Dodge Avenger 2.0 CRD SXT

Es legendario el esfuerzo que los fabricantes norteamericanos han realizado durante las últimas décadas para poner una pica en los mercados europeos. El Dodge Avenger juega sus bazas con una estética impactante, una mecánica conocida y un bastidor bien equilibrado.

Dodge Avenger 2.0 CRD SXT
Dodge Avenger 2.0 CRD SXT

En el caso del Dodge Avenger, el empeño ha llevado a la propia utilización de un motor de procedencia europea, más concretamente, el más que conocido Volkswagen TDI en su versión de 2 litros y 140 CV. Por cierto, un motor que la marca alemana va a sustituir progresivamente en su gama por una versión evolucionada con sistema de inyección por conducto común en lugar del actual inyector/bomba unitario. Aun así, este cuatro cilindros germano es uno de los pilares del Avenger, máxime cuando ha sido aislado de forma más eficaz que en muchos de los otros vehículos en que se monta. De hecho, las vibraciones brillan por su ausencia, tanto en el volante como en los pedales o la palanca de cambios. Pese a que, sin duda, encara la segunda mitad de su vida, sus virtudes aún dejan pequeñas sus lagunas. De entrada, no hay unidad de este motor que cumpla con la potencia homologada, por lo que siempre resulta más brillante de lo esperado. En el caso de este Avenger son diez los caballos que disfrutamos como aportación extra, lo que se traduce en unas prestaciones perfectamente comparables con la mayoría de las berlinas europeas de este porte. La conducta de este motor es bien conocida porque propulsa a gran número de modelos en el mercado en los últimos añosLa conducta de este motor es bien conocida porque propulsa a gran número de modelos en el mercado en los últimos años. Resumiendo, podríamos decir que, frente a las tendencias más recientes de máxima progresividad y elasticidad, resulta algo más brusco y falto de respuesta en las primeras 500 rpm tras el ralentí. Sin embargo, en este Avenger, gracias a su mejor aislamiento se ha ganado un poco de la confianza perdida frente al que esto suscribe. Por arriba, pasar de 4.000 rpm no es su fuerte, aunque se puede en un apuro, pero en ningún caso se acerca a las 5.000, límite que los motores más brillantes de la categoría se atreven a explorar. La elección de los desarrollos es más que juiciosa para extraer excelentes rendimientos mecánicos. Baste sólo un ejemplo. Circulando por carretera a 80km/h, el motor ronronea en sexta a poco más de 1.700 rpm, con un mínimo gasto de combustible, pero si necesitamos un aporte de fuerza, al pisar el acelerador el motor entrega inmediatamente 28,5 mkg, más que suficientes para obtener una respuesta franca, capacitando a este Dodge a realizar adelantamientos en esta marcha, siempre que no sean muy apretados. En su favor también hay que reconocer que sigue siendo un motor frugal, tanto como el que más, y que las nuevas tendencias técnicas del Grupo tendrán difícil recortar el gasto si no es aplicando otras tecnologías complementarias, como neumáticos de menor resistencia ala rodadura, desarrollos más largos, sistemas “start-stop", etc. — Estética y habitabilidad
— Consumo aquilatado
— Comportamiento dinámico— Presentación pobre
— Terminación mejorable
— Rueda de emergenciaEn el caso del Dodge Avenger, el empeño ha llevado a la propia utilización de un motor de procedencia europea, más concretamente, el más que conocido Volkswagen TDI en su versión de 2 litros y 140 CV. Por cierto, un motor que la marca alemana va a sustituir progresivamente en su gama por una versión evolucionada con sistema de inyección por conducto común en lugar del actual inyector/bomba unitario. Aun así, este cuatro cilindros germano es uno de los pilares del Avenger, máxime cuando ha sido aislado de forma más eficaz que en muchos de los otros vehículos en que se monta. De hecho, las vibraciones brillan por su ausencia, tanto en el volante como en los pedales o la palanca de cambios. Pese a que, sin duda, encara la segunda mitad de su vida, sus virtudes aún dejan pequeñas sus lagunas. De entrada, no hay unidad de este motor que cumpla con la potencia homologada, por lo que siempre resulta más brillante de lo esperado. En el caso de este Avenger son diez los caballos que disfrutamos como aportación extra, lo que se traduce en unas prestaciones perfectamente comparables con la mayoría de las berlinas europeas de este porte. La conducta de este motor es bien conocida porque propulsa a gran número de modelos en el mercado en los últimos añosLa conducta de este motor es bien conocida porque propulsa a gran número de modelos en el mercado en los últimos años. Resumiendo, podríamos decir que, frente a las tendencias más recientes de máxima progresividad y elasticidad, resulta algo más brusco y falto de respuesta en las primeras 500 rpm tras el ralentí. Sin embargo, en este Avenger, gracias a su mejor aislamiento se ha ganado un poco de la confianza perdida frente al que esto suscribe. Por arriba, pasar de 4.000 rpm no es su fuerte, aunque se puede en un apuro, pero en ningún caso se acerca a las 5.000, límite que los motores más brillantes de la categoría se atreven a explorar. La elección de los desarrollos es más que juiciosa para extraer excelentes rendimientos mecánicos. Baste sólo un ejemplo. Circulando por carretera a 80km/h, el motor ronronea en sexta a poco más de 1.700 rpm, con un mínimo gasto de combustible, pero si necesitamos un aporte de fuerza, al pisar el acelerador el motor entrega inmediatamente 28,5 mkg, más que suficientes para obtener una respuesta franca, capacitando a este Dodge a realizar adelantamientos en esta marcha, siempre que no sean muy apretados. En su favor también hay que reconocer que sigue siendo un motor frugal, tanto como el que más, y que las nuevas tendencias técnicas del Grupo tendrán difícil recortar el gasto si no es aplicando otras tecnologías complementarias, como neumáticos de menor resistencia ala rodadura, desarrollos más largos, sistemas “start-stop", etc. — Estética y habitabilidad
— Consumo aquilatado
— Comportamiento dinámico— Presentación pobre
— Terminación mejorable
— Rueda de emergencia