Contacto: Ford Fiesta ST, deportivo de bolsillo

Ford viste a su pequeño Fiesta con las siglas de dinamismo y cierto toque de deportividad ya habituales en los modelos que llevan las siglas ST en su capó delantero.

Jesús Aguado

Contacto: Ford Fiesta ST, deportivo de bolsillo
Contacto: Ford Fiesta ST, deportivo de bolsillo

Hay que remontarse al año 1981 cuando Ford puso a la venta el Fiesta XR2 como el principio de una saga de versiones deportivas que, desde 2005, se pasaron a denominar ST. Desde entonces, todas las generaciones del Fiesta han contado con una de esas versiones especiales desarrolladas para satisfacer y atraer a los clientes más dinámicos. Y esta nueva generación del pequeño Fiesta no podía ser menos.

 

El nuevo Fiesta ST se viste de deportividad, pero sin exageraciones, para que no pase desapercibido en la calle. Spoiler trasero, rejilla delantera de grandes dimensiones diseñada con rejilla de panel de nido de abeja y pintada en negro. Inconfundible y más ahora que el frontal de los Fiesta tiene un innegable aire a Aston Martin. A ello se suman sus colores exclusivos y unas llantas de aleación ligera de 17 pulgadas. En el interior, las plazas delanteras cuentan con asientos tipo backet firmados por Recaro que recogen el cuerpo a la perfección y son muy cómodos. El interior destaca por la calidad visual de todos los elementos que lo componen, su volante de pequeño diámetro y una palanca de cambios de tacto suave, rápido y preciso. Sólo un 'pero' y no es otro que el galimatías que hay en la consola central con multitud de mandos, botones y funciones, todo ciertamente confusamente colocado y que hace que desistamos en muchas ocasiones hasta de cambiar de emisora.

 

180 CV de sensaciones

El desarrollo del Fiesta ST ha corrido a cuenta del equipo RS de Ford en Europa, el mismo que se encarga de los deportivos Focus RS, lo que ya es una inmejorable tarjeta de presentación. El motor del Fiesta es el 1.6 de la familia EcoBoost convenientemente puesto a punto para conseguir la potencia que se anuncia para este modelo: 180 CV. Comparado con la generación anterior del Fiesta ST, el actual cuenta con un 20 por ciento más de potencia y, lo que es más importante, con un consumo aproximadamente un 20 por ciento inferior. Al margen de ello, lo cierto es que el rendimiento de este motor es destacable. Nada más pulsar el botón de arranque (de serie) el sonido delata su carácter; sube de vueltas con gran facilidad, llega al régimen de corte (sobre las 7.000 rpm) con gran rapidez y se apoya en una caja de cambios manual de seis relaciones con unos desarrollos muy bien escalonados que hacen que no haya mucho salto entre marchas. El buen funcionamiento de este motor permite rodar a bajas revoluciones en marchas largas y si necesitamos más potencia no hay que recurrir a bajar marchas, simplemente hay que pisar el acelerador a fondo para que esto suceda. El cambio manual (algo que, desgraciadamente, cada vez es menos usual) tiene un tacto suave, es muy preciso y con corto recorrido y permite al conductor disfrutar de la conducción.

 

Como parte de su equipamiento de serie, el Fiesta ST monta el Ford Vectoring Control, que no es otra cosa que un sistema de tracción que funciona frenando la rueda interior de la curva en el momento que detecta una pérdida de tracción. Con ello consigue reducir el natural subviraje de forma completamente automática, sin que el conductor intervenga. Su tarado está muy bien afinado ya que al volante prácticamente no se nota y, además, hace que el control de estabilidad funcione en menos ocasiones.

 

El ESP tiene tres modos de funcionamiento que se eligen mediante pulsaciones en el interruptor situado en el centro de la consola: Activado, Desactivado (por completo) y Sport en el que permite un cierto deslizamiento del coche y de las ruedas para poder practicar una conducción más dinámica, pero se mantiene «alerta» por si tiene que intervenir para corregir algún error del conductor. La dirección es más rápida que en el resto de los Fiesta, el equipo de frenos está diseñado para la potencia del coche y se ha trabajado sobre la suspensión delantera y cuenta con muelles y amortiguadores de tarado más firme. La altura de la carrocería es 15 mm menor con lo que se consigue bajar el centro de gravedad y, por tanto, mejorar su comportamiento dinámico.

 

Diversión al volante

En carreteras viradas, el Fiesta es un 'juguete' con el que divertirse al volante. El tren delantero entra con mucha facilidad en las curvas, es muy receptivo a los cambios de apoyo y el tren trasero no da muestras de ninguna intención que no sea la de seguir la trayectoria fielmente. Las rectas se acaban con bastante facilidad ya que el motor muestra todo su poderío a poco que pisemos el acelerador; las marchas se agotan con bastante facilidad y a la hora de detener el coche antes de las curvas, el equipo de frenos hace su trabajo con mucha precisión y, sobre todo, tiene una gran resistencia al trabajo duro. Las suspensiones son bastante firmes (algo que se agradece en un coche de este talante), pero no llegan a ser incómodas ni siquiera en las zonas muy bacheadas.

 

El Fiesta inicia su comercialización en España en abril a un precio de 21.750€ y con un gran equipamiento de serie, destacando llantas de aleación 17 pulgadas, kit exterior ST, climatizador, suspensión deportiva, ESP con tres modos de actuación, arranque por botón Ford Power, MyKey y asientos deportivos calefactados de Recaro, entre otros.

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Por Autopista.es