Fiat Bravo 2.0 Multijet

Con 165 CV, una decoración exterior muy cuidada y un interior plagado de detalles deportivos, esta versión Super Sport del Fiat Bravo se convierte en el Diesel más rápido y exclusivo de la gama.

Fiat Bravo 2.0 Multijet
Fiat Bravo 2.0 Multijet

A pesar de la denominación Super Sport asociada a este motor, este Fiat Bravo está lejos de ser una versión extrema. Resulta más cómodo y dócil de lo que cabría esperar, hasta el punto de que nada más sentarnos en su habitáculo buscamos una inexistente “tecla Sport" que rinda homenaje a la denominación de su acabado, al estilo de la que lleva el Fiat Panda 100 HP, o el Fiat Grande Punto Abarth. Sin embargo, en su lugar está el conocido botón City, que incrementa todavía más la asistencia de la dirección, ya de por sí bastante blanda, para facilitar las maniobras de aparcamiento. Pero no hay que dejarse engañar por este burgués detalle, ni por la entrega de potencia relativamente lineal y progresiva del motor, pues, si aceleramos a fondo, en pocos segundos estaremos rodando a un ritmo muy elevado. Cronómetro en mano fulmina al Fiat Bravo 1.9 JTD 150 CV del que deriva, sobre todo en maniobras de adelantamiento. Sirva como ejemplo el paso de 80 a 120 km/h en 5ª, en el que necesita 2,11 segundos menos que éste, diferencia que se incrementa hasta los nada despreciables 4,59 segundos en 6ª. La respuesta del turbo tarda un poco en llegar, pero una vez que ha cogido inercia, y sobre todo por debajo de 3.000 vueltas, proporciona un espectacular par que catapulta a este Fiat Bravo sin tener que recurrir al uso del cambio. A pesar de que los desarrollos se han adaptado y son un poco más largos, la cifra de consumo medio no ha variado. Lástima que el tacto del cambio, algo pesado, o el climatizador más ruidoso de lo habitual, resten cierto placer de conducción.Lo más novedoso de este Fiat Bravo lo encontramos en su motor, que parte de la base del mencionado 1.9 Multijet. Se ha incrementado en 1 mm el diámetro de los cilindros, con el consiguiente aumento de cilindrada de 1.910 cm3 a 1.956 cm3, lo que ha permitido rebautizarlo como 2.0. También cabe mencionar la presencia de un nuevo turbo de geometría variable, precalentadores más rápidos y una disminución en la relación de compresión de 17,5:1 a 16,5:1.En cuanto al comportamiento de este Fiat Bravo, resulta fácil exprimir la alta eficacia del bastidor, ya que sus reacciones son bastante neutras y el ESP —de serie y no desconectable— es estricto en su funcionamiento, aunque sin llegar a ser más intrusivo de lo necesario. El control de tracción sí se puede desconectar. La dirección tiene un tacto agradable y, a pesar del elevado par motor con el que tienen que lidiar las ruedas delanteras, no suele transmitir tirones cuando aceleramos en marchas cortas, aunque, en contrapartida, no informa tanto como nos gustaría sobre el estado del tren delantero. Podría mejorar la resistencia a la fatiga de los frenos en conducción deportiva, además las luces de aviso de frenada de emergencia se encienden con demasiada frecuencia. Por otro lado, el consumo es razonable, sobre todo teniendo en cuenta la potencia del motor, pero se reduciría en gran medida si se sometiese al Fiat Bravo a una cura de adelgazamiento, ya que se achacan unos cuantos kilos de más.Esta mecánica se vende en nuestro mercado únicamente asociada a la terminación Super Sport, que incorpora rasgos estéticos específicos, como llantas de 18 pulgadas, deflector trasero y faldones, así como detalles deportivos en el interior, entre los que se encuentra un salpicadero rematado en un agradable material que recuerda a la fibra de carbono —como el del Alfa Mito—, pedales de aluminio, volante con costuras rojas y llamativos asientos envolventes con tapicería específica. Los retrovisores son abatibles de forma eléctrica. Teniendo en cuenta equipamiento, potencia y precio (21.855 euros con la promoción actual), este nuevo integrante de la gama Fiat Bravo será capaz de conquistar a muchos seguidores.— Motor potente
— Recuperaciones
— Equipamiento — Sonoridad
— Tacto del cambio
— Rueda de emergenciaA pesar de la denominación Super Sport asociada a este motor, este Fiat Bravo está lejos de ser una versión extrema. Resulta más cómodo y dócil de lo que cabría esperar, hasta el punto de que nada más sentarnos en su habitáculo buscamos una inexistente “tecla Sport" que rinda homenaje a la denominación de su acabado, al estilo de la que lleva el Fiat Panda 100 HP, o el Fiat Grande Punto Abarth. Sin embargo, en su lugar está el conocido botón City, que incrementa todavía más la asistencia de la dirección, ya de por sí bastante blanda, para facilitar las maniobras de aparcamiento. Pero no hay que dejarse engañar por este burgués detalle, ni por la entrega de potencia relativamente lineal y progresiva del motor, pues, si aceleramos a fondo, en pocos segundos estaremos rodando a un ritmo muy elevado. Cronómetro en mano fulmina al Fiat Bravo 1.9 JTD 150 CV del que deriva, sobre todo en maniobras de adelantamiento. Sirva como ejemplo el paso de 80 a 120 km/h en 5ª, en el que necesita 2,11 segundos menos que éste, diferencia que se incrementa hasta los nada despreciables 4,59 segundos en 6ª. La respuesta del turbo tarda un poco en llegar, pero una vez que ha cogido inercia, y sobre todo por debajo de 3.000 vueltas, proporciona un espectacular par que catapulta a este Fiat Bravo sin tener que recurrir al uso del cambio. A pesar de que los desarrollos se han adaptado y son un poco más largos, la cifra de consumo medio no ha variado. Lástima que el tacto del cambio, algo pesado, o el climatizador más ruidoso de lo habitual, resten cierto placer de conducción.Lo más novedoso de este Fiat Bravo lo encontramos en su motor, que parte de la base del mencionado 1.9 Multijet. Se ha incrementado en 1 mm el diámetro de los cilindros, con el consiguiente aumento de cilindrada de 1.910 cm3 a 1.956 cm3, lo que ha permitido rebautizarlo como 2.0. También cabe mencionar la presencia de un nuevo turbo de geometría variable, precalentadores más rápidos y una disminución en la relación de compresión de 17,5:1 a 16,5:1.En cuanto al comportamiento de este Fiat Bravo, resulta fácil exprimir la alta eficacia del bastidor, ya que sus reacciones son bastante neutras y el ESP —de serie y no desconectable— es estricto en su funcionamiento, aunque sin llegar a ser más intrusivo de lo necesario. El control de tracción sí se puede desconectar. La dirección tiene un tacto agradable y, a pesar del elevado par motor con el que tienen que lidiar las ruedas delanteras, no suele transmitir tirones cuando aceleramos en marchas cortas, aunque, en contrapartida, no informa tanto como nos gustaría sobre el estado del tren delantero. Podría mejorar la resistencia a la fatiga de los frenos en conducción deportiva, además las luces de aviso de frenada de emergencia se encienden con demasiada frecuencia. Por otro lado, el consumo es razonable, sobre todo teniendo en cuenta la potencia del motor, pero se reduciría en gran medida si se sometiese al Fiat Bravo a una cura de adelgazamiento, ya que se achacan unos cuantos kilos de más.Esta mecánica se vende en nuestro mercado únicamente asociada a la terminación Super Sport, que incorpora rasgos estéticos específicos, como llantas de 18 pulgadas, deflector trasero y faldones, así como detalles deportivos en el interior, entre los que se encuentra un salpicadero rematado en un agradable material que recuerda a la fibra de carbono —como el del Alfa Mito—, pedales de aluminio, volante con costuras rojas y llamativos asientos envolventes con tapicería específica. Los retrovisores son abatibles de forma eléctrica. Teniendo en cuenta equipamiento, potencia y precio (21.855 euros con la promoción actual), este nuevo integrante de la gama Fiat Bravo será capaz de conquistar a muchos seguidores.— Motor potente
— Recuperaciones
— Equipamiento — Sonoridad
— Tacto del cambio
— Rueda de emergencia