Ford B-Max

Ford da una vuelta de tuerca más a su amplia oferta de monovolúmenes y suma a sus C-Max, S-Max y Galaxy el pequeño B- Max, un automóvil que aporta como nota más destacada la presencia de sus puertas traseras correderas y un amplio equipamiento de seguridad.

Ford B-Max
Ford B-Max

Lo pudimos ver en el pasado Salón de Ginebra a principios de año y no llegará a los concesionarios en España hasta el próximo mes de octubre pero, según nos dicen, está siendo un éxito en todos los sentidos ya que ha habido un gran interés por conocerlo a través de las redes sociales y ya hay, incluso, pedidos en firme de gente que ni siquiera se ha podido montar en él.

Y es que el nuevo Ford B-Max tiene un buen cúmulo de ingredientes que hacen que tenga un cierto atractivo para un buen número de posibles compradores. Para empezar, su tamaño, ya que sus algo más de 4 metros le dan una destacada facilidad para moverse con mucha soltura por la ciudad pero le garantizan una buena habitabilidad y capacidad de maletero. Aunque toma la plataforma de su hermano, el Fiesta, es 11 cm más largo que éste y 32 cm más corto que su otro hermano mayor, el C-Max. Es decir, se posiciona como una buena alternativa para aquellos que quieran “algo más” que un simple Fiesta y que no necesiten disponer de la capacidad de un C-Max. Y lo cierto es que los ingenieros de Ford han hecho un buen trabajo a la hora de sacar el máximo rendimiento a su habitáculo.

Las plazas delanteras son amplias y confortables, con unos asientos situados a la altura justa para que no haya ni que “subirse” a ellos, ni que “tirarse” para sentarse. Justo en el término medio lo que resulta muy cómodo para el día a día. La anchura permite viajar sin muchos agobios con el acompañante, aunque, eso sí, siempre y cuando sea de tamaño más o menos mediano.

En las plazas traseras hay dispuestos tres asientos, pero como suele ser habitual, dos viajarán confortablemente, tres serán una multitud si todos son adultos. Hay una buena altura y el espacio para las piernas está dentro de lo que se puede esperar de un coche de estas dimensiones. El maletero tiene una buena altura y de fondo cabe justo una maleta de las de cabina. Habrá que esperar a que pase por las manos de nuestro Centro Técnico para saber con exactitud cuántos litros caben en él (304 según las cifras oficiales con rueda de repuesto de emergencia o 318 si nos decidimos por el kit repara-pinchazos), pero con nuestras primeras mediciones, podemos asegurar que es suficiente para llevar un buen número de bultos. Bajo el piso del maletero hay dos compartimentos, el primero para dejar objetos en él fuera del alcance de la vista y el segundo donde se puede ubicar la rueda de repuesto de emergencia y llevar algo de herramienta. Otra de las cosas prácticas que tiene el nuevo B-Max es que el respaldo del asiento del acompañante se abate con lo que disponemos de 2,35 metros para llevar objetos ciertamente largos si abatimos también los respaldos de los asientos traseros (que se puede hacer de forma muy sencilla con una sola mano).

Quizás lo más llamativo del coche no sea su silueta bien diseñada que le confiere un aspecto atractivo sino la presencia de la apertura tipo corredera de las dos puertas traseras que le diferencian de sus rivales más directos como el Citroën C3 Picasso (apertura convencional) o el Opel Meriva (apertura enfrentada). Con esta disposición de apertura de puertas, se gana en algunos aspectos, como la facilidad para entrar/salir en las plazas traseras en cualquier circunstancia, incluso cuando aparcamos en batería con los coches de los lados muy cerca o a la hora de meter bultos algo grandes, ya que disponemos de un buen hueco para hacerlo.

El Ford B-Max viene con una amplia gama de mecánicas disponibles, tanto en gasolina como en Diesel, pero por encima de todas ellas, destaca una: el motor tricilíndrico Ecoboost de 1 litro de cilindrada con 100 ó 120 CV de potencia. Lo cierto es que este “pequeño” (que acaba de ganar el Premio al Mejor Motor del Mundo 2012) se vuelve todo un “gigante” en cuanto a rendimiento y eficiencia se refiere. Nuestra prueba ha discurrido por las carreteras alemanas, tanto en zonas de autopista como en carreteras de doble sentido y, la verdad, en ningún caso hemos notado ningún síntoma de falta de carácter o respuesta al acelerador.

Los adelantamientos los hemos hecho con suficiente rapidez y a la hora de pedirle más velocidad, la respuesta ha sido bastante inmediata. Las recuperaciones desde bajas revoluciones también son bastante buenas y únicamente hemos echado en falta en algunos momentos la presencia de una sexta velocidad (todos los B-Max excepto el 1.6 Duratec  TI-Vtec de 105 CV llevan caja de cambios de 5 marchas), algo que en la marca lo aluden a motivos tan peregrinos como “al ser un coche de filosofía ciudadana no hemos creído que hiciera falta esa 6ª marcha”, aunque suponemos que la realidad, la cruda realidad es la de siempre: ahorro y ajuste de precio. En fin.

El otro motor que pudimos conducir en nuestra toma de contacto, fue el Diesel 1.6 TDCi de 95 CV (teníamos ganas de ver cómo iba el nuevo 1.5 de 75 CV, pero nos quedamos con ellas ya que no había ninguno disponible) que si bien resulta un excelente motor, con buenos bajos, rápida respuesta al acelerador y un consumo bastante ajustado no nos ha resultado tan apetecible como el Ecoboost de gasolina con el que también se pueden conseguir consumos muy bajos y, además, cuesta 600 euros más y no lleva el sistema Stop/Start.

Si bien el planteamiento y filosofía del B-Max está más orientado hacia un uso urbano, lo cierto es que el comportamiento en carretera es más que satisfactorio en todo momento. Aunque nuestra toma de contacto se realizó bajo una intensa lluvia en todo momento, lo cierto es que el B-Max demostró que se puede rodar rápido en zonas de curvas con una seguridad y aplomo notable.

Dentro del equipamiento que lleva de serie o se puede montar en el B-Max destacan dos elementos: el SYNC y el Active City Stop. El primero de ellos es un sistema que, entre otros, integra la interfaz de voz, dispositivos y conectividad, lee los mensajes de texto y en caso de accidente avisa a los servicios de emergencia del lugar donde se encuentre el coche. El segundo es un sistema (estrenado en el Focus) y que frena el vehículo de forma automática si detecta un objeto delante y ve que el conductor no pisa el freno. Según la marca, este sistema permite evitar la colisión siempre que se circule por debajo de 15 km/h y minimizar los daños cuando se rueda a 30 km/h (velocidad máxima a la que actúa).

Aparte de los modelos disponibles en la gama de lanzamiento, existe una edición limitada, denominada Ecoboost Edition que estará disponible hasta el 30 de este mes de septiembre por un precio de 15.400 euros y que incluye en su equipamiento todo lo que se ofrece con el acabado Titanium con el motor 1.0 Ecoboost Stop/Start de 120 CV de potencia.

VERSIÓN ACABADO

POTENCIA (CV)

PRECIO (€)

Ford B-Max 1.0 Ecoboost Trend 100 16.900
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Trend 120 17.700
Ford B-Max 1.5 TDCi Trend 75 17.700
Ford B-Max 1.6 TDCi Trend 95 18.300
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Titanium 100 18.250
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium 120 19.050
Ford B-Max 1.5 TDCi Titanium 75 19.050
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium 95 19.650
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium X 120 20.400
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium X 95 21.000

¿Qué opinas de esta noticia? Debate en los foros con otros aficionados al mundo del motor.

Lo pudimos ver en el pasado Salón de Ginebra a principios de año y no llegará a los concesionarios en España hasta el próximo mes de octubre pero, según nos dicen, está siendo un éxito en todos los sentidos ya que ha habido un gran interés por conocerlo a través de las redes sociales y ya hay, incluso, pedidos en firme de gente que ni siquiera se ha podido montar en él.

Y es que el nuevo Ford B-Max tiene un buen cúmulo de ingredientes que hacen que tenga un cierto atractivo para un buen número de posibles compradores. Para empezar, su tamaño, ya que sus algo más de 4 metros le dan una destacada facilidad para moverse con mucha soltura por la ciudad pero le garantizan una buena habitabilidad y capacidad de maletero. Aunque toma la plataforma de su hermano, el Fiesta, es 11 cm más largo que éste y 32 cm más corto que su otro hermano mayor, el C-Max. Es decir, se posiciona como una buena alternativa para aquellos que quieran “algo más” que un simple Fiesta y que no necesiten disponer de la capacidad de un C-Max. Y lo cierto es que los ingenieros de Ford han hecho un buen trabajo a la hora de sacar el máximo rendimiento a su habitáculo.

Las plazas delanteras son amplias y confortables, con unos asientos situados a la altura justa para que no haya ni que “subirse” a ellos, ni que “tirarse” para sentarse. Justo en el término medio lo que resulta muy cómodo para el día a día. La anchura permite viajar sin muchos agobios con el acompañante, aunque, eso sí, siempre y cuando sea de tamaño más o menos mediano.

En las plazas traseras hay dispuestos tres asientos, pero como suele ser habitual, dos viajarán confortablemente, tres serán una multitud si todos son adultos. Hay una buena altura y el espacio para las piernas está dentro de lo que se puede esperar de un coche de estas dimensiones. El maletero tiene una buena altura y de fondo cabe justo una maleta de las de cabina. Habrá que esperar a que pase por las manos de nuestro Centro Técnico para saber con exactitud cuántos litros caben en él (304 según las cifras oficiales con rueda de repuesto de emergencia o 318 si nos decidimos por el kit repara-pinchazos), pero con nuestras primeras mediciones, podemos asegurar que es suficiente para llevar un buen número de bultos. Bajo el piso del maletero hay dos compartimentos, el primero para dejar objetos en él fuera del alcance de la vista y el segundo donde se puede ubicar la rueda de repuesto de emergencia y llevar algo de herramienta. Otra de las cosas prácticas que tiene el nuevo B-Max es que el respaldo del asiento del acompañante se abate con lo que disponemos de 2,35 metros para llevar objetos ciertamente largos si abatimos también los respaldos de los asientos traseros (que se puede hacer de forma muy sencilla con una sola mano).

Quizás lo más llamativo del coche no sea su silueta bien diseñada que le confiere un aspecto atractivo sino la presencia de la apertura tipo corredera de las dos puertas traseras que le diferencian de sus rivales más directos como el Citroën C3 Picasso (apertura convencional) o el Opel Meriva (apertura enfrentada). Con esta disposición de apertura de puertas, se gana en algunos aspectos, como la facilidad para entrar/salir en las plazas traseras en cualquier circunstancia, incluso cuando aparcamos en batería con los coches de los lados muy cerca o a la hora de meter bultos algo grandes, ya que disponemos de un buen hueco para hacerlo.

El Ford B-Max viene con una amplia gama de mecánicas disponibles, tanto en gasolina como en Diesel, pero por encima de todas ellas, destaca una: el motor tricilíndrico Ecoboost de 1 litro de cilindrada con 100 ó 120 CV de potencia. Lo cierto es que este “pequeño” (que acaba de ganar el Premio al Mejor Motor del Mundo 2012) se vuelve todo un “gigante” en cuanto a rendimiento y eficiencia se refiere. Nuestra prueba ha discurrido por las carreteras alemanas, tanto en zonas de autopista como en carreteras de doble sentido y, la verdad, en ningún caso hemos notado ningún síntoma de falta de carácter o respuesta al acelerador.

Los adelantamientos los hemos hecho con suficiente rapidez y a la hora de pedirle más velocidad, la respuesta ha sido bastante inmediata. Las recuperaciones desde bajas revoluciones también son bastante buenas y únicamente hemos echado en falta en algunos momentos la presencia de una sexta velocidad (todos los B-Max excepto el 1.6 Duratec  TI-Vtec de 105 CV llevan caja de cambios de 5 marchas), algo que en la marca lo aluden a motivos tan peregrinos como “al ser un coche de filosofía ciudadana no hemos creído que hiciera falta esa 6ª marcha”, aunque suponemos que la realidad, la cruda realidad es la de siempre: ahorro y ajuste de precio. En fin.

El otro motor que pudimos conducir en nuestra toma de contacto, fue el Diesel 1.6 TDCi de 95 CV (teníamos ganas de ver cómo iba el nuevo 1.5 de 75 CV, pero nos quedamos con ellas ya que no había ninguno disponible) que si bien resulta un excelente motor, con buenos bajos, rápida respuesta al acelerador y un consumo bastante ajustado no nos ha resultado tan apetecible como el Ecoboost de gasolina con el que también se pueden conseguir consumos muy bajos y, además, cuesta 600 euros más y no lleva el sistema Stop/Start.

Si bien el planteamiento y filosofía del B-Max está más orientado hacia un uso urbano, lo cierto es que el comportamiento en carretera es más que satisfactorio en todo momento. Aunque nuestra toma de contacto se realizó bajo una intensa lluvia en todo momento, lo cierto es que el B-Max demostró que se puede rodar rápido en zonas de curvas con una seguridad y aplomo notable.

Dentro del equipamiento que lleva de serie o se puede montar en el B-Max destacan dos elementos: el SYNC y el Active City Stop. El primero de ellos es un sistema que, entre otros, integra la interfaz de voz, dispositivos y conectividad, lee los mensajes de texto y en caso de accidente avisa a los servicios de emergencia del lugar donde se encuentre el coche. El segundo es un sistema (estrenado en el Focus) y que frena el vehículo de forma automática si detecta un objeto delante y ve que el conductor no pisa el freno. Según la marca, este sistema permite evitar la colisión siempre que se circule por debajo de 15 km/h y minimizar los daños cuando se rueda a 30 km/h (velocidad máxima a la que actúa).

Aparte de los modelos disponibles en la gama de lanzamiento, existe una edición limitada, denominada Ecoboost Edition que estará disponible hasta el 30 de este mes de septiembre por un precio de 15.400 euros y que incluye en su equipamiento todo lo que se ofrece con el acabado Titanium con el motor 1.0 Ecoboost Stop/Start de 120 CV de potencia.

VERSIÓN ACABADO

POTENCIA (CV)

PRECIO (€)

Ford B-Max 1.0 Ecoboost Trend 100 16.900
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Trend 120 17.700
Ford B-Max 1.5 TDCi Trend 75 17.700
Ford B-Max 1.6 TDCi Trend 95 18.300
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Titanium 100 18.250
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium 120 19.050
Ford B-Max 1.5 TDCi Titanium 75 19.050
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium 95 19.650
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium X 120 20.400
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium X 95 21.000

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Lo pudimos ver en el pasado Salón de Ginebra a principios de año y no llegará a los concesionarios en España hasta el próximo mes de octubre pero, según nos dicen, está siendo un éxito en todos los sentidos ya que ha habido un gran interés por conocerlo a través de las redes sociales y ya hay, incluso, pedidos en firme de gente que ni siquiera se ha podido montar en él.

Y es que el nuevo Ford B-Max tiene un buen cúmulo de ingredientes que hacen que tenga un cierto atractivo para un buen número de posibles compradores. Para empezar, su tamaño, ya que sus algo más de 4 metros le dan una destacada facilidad para moverse con mucha soltura por la ciudad pero le garantizan una buena habitabilidad y capacidad de maletero. Aunque toma la plataforma de su hermano, el Fiesta, es 11 cm más largo que éste y 32 cm más corto que su otro hermano mayor, el C-Max. Es decir, se posiciona como una buena alternativa para aquellos que quieran “algo más” que un simple Fiesta y que no necesiten disponer de la capacidad de un C-Max. Y lo cierto es que los ingenieros de Ford han hecho un buen trabajo a la hora de sacar el máximo rendimiento a su habitáculo.

Las plazas delanteras son amplias y confortables, con unos asientos situados a la altura justa para que no haya ni que “subirse” a ellos, ni que “tirarse” para sentarse. Justo en el término medio lo que resulta muy cómodo para el día a día. La anchura permite viajar sin muchos agobios con el acompañante, aunque, eso sí, siempre y cuando sea de tamaño más o menos mediano.

En las plazas traseras hay dispuestos tres asientos, pero como suele ser habitual, dos viajarán confortablemente, tres serán una multitud si todos son adultos. Hay una buena altura y el espacio para las piernas está dentro de lo que se puede esperar de un coche de estas dimensiones. El maletero tiene una buena altura y de fondo cabe justo una maleta de las de cabina. Habrá que esperar a que pase por las manos de nuestro Centro Técnico para saber con exactitud cuántos litros caben en él (304 según las cifras oficiales con rueda de repuesto de emergencia o 318 si nos decidimos por el kit repara-pinchazos), pero con nuestras primeras mediciones, podemos asegurar que es suficiente para llevar un buen número de bultos. Bajo el piso del maletero hay dos compartimentos, el primero para dejar objetos en él fuera del alcance de la vista y el segundo donde se puede ubicar la rueda de repuesto de emergencia y llevar algo de herramienta. Otra de las cosas prácticas que tiene el nuevo B-Max es que el respaldo del asiento del acompañante se abate con lo que disponemos de 2,35 metros para llevar objetos ciertamente largos si abatimos también los respaldos de los asientos traseros (que se puede hacer de forma muy sencilla con una sola mano).

Quizás lo más llamativo del coche no sea su silueta bien diseñada que le confiere un aspecto atractivo sino la presencia de la apertura tipo corredera de las dos puertas traseras que le diferencian de sus rivales más directos como el Citroën C3 Picasso (apertura convencional) o el Opel Meriva (apertura enfrentada). Con esta disposición de apertura de puertas, se gana en algunos aspectos, como la facilidad para entrar/salir en las plazas traseras en cualquier circunstancia, incluso cuando aparcamos en batería con los coches de los lados muy cerca o a la hora de meter bultos algo grandes, ya que disponemos de un buen hueco para hacerlo.

El Ford B-Max viene con una amplia gama de mecánicas disponibles, tanto en gasolina como en Diesel, pero por encima de todas ellas, destaca una: el motor tricilíndrico Ecoboost de 1 litro de cilindrada con 100 ó 120 CV de potencia. Lo cierto es que este “pequeño” (que acaba de ganar el Premio al Mejor Motor del Mundo 2012) se vuelve todo un “gigante” en cuanto a rendimiento y eficiencia se refiere. Nuestra prueba ha discurrido por las carreteras alemanas, tanto en zonas de autopista como en carreteras de doble sentido y, la verdad, en ningún caso hemos notado ningún síntoma de falta de carácter o respuesta al acelerador.

Los adelantamientos los hemos hecho con suficiente rapidez y a la hora de pedirle más velocidad, la respuesta ha sido bastante inmediata. Las recuperaciones desde bajas revoluciones también son bastante buenas y únicamente hemos echado en falta en algunos momentos la presencia de una sexta velocidad (todos los B-Max excepto el 1.6 Duratec  TI-Vtec de 105 CV llevan caja de cambios de 5 marchas), algo que en la marca lo aluden a motivos tan peregrinos como “al ser un coche de filosofía ciudadana no hemos creído que hiciera falta esa 6ª marcha”, aunque suponemos que la realidad, la cruda realidad es la de siempre: ahorro y ajuste de precio. En fin.

El otro motor que pudimos conducir en nuestra toma de contacto, fue el Diesel 1.6 TDCi de 95 CV (teníamos ganas de ver cómo iba el nuevo 1.5 de 75 CV, pero nos quedamos con ellas ya que no había ninguno disponible) que si bien resulta un excelente motor, con buenos bajos, rápida respuesta al acelerador y un consumo bastante ajustado no nos ha resultado tan apetecible como el Ecoboost de gasolina con el que también se pueden conseguir consumos muy bajos y, además, cuesta 600 euros más y no lleva el sistema Stop/Start.

Si bien el planteamiento y filosofía del B-Max está más orientado hacia un uso urbano, lo cierto es que el comportamiento en carretera es más que satisfactorio en todo momento. Aunque nuestra toma de contacto se realizó bajo una intensa lluvia en todo momento, lo cierto es que el B-Max demostró que se puede rodar rápido en zonas de curvas con una seguridad y aplomo notable.

Dentro del equipamiento que lleva de serie o se puede montar en el B-Max destacan dos elementos: el SYNC y el Active City Stop. El primero de ellos es un sistema que, entre otros, integra la interfaz de voz, dispositivos y conectividad, lee los mensajes de texto y en caso de accidente avisa a los servicios de emergencia del lugar donde se encuentre el coche. El segundo es un sistema (estrenado en el Focus) y que frena el vehículo de forma automática si detecta un objeto delante y ve que el conductor no pisa el freno. Según la marca, este sistema permite evitar la colisión siempre que se circule por debajo de 15 km/h y minimizar los daños cuando se rueda a 30 km/h (velocidad máxima a la que actúa).

Aparte de los modelos disponibles en la gama de lanzamiento, existe una edición limitada, denominada Ecoboost Edition que estará disponible hasta el 30 de este mes de septiembre por un precio de 15.400 euros y que incluye en su equipamiento todo lo que se ofrece con el acabado Titanium con el motor 1.0 Ecoboost Stop/Start de 120 CV de potencia.

VERSIÓN ACABADO

POTENCIA (CV)

PRECIO (€)

Ford B-Max 1.0 Ecoboost Trend 100 16.900
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Trend 120 17.700
Ford B-Max 1.5 TDCi Trend 75 17.700
Ford B-Max 1.6 TDCi Trend 95 18.300
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Titanium 100 18.250
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium 120 19.050
Ford B-Max 1.5 TDCi Titanium 75 19.050
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium 95 19.650
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium X 120 20.400
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium X 95 21.000

¿Qué opinas de esta noticia? Debate en los foros con otros aficionados al mundo del motor.

Lo pudimos ver en el pasado Salón de Ginebra a principios de año y no llegará a los concesionarios en España hasta el próximo mes de octubre pero, según nos dicen, está siendo un éxito en todos los sentidos ya que ha habido un gran interés por conocerlo a través de las redes sociales y ya hay, incluso, pedidos en firme de gente que ni siquiera se ha podido montar en él.

Y es que el nuevo Ford B-Max tiene un buen cúmulo de ingredientes que hacen que tenga un cierto atractivo para un buen número de posibles compradores. Para empezar, su tamaño, ya que sus algo más de 4 metros le dan una destacada facilidad para moverse con mucha soltura por la ciudad pero le garantizan una buena habitabilidad y capacidad de maletero. Aunque toma la plataforma de su hermano, el Fiesta, es 11 cm más largo que éste y 32 cm más corto que su otro hermano mayor, el C-Max. Es decir, se posiciona como una buena alternativa para aquellos que quieran “algo más” que un simple Fiesta y que no necesiten disponer de la capacidad de un C-Max. Y lo cierto es que los ingenieros de Ford han hecho un buen trabajo a la hora de sacar el máximo rendimiento a su habitáculo.

Las plazas delanteras son amplias y confortables, con unos asientos situados a la altura justa para que no haya ni que “subirse” a ellos, ni que “tirarse” para sentarse. Justo en el término medio lo que resulta muy cómodo para el día a día. La anchura permite viajar sin muchos agobios con el acompañante, aunque, eso sí, siempre y cuando sea de tamaño más o menos mediano.

En las plazas traseras hay dispuestos tres asientos, pero como suele ser habitual, dos viajarán confortablemente, tres serán una multitud si todos son adultos. Hay una buena altura y el espacio para las piernas está dentro de lo que se puede esperar de un coche de estas dimensiones. El maletero tiene una buena altura y de fondo cabe justo una maleta de las de cabina. Habrá que esperar a que pase por las manos de nuestro Centro Técnico para saber con exactitud cuántos litros caben en él (304 según las cifras oficiales con rueda de repuesto de emergencia o 318 si nos decidimos por el kit repara-pinchazos), pero con nuestras primeras mediciones, podemos asegurar que es suficiente para llevar un buen número de bultos. Bajo el piso del maletero hay dos compartimentos, el primero para dejar objetos en él fuera del alcance de la vista y el segundo donde se puede ubicar la rueda de repuesto de emergencia y llevar algo de herramienta. Otra de las cosas prácticas que tiene el nuevo B-Max es que el respaldo del asiento del acompañante se abate con lo que disponemos de 2,35 metros para llevar objetos ciertamente largos si abatimos también los respaldos de los asientos traseros (que se puede hacer de forma muy sencilla con una sola mano).

Quizás lo más llamativo del coche no sea su silueta bien diseñada que le confiere un aspecto atractivo sino la presencia de la apertura tipo corredera de las dos puertas traseras que le diferencian de sus rivales más directos como el Citroën C3 Picasso (apertura convencional) o el Opel Meriva (apertura enfrentada). Con esta disposición de apertura de puertas, se gana en algunos aspectos, como la facilidad para entrar/salir en las plazas traseras en cualquier circunstancia, incluso cuando aparcamos en batería con los coches de los lados muy cerca o a la hora de meter bultos algo grandes, ya que disponemos de un buen hueco para hacerlo.

El Ford B-Max viene con una amplia gama de mecánicas disponibles, tanto en gasolina como en Diesel, pero por encima de todas ellas, destaca una: el motor tricilíndrico Ecoboost de 1 litro de cilindrada con 100 ó 120 CV de potencia. Lo cierto es que este “pequeño” (que acaba de ganar el Premio al Mejor Motor del Mundo 2012) se vuelve todo un “gigante” en cuanto a rendimiento y eficiencia se refiere. Nuestra prueba ha discurrido por las carreteras alemanas, tanto en zonas de autopista como en carreteras de doble sentido y, la verdad, en ningún caso hemos notado ningún síntoma de falta de carácter o respuesta al acelerador.

Los adelantamientos los hemos hecho con suficiente rapidez y a la hora de pedirle más velocidad, la respuesta ha sido bastante inmediata. Las recuperaciones desde bajas revoluciones también son bastante buenas y únicamente hemos echado en falta en algunos momentos la presencia de una sexta velocidad (todos los B-Max excepto el 1.6 Duratec  TI-Vtec de 105 CV llevan caja de cambios de 5 marchas), algo que en la marca lo aluden a motivos tan peregrinos como “al ser un coche de filosofía ciudadana no hemos creído que hiciera falta esa 6ª marcha”, aunque suponemos que la realidad, la cruda realidad es la de siempre: ahorro y ajuste de precio. En fin.

El otro motor que pudimos conducir en nuestra toma de contacto, fue el Diesel 1.6 TDCi de 95 CV (teníamos ganas de ver cómo iba el nuevo 1.5 de 75 CV, pero nos quedamos con ellas ya que no había ninguno disponible) que si bien resulta un excelente motor, con buenos bajos, rápida respuesta al acelerador y un consumo bastante ajustado no nos ha resultado tan apetecible como el Ecoboost de gasolina con el que también se pueden conseguir consumos muy bajos y, además, cuesta 600 euros más y no lleva el sistema Stop/Start.

Si bien el planteamiento y filosofía del B-Max está más orientado hacia un uso urbano, lo cierto es que el comportamiento en carretera es más que satisfactorio en todo momento. Aunque nuestra toma de contacto se realizó bajo una intensa lluvia en todo momento, lo cierto es que el B-Max demostró que se puede rodar rápido en zonas de curvas con una seguridad y aplomo notable.

Dentro del equipamiento que lleva de serie o se puede montar en el B-Max destacan dos elementos: el SYNC y el Active City Stop. El primero de ellos es un sistema que, entre otros, integra la interfaz de voz, dispositivos y conectividad, lee los mensajes de texto y en caso de accidente avisa a los servicios de emergencia del lugar donde se encuentre el coche. El segundo es un sistema (estrenado en el Focus) y que frena el vehículo de forma automática si detecta un objeto delante y ve que el conductor no pisa el freno. Según la marca, este sistema permite evitar la colisión siempre que se circule por debajo de 15 km/h y minimizar los daños cuando se rueda a 30 km/h (velocidad máxima a la que actúa).

Aparte de los modelos disponibles en la gama de lanzamiento, existe una edición limitada, denominada Ecoboost Edition que estará disponible hasta el 30 de este mes de septiembre por un precio de 15.400 euros y que incluye en su equipamiento todo lo que se ofrece con el acabado Titanium con el motor 1.0 Ecoboost Stop/Start de 120 CV de potencia.

VERSIÓN ACABADO

POTENCIA (CV)

PRECIO (€)

Ford B-Max 1.0 Ecoboost Trend 100 16.900
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Trend 120 17.700
Ford B-Max 1.5 TDCi Trend 75 17.700
Ford B-Max 1.6 TDCi Trend 95 18.300
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Titanium 100 18.250
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium 120 19.050
Ford B-Max 1.5 TDCi Titanium 75 19.050
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium 95 19.650
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium X 120 20.400
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium X 95 21.000

¿Qué opinas de esta noticia? Debate en los foros con otros aficionados al mundo del motor.

Lo pudimos ver en el pasado Salón de Ginebra a principios de año y no llegará a los concesionarios en España hasta el próximo mes de octubre pero, según nos dicen, está siendo un éxito en todos los sentidos ya que ha habido un gran interés por conocerlo a través de las redes sociales y ya hay, incluso, pedidos en firme de gente que ni siquiera se ha podido montar en él.

Y es que el nuevo Ford B-Max tiene un buen cúmulo de ingredientes que hacen que tenga un cierto atractivo para un buen número de posibles compradores. Para empezar, su tamaño, ya que sus algo más de 4 metros le dan una destacada facilidad para moverse con mucha soltura por la ciudad pero le garantizan una buena habitabilidad y capacidad de maletero. Aunque toma la plataforma de su hermano, el Fiesta, es 11 cm más largo que éste y 32 cm más corto que su otro hermano mayor, el C-Max. Es decir, se posiciona como una buena alternativa para aquellos que quieran “algo más” que un simple Fiesta y que no necesiten disponer de la capacidad de un C-Max. Y lo cierto es que los ingenieros de Ford han hecho un buen trabajo a la hora de sacar el máximo rendimiento a su habitáculo.

Las plazas delanteras son amplias y confortables, con unos asientos situados a la altura justa para que no haya ni que “subirse” a ellos, ni que “tirarse” para sentarse. Justo en el término medio lo que resulta muy cómodo para el día a día. La anchura permite viajar sin muchos agobios con el acompañante, aunque, eso sí, siempre y cuando sea de tamaño más o menos mediano.

En las plazas traseras hay dispuestos tres asientos, pero como suele ser habitual, dos viajarán confortablemente, tres serán una multitud si todos son adultos. Hay una buena altura y el espacio para las piernas está dentro de lo que se puede esperar de un coche de estas dimensiones. El maletero tiene una buena altura y de fondo cabe justo una maleta de las de cabina. Habrá que esperar a que pase por las manos de nuestro Centro Técnico para saber con exactitud cuántos litros caben en él (304 según las cifras oficiales con rueda de repuesto de emergencia o 318 si nos decidimos por el kit repara-pinchazos), pero con nuestras primeras mediciones, podemos asegurar que es suficiente para llevar un buen número de bultos. Bajo el piso del maletero hay dos compartimentos, el primero para dejar objetos en él fuera del alcance de la vista y el segundo donde se puede ubicar la rueda de repuesto de emergencia y llevar algo de herramienta. Otra de las cosas prácticas que tiene el nuevo B-Max es que el respaldo del asiento del acompañante se abate con lo que disponemos de 2,35 metros para llevar objetos ciertamente largos si abatimos también los respaldos de los asientos traseros (que se puede hacer de forma muy sencilla con una sola mano).

Quizás lo más llamativo del coche no sea su silueta bien diseñada que le confiere un aspecto atractivo sino la presencia de la apertura tipo corredera de las dos puertas traseras que le diferencian de sus rivales más directos como el Citroën C3 Picasso (apertura convencional) o el Opel Meriva (apertura enfrentada). Con esta disposición de apertura de puertas, se gana en algunos aspectos, como la facilidad para entrar/salir en las plazas traseras en cualquier circunstancia, incluso cuando aparcamos en batería con los coches de los lados muy cerca o a la hora de meter bultos algo grandes, ya que disponemos de un buen hueco para hacerlo.

El Ford B-Max viene con una amplia gama de mecánicas disponibles, tanto en gasolina como en Diesel, pero por encima de todas ellas, destaca una: el motor tricilíndrico Ecoboost de 1 litro de cilindrada con 100 ó 120 CV de potencia. Lo cierto es que este “pequeño” (que acaba de ganar el Premio al Mejor Motor del Mundo 2012) se vuelve todo un “gigante” en cuanto a rendimiento y eficiencia se refiere. Nuestra prueba ha discurrido por las carreteras alemanas, tanto en zonas de autopista como en carreteras de doble sentido y, la verdad, en ningún caso hemos notado ningún síntoma de falta de carácter o respuesta al acelerador.

Los adelantamientos los hemos hecho con suficiente rapidez y a la hora de pedirle más velocidad, la respuesta ha sido bastante inmediata. Las recuperaciones desde bajas revoluciones también son bastante buenas y únicamente hemos echado en falta en algunos momentos la presencia de una sexta velocidad (todos los B-Max excepto el 1.6 Duratec  TI-Vtec de 105 CV llevan caja de cambios de 5 marchas), algo que en la marca lo aluden a motivos tan peregrinos como “al ser un coche de filosofía ciudadana no hemos creído que hiciera falta esa 6ª marcha”, aunque suponemos que la realidad, la cruda realidad es la de siempre: ahorro y ajuste de precio. En fin.

El otro motor que pudimos conducir en nuestra toma de contacto, fue el Diesel 1.6 TDCi de 95 CV (teníamos ganas de ver cómo iba el nuevo 1.5 de 75 CV, pero nos quedamos con ellas ya que no había ninguno disponible) que si bien resulta un excelente motor, con buenos bajos, rápida respuesta al acelerador y un consumo bastante ajustado no nos ha resultado tan apetecible como el Ecoboost de gasolina con el que también se pueden conseguir consumos muy bajos y, además, cuesta 600 euros más y no lleva el sistema Stop/Start.

Si bien el planteamiento y filosofía del B-Max está más orientado hacia un uso urbano, lo cierto es que el comportamiento en carretera es más que satisfactorio en todo momento. Aunque nuestra toma de contacto se realizó bajo una intensa lluvia en todo momento, lo cierto es que el B-Max demostró que se puede rodar rápido en zonas de curvas con una seguridad y aplomo notable.

Dentro del equipamiento que lleva de serie o se puede montar en el B-Max destacan dos elementos: el SYNC y el Active City Stop. El primero de ellos es un sistema que, entre otros, integra la interfaz de voz, dispositivos y conectividad, lee los mensajes de texto y en caso de accidente avisa a los servicios de emergencia del lugar donde se encuentre el coche. El segundo es un sistema (estrenado en el Focus) y que frena el vehículo de forma automática si detecta un objeto delante y ve que el conductor no pisa el freno. Según la marca, este sistema permite evitar la colisión siempre que se circule por debajo de 15 km/h y minimizar los daños cuando se rueda a 30 km/h (velocidad máxima a la que actúa).

Aparte de los modelos disponibles en la gama de lanzamiento, existe una edición limitada, denominada Ecoboost Edition que estará disponible hasta el 30 de este mes de septiembre por un precio de 15.400 euros y que incluye en su equipamiento todo lo que se ofrece con el acabado Titanium con el motor 1.0 Ecoboost Stop/Start de 120 CV de potencia.

VERSIÓN ACABADO

POTENCIA (CV)

PRECIO (€)

Ford B-Max 1.0 Ecoboost Trend 100 16.900
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Trend 120 17.700
Ford B-Max 1.5 TDCi Trend 75 17.700
Ford B-Max 1.6 TDCi Trend 95 18.300
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Titanium 100 18.250
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium 120 19.050
Ford B-Max 1.5 TDCi Titanium 75 19.050
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium 95 19.650
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium X 120 20.400
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium X 95 21.000

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Lo pudimos ver en el pasado Salón de Ginebra a principios de año y no llegará a los concesionarios en España hasta el próximo mes de octubre pero, según nos dicen, está siendo un éxito en todos los sentidos ya que ha habido un gran interés por conocerlo a través de las redes sociales y ya hay, incluso, pedidos en firme de gente que ni siquiera se ha podido montar en él.

Y es que el nuevo Ford B-Max tiene un buen cúmulo de ingredientes que hacen que tenga un cierto atractivo para un buen número de posibles compradores. Para empezar, su tamaño, ya que sus algo más de 4 metros le dan una destacada facilidad para moverse con mucha soltura por la ciudad pero le garantizan una buena habitabilidad y capacidad de maletero. Aunque toma la plataforma de su hermano, el Fiesta, es 11 cm más largo que éste y 32 cm más corto que su otro hermano mayor, el C-Max. Es decir, se posiciona como una buena alternativa para aquellos que quieran “algo más” que un simple Fiesta y que no necesiten disponer de la capacidad de un C-Max. Y lo cierto es que los ingenieros de Ford han hecho un buen trabajo a la hora de sacar el máximo rendimiento a su habitáculo.

Las plazas delanteras son amplias y confortables, con unos asientos situados a la altura justa para que no haya ni que “subirse” a ellos, ni que “tirarse” para sentarse. Justo en el término medio lo que resulta muy cómodo para el día a día. La anchura permite viajar sin muchos agobios con el acompañante, aunque, eso sí, siempre y cuando sea de tamaño más o menos mediano.

En las plazas traseras hay dispuestos tres asientos, pero como suele ser habitual, dos viajarán confortablemente, tres serán una multitud si todos son adultos. Hay una buena altura y el espacio para las piernas está dentro de lo que se puede esperar de un coche de estas dimensiones. El maletero tiene una buena altura y de fondo cabe justo una maleta de las de cabina. Habrá que esperar a que pase por las manos de nuestro Centro Técnico para saber con exactitud cuántos litros caben en él (304 según las cifras oficiales con rueda de repuesto de emergencia o 318 si nos decidimos por el kit repara-pinchazos), pero con nuestras primeras mediciones, podemos asegurar que es suficiente para llevar un buen número de bultos. Bajo el piso del maletero hay dos compartimentos, el primero para dejar objetos en él fuera del alcance de la vista y el segundo donde se puede ubicar la rueda de repuesto de emergencia y llevar algo de herramienta. Otra de las cosas prácticas que tiene el nuevo B-Max es que el respaldo del asiento del acompañante se abate con lo que disponemos de 2,35 metros para llevar objetos ciertamente largos si abatimos también los respaldos de los asientos traseros (que se puede hacer de forma muy sencilla con una sola mano).

Quizás lo más llamativo del coche no sea su silueta bien diseñada que le confiere un aspecto atractivo sino la presencia de la apertura tipo corredera de las dos puertas traseras que le diferencian de sus rivales más directos como el Citroën C3 Picasso (apertura convencional) o el Opel Meriva (apertura enfrentada). Con esta disposición de apertura de puertas, se gana en algunos aspectos, como la facilidad para entrar/salir en las plazas traseras en cualquier circunstancia, incluso cuando aparcamos en batería con los coches de los lados muy cerca o a la hora de meter bultos algo grandes, ya que disponemos de un buen hueco para hacerlo.

El Ford B-Max viene con una amplia gama de mecánicas disponibles, tanto en gasolina como en Diesel, pero por encima de todas ellas, destaca una: el motor tricilíndrico Ecoboost de 1 litro de cilindrada con 100 ó 120 CV de potencia. Lo cierto es que este “pequeño” (que acaba de ganar el Premio al Mejor Motor del Mundo 2012) se vuelve todo un “gigante” en cuanto a rendimiento y eficiencia se refiere. Nuestra prueba ha discurrido por las carreteras alemanas, tanto en zonas de autopista como en carreteras de doble sentido y, la verdad, en ningún caso hemos notado ningún síntoma de falta de carácter o respuesta al acelerador.

Los adelantamientos los hemos hecho con suficiente rapidez y a la hora de pedirle más velocidad, la respuesta ha sido bastante inmediata. Las recuperaciones desde bajas revoluciones también son bastante buenas y únicamente hemos echado en falta en algunos momentos la presencia de una sexta velocidad (todos los B-Max excepto el 1.6 Duratec  TI-Vtec de 105 CV llevan caja de cambios de 5 marchas), algo que en la marca lo aluden a motivos tan peregrinos como “al ser un coche de filosofía ciudadana no hemos creído que hiciera falta esa 6ª marcha”, aunque suponemos que la realidad, la cruda realidad es la de siempre: ahorro y ajuste de precio. En fin.

El otro motor que pudimos conducir en nuestra toma de contacto, fue el Diesel 1.6 TDCi de 95 CV (teníamos ganas de ver cómo iba el nuevo 1.5 de 75 CV, pero nos quedamos con ellas ya que no había ninguno disponible) que si bien resulta un excelente motor, con buenos bajos, rápida respuesta al acelerador y un consumo bastante ajustado no nos ha resultado tan apetecible como el Ecoboost de gasolina con el que también se pueden conseguir consumos muy bajos y, además, cuesta 600 euros más y no lleva el sistema Stop/Start.

Si bien el planteamiento y filosofía del B-Max está más orientado hacia un uso urbano, lo cierto es que el comportamiento en carretera es más que satisfactorio en todo momento. Aunque nuestra toma de contacto se realizó bajo una intensa lluvia en todo momento, lo cierto es que el B-Max demostró que se puede rodar rápido en zonas de curvas con una seguridad y aplomo notable.

Dentro del equipamiento que lleva de serie o se puede montar en el B-Max destacan dos elementos: el SYNC y el Active City Stop. El primero de ellos es un sistema que, entre otros, integra la interfaz de voz, dispositivos y conectividad, lee los mensajes de texto y en caso de accidente avisa a los servicios de emergencia del lugar donde se encuentre el coche. El segundo es un sistema (estrenado en el Focus) y que frena el vehículo de forma automática si detecta un objeto delante y ve que el conductor no pisa el freno. Según la marca, este sistema permite evitar la colisión siempre que se circule por debajo de 15 km/h y minimizar los daños cuando se rueda a 30 km/h (velocidad máxima a la que actúa).

Aparte de los modelos disponibles en la gama de lanzamiento, existe una edición limitada, denominada Ecoboost Edition que estará disponible hasta el 30 de este mes de septiembre por un precio de 15.400 euros y que incluye en su equipamiento todo lo que se ofrece con el acabado Titanium con el motor 1.0 Ecoboost Stop/Start de 120 CV de potencia.

VERSIÓN ACABADO

POTENCIA (CV)

PRECIO (€)

Ford B-Max 1.0 Ecoboost Trend 100 16.900
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Trend 120 17.700
Ford B-Max 1.5 TDCi Trend 75 17.700
Ford B-Max 1.6 TDCi Trend 95 18.300
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Titanium 100 18.250
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium 120 19.050
Ford B-Max 1.5 TDCi Titanium 75 19.050
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium 95 19.650
Ford B-Max 1.0 Ecoboost Auto Stop/Start Titanium X 120 20.400
Ford B-Max 1.6 TDCi Titanium X 95 21.000

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