Ford Focus RS

Izquierda tres para sexta a fondo con fe, derecha dos, sasar, ras en derecha uno ¡ojo, nieve!… En el Ford Focus RS más que un navegador que nos guíe hay que instalar un copiloto de carne y hueso, porque salvo porque le faltan las barras, los extintores y los números, el resto es de un auténtico carreras-cliente.

Ford Focus RS
Ford Focus RS

No lo podemos negar, tenemos ante nosotros una de las comparativas más deseadas por todos los que nos dedicamos a esta bendita profesión. Nada menos que enfrentar al mismísimo Focus RS contra unos rivales realmente buenos, hasta tal punto que si ahora mismo nos regalasen cualquiera de los seis coches que aquí comparamos tendríamos un serio problema para elegir uno... ¿el más rápido? ¿el más equilibrado? o tal vez ¿el más bonito? La elección es difícil, así que lo mejor será ponerlos todos al límite, ver sus posibilidades y decidir después; sobre gustos no hay nada escrito así que cada uno decida cual le parece el más bonito, que nosotros nos limitaremos a ver cuál es el más rápido y deportivo ¡a por ellos!

El comportamiento de todos viene marcado por dos aspectos: las ruedas y el sistema de tracción. En el caso de los neumáticos nos referimos en exclusiva al Mégane R26R; lleva slick rayados de la marca Toyo que se usan en competición, y sólo por eso tiene mucho ganado, tanto en frenadas como aceleración o paso por curva. Con esas mismas ruedas en todos, el resultado final no sería el mismo, pero lo justo es utilizar cada coche tal y como te lo entregan en el concesionario. El otro detalle está en la tracción, total para Evo, Impreza y S3, trasera en el BMW y delantera en RS y R26R.

La potencia varía desde los 233,1 CV del R26R a los 354 CV del 135i, aunque viendo los tiempos en el circuito ratonero del Inta, puede más una buena entrega de la tracción y el bastidor que la potencia bruta. El BMW 135i ha sido el más lento en el tiempo por vuelta y eso que es el que más corre y con diferencia. Su bastidor al límite pasa del sobreviraje de las curvas lentas al subviraje de las rápidas y es el que, al límite, menos sensación de control ofrece en cualquier punto del circuito. Eso sí, en las rápidas autopistas o autovías es imbatible; sin duda tiene el mejor motor. El Mégane R26R, siendo el menos potente, ha hecho el tercer mejor tiempo. Prácticamente es un coche de carreras: slicks, aligerado al máximo, arneses, barras antivuelco... en la calle es insufrible, pero en el circuito es rapidísimo. Si tuviese la misma potencia que el RS, le habría sacado los colores a los WRC Evo e Impreza. El agarre de sus neumáticos le permite un elevado paso por curva, da igual si es rápida o lenta, y es el que menos inercias tiene (es el más ligero). La pena es que emplee la carrocería antigua y que sea tan incómodo.

La sorpresa de la comparativa la protagoniza el Audi S3, que con sus 282 CV ha conseguido un tiempo magnífico, mejor que el del Focus RS. Su secreto radica en la tracción total, la entrega de potencia en baja y, sobre todo, su facilidad de conducción. Todo pasa más relajado y, al final, el resultado es muy bueno. Tras rodar en el circuito te bajas del coche con la sensación de haber ido más despacio que en el resto y sin embargo…

Mitsubishi Evo y Subaru Impreza STI juegan en otra liga. Los dos traccionan, corren, frenan... ¡como demonios! la única diferencia es que mientras que el STI va por su sitio, el Mitsu lo hace «de costado», exigiendo mucho más a su conductor. Sin duda es más divertido el EVO y, si te atreves a jugar en su límite, es el que mejores sensaciones te transmite, algo que sólo podrás hacer en un circuito cerrado. Los dos clavan el tiempo en el circuito.

Por su parte el Ford FocusRS muestra un bastidor de carreras cien por cien, muy al estilo de los dos japoneses pero con tracción delantera. Es ágil y efectivo, pero la lógica dificultad que tiene para pasar los 301 CV al suelo le hacen perder tracción y sobrecalentar los neumáticos delanteros, descompensado el agarre de los dos trenes, situación que le hace más sujeto de atrás, agravando todavía más el subviraje. En un circuito más rápido, esta situación no se habría exagerado tanto. De hecho, las primeras tres curvas las pasó endiabladamente rápido, hasta que los neumáticos dijeron basta. De todas formas, en la calle es muy rápido y sí, está a la altura.

El Focus más radical
Duelo en el Inta
No lo podemos negar, tenemos ante nosotros una de las comparativas más deseadas por todos los que nos dedicamos a esta bendita profesión. Nada menos que enfrentar al mismísimo Focus RS contra unos rivales realmente buenos, hasta tal punto que si ahora mismo nos regalasen cualquiera de los seis coches que aquí comparamos tendríamos un serio problema para elegir uno... ¿el más rápido? ¿el más equilibrado? o tal vez ¿el más bonito? La elección es difícil, así que lo mejor será ponerlos todos al límite, ver sus posibilidades y decidir después; sobre gustos no hay nada escrito así que cada uno decida cual le parece el más bonito, que nosotros nos limitaremos a ver cuál es el más rápido y deportivo ¡a por ellos!

El comportamiento de todos viene marcado por dos aspectos: las ruedas y el sistema de tracción. En el caso de los neumáticos nos referimos en exclusiva al Mégane R26R; lleva slick rayados de la marca Toyo que se usan en competición, y sólo por eso tiene mucho ganado, tanto en frenadas como aceleración o paso por curva. Con esas mismas ruedas en todos, el resultado final no sería el mismo, pero lo justo es utilizar cada coche tal y como te lo entregan en el concesionario. El otro detalle está en la tracción, total para Evo, Impreza y S3, trasera en el BMW y delantera en RS y R26R.

La potencia varía desde los 233,1 CV del R26R a los 354 CV del 135i, aunque viendo los tiempos en el circuito ratonero del Inta, puede más una buena entrega de la tracción y el bastidor que la potencia bruta. El BMW 135i ha sido el más lento en el tiempo por vuelta y eso que es el que más corre y con diferencia. Su bastidor al límite pasa del sobreviraje de las curvas lentas al subviraje de las rápidas y es el que, al límite, menos sensación de control ofrece en cualquier punto del circuito. Eso sí, en las rápidas autopistas o autovías es imbatible; sin duda tiene el mejor motor. El Mégane R26R, siendo el menos potente, ha hecho el tercer mejor tiempo. Prácticamente es un coche de carreras: slicks, aligerado al máximo, arneses, barras antivuelco... en la calle es insufrible, pero en el circuito es rapidísimo. Si tuviese la misma potencia que el RS, le habría sacado los colores a los WRC Evo e Impreza. El agarre de sus neumáticos le permite un elevado paso por curva, da igual si es rápida o lenta, y es el que menos inercias tiene (es el más ligero). La pena es que emplee la carrocería antigua y que sea tan incómodo.

La sorpresa de la comparativa la protagoniza el Audi S3, que con sus 282 CV ha conseguido un tiempo magnífico, mejor que el del Focus RS. Su secreto radica en la tracción total, la entrega de potencia en baja y, sobre todo, su facilidad de conducción. Todo pasa más relajado y, al final, el resultado es muy bueno. Tras rodar en el circuito te bajas del coche con la sensación de haber ido más despacio que en el resto y sin embargo…

Mitsubishi Evo y Subaru Impreza STI juegan en otra liga. Los dos traccionan, corren, frenan... ¡como demonios! la única diferencia es que mientras que el STI va por su sitio, el Mitsu lo hace «de costado», exigiendo mucho más a su conductor. Sin duda es más divertido el EVO y, si te atreves a jugar en su límite, es el que mejores sensaciones te transmite, algo que sólo podrás hacer en un circuito cerrado. Los dos clavan el tiempo en el circuito.

Por su parte el Ford FocusRS muestra un bastidor de carreras cien por cien, muy al estilo de los dos japoneses pero con tracción delantera. Es ágil y efectivo, pero la lógica dificultad que tiene para pasar los 301 CV al suelo le hacen perder tracción y sobrecalentar los neumáticos delanteros, descompensado el agarre de los dos trenes, situación que le hace más sujeto de atrás, agravando todavía más el subviraje. En un circuito más rápido, esta situación no se habría exagerado tanto. De hecho, las primeras tres curvas las pasó endiabladamente rápido, hasta que los neumáticos dijeron basta. De todas formas, en la calle es muy rápido y sí, está a la altura.

El Focus más radical
Duelo en el Inta