 5.000 euros menos —más extras— el RS ofrece un bastidor de carreras y potencia a raudales. Su estilo es otro y no lleva tracción total pero si la deportividad es nuestra premisa, no encontraremos en el mercado algo tan potente y divertido por menos de lo que cuesta el Focus RS.

El Focus más radical
Frente a sus rivales

En los tramos 2 y 4, en los que la potencia y la velocidad son importantes, son los únicos en los que el BMW deja de ser el más lento. En el 4, que incluye una chicane rápida en bajada, incluso el S3 —que no es el más potente— se permite el lujo de marcar el mejor parcial. El resto se lo reparten los dos japoneses, que parecen trasladar la eterna lucha del Mundial de Rallyes a nuestro Inta. El Focus hace su peor parcial en la zona más rápida debido a que está nace de una curva a derechas en segunda con apoyo fuerte, momento en el que pierde mucha tracción que luego le pasa factura con la velocidad punta más baja. Así ocurre en todos los puntos marcados salvo en el D, en el que el cambio de apoyo rápido sin necesidad de tracción le hace ganar el tiempo perdido a la salida de la curva anterior. El más rápido en el punto B es el STi, que bate a su inmediato perseguidor en 3,3 km/h, algo que en la calle resulta completamente inapreciable. El Mégane no vence en ningún parcial ni registra ninguna velocidad máxima, pero, al igual que el S3, mantiene un ritmo endiablado en todo momento.

Nuestra prueba en el circuito del Inta Excelente para Impreza, Focus y Megane y muy mal para el BMW. El Evo es el que llega más rápido -ojo al 135i- y de costado, por lo que hay que trabajar mucho entrar en la curva. El tranquilo S3 pasa discretamente.

A fondo con el Mégane y sus Toyo, que luego se ve superado por la potencia de los demás en la recta. Excelente paso de los japoneses y el RS, muy bien el S3. El potente BMW a pesar de llegar rápido, su bastidor le hacer perder hasta 10 km/h.

El que mejor la pasa es el R26R, que permite hacerla de una sóla trazada. El salvaje Evo la pasaba completamente de lado, mientras que el asentado STI pasa más rápido. El RS pierde lo ganado al inicio a la hora de acelerar.

Saliendo de una curva rápida en tercera y tras una recta se llega a este punto, en el que las diferencias de velocidad son claras. A pesar de salir más lento, el 135i recupera lo perdido en la recta. De nuevo el RS es más lento por su tracción.

Aunque por muy poco, el Impreza es el que se ha mostrado más rápido en el tiempo por vuelta. Su principal habilidad es la de transmitir al máximo la potencia del motor y ser el más efectivo. El Mitsubishi se queda muy cerca y es más divertido de conducir —también difícil— pero dada la diferencia de precio, nuestra elección es el STI. Sin llegar a la radicalidad de cualquiera de sus rivales —a excepción del BMW— el S3 se defi ende con unos tiempos muy buenos, a lo que suma facilidad de conducción, unas suspensiones más soportables para el día a día y un consumo mucho más racional, que permite, incluso , movernos en medias por debajo de los 9 litros. Para todos los días es el más lógico. Sí, el S3 es el más lógico y razonable pero ¿cuanto cuesta? Por unos 5.000 euros menos —más extras— el RS ofrece un bastidor de carreras y potencia a raudales. Su estilo es otro y no lleva tracción total pero si la deportividad es nuestra premisa, no encontraremos en el mercado algo tan potente y divertido por menos de lo que cuesta el Focus RS.

El Focus más radical
Frente a sus rivales

En los tramos 2 y 4, en los que la potencia y la velocidad son importantes, son los únicos en los que el BMW deja de ser el más lento. En el 4, que incluye una chicane rápida en bajada, incluso el S3 —que no es el más potente— se permite el lujo de marcar el mejor parcial. El resto se lo reparten los dos japoneses, que parecen trasladar la eterna lucha del Mundial de Rallyes a nuestro Inta. El Focus hace su peor parcial en la zona más rápida debido a que está nace de una curva a derechas en segunda con apoyo fuerte, momento en el que pierde mucha tracción que luego le pasa factura con la velocidad punta más baja. Así ocurre en todos los puntos marcados salvo en el D, en el que el cambio de apoyo rápido sin necesidad de tracción le hace ganar el tiempo perdido a la salida de la curva anterior. El más rápido en el punto B es el STi, que bate a su inmediato perseguidor en 3,3 km/h, algo que en la calle resulta completamente inapreciable. El Mégane no vence en ningún parcial ni registra ninguna velocidad máxima, pero, al igual que el S3, mantiene un ritmo endiablado en todo momento.

Nuestra prueba en el circuito del Inta Excelente para Impreza, Focus y Megane y muy mal para el BMW. El Evo es el que llega más rápido -ojo al 135i- y de costado, por lo que hay que trabajar mucho entrar en la curva. El tranquilo S3 pasa discretamente.