Como sucede en el mundo del boxeo, en el del automóvil cada aspirante se forma, esculpe su cuerpo, trabaja sus órganos y su puesta en escena con el deseo de tumbar al campeón en su próxima defensa del título. Llevado a los SUV compactos, el primero sería el recientemente actualizado Nissan Qashqai, en tanto que el último aspirante sería el Skoda Karoq, producto del muy prestigioso «gimnasio» Volkswagen, ambos con una gran coincidencia en cuanto a dimensiones —4,39 y 4,38 m—, si bien sus recursos físicos y técnicos son diferentes: algo más dinámico en su planteamiento el Nissan y más confortable el Karoq, que además se beneficia de las prácticas soluciones «Simply Clever» que Skoda aplica a sus vehículos.
El enésimo aspirante a desbancar al Nissan Qashqai se identifica ya desde el primer golpe de vista como un Skoda, con la predisposición favorable que supone para buena parte del público el empleo de la estructura mecánica de Volkswagen, con un precio algo más favorable que aquellos sin una gran pérdida en cuanto a la percepción de calidad y el valor añadido de ese tan especial componente práctico que imprime a sus creaciones.
Nissan Qashqai vs Skoda Karoq: más que centímetros
La habitabilidad interior, facilidad de acceso y la versatilidad son, junto con la impresión de calidad interior y el equipamiento, elementos que decantan elecciones. En este caso, resultan semejantes en cuanto a espacio interior, especialmente en cuanto a anchura interior, aunque no en espacio para la cabeza, que le permite al Skoda ofrecer una sensación de mayor desahogo en las plazas delanteras. También en el Karoq se va sentado más alto respecto del suelo del habitáculo, lo que puede favorecer a las personas de mayor estatura, que llevarán una posición más natural de las piernas, y cuenta con un par de centímetros adicionales de regulación longitudinal del volante, lo que permite mayor variedad de elección a la hora de buscar la posición deseada de conducción.
ESPACIO | Nissan Qashqai 1.5 dCi 110 CV Tekna | Skoda Karoq 1.6 TDI 116 CV Ambition |
Anchura delantera | 144 cm | 143 cm |
Anchura trasera | 138 cm | 138 cm |
Altura delantera | 89/94 cm | 94/100 cm |
Altura trasera | 92 cm | 91 cm |
Espacio para piernas | 74 cm | 73 cm |
Maletero | 455 litros | 470 litros |
Las plazas traseras, por su parte, también presentan más diferencias en ejecución que las que el metro puede hacer pensar. En el Skoda Karoq se va sentado unos 3 cm más alto, lo que favorece la perspectiva sobre la carretera, y en los casos en que se monte el sistema opcional Varioflex (430 euros) se volvería más práctico que el Nissan Qashqai. Y es que, en ese caso, se podrían avanzar individualmente los asientos traseros laterales hasta 15 cm, permitiendo elegir entre más espacio de carga o para piernas y si se quisiera retirar el central (de 13 kg de peso), se podrían centrar los asientos laterales (18 kg) conservando la opción de avanzarlos o retrasarlos, aportando una modularidad que explica el retroceso de los monovolúmenes. Ante esto, el Nissan responde con un habitáculo generoso, con una distancia para las piernas sólo superada en la categoría por el Seat Ateca, una plaza central trasera algo más amplia que la del Skoda, muy preformado éste para dos pasajeros, y unos asientos más amplios tanto en longitud de banqueta como altura de respaldo que podrían hacer facilitar la comodidad de las personas de mayor tamaño que no fueran en las plazas delanteras.
Nissan Qashqai y Skoda Karoq: motores Diesel de acceso
Tratándose de las versiones Diesel «de acceso» -en el Nissan Qashqai, con el 1.5 dCi de 110 CV y en el Skoda Karoq con el 1.6 TDI de 116 CV-, no debemos esperar unas aceleraciones fulgurantes, sino más bien empuje a medio régimen, con una buena capacidad para mantener la última marcha engranada durante un viaje la mayor parte del tiempo y bajo consumo. Y en este aspecto, los datos dan la ventaja al Nissan en los elementos medibles objetivamente. Sí. Es ligeramente más rápido acelerando, bastante más en un adelantamiento iniciado sin reducir, pero también su consumo de combustible es algo inferior y frena un poquito mejor. Podríamos decir que en la modestia prestacional de ambos, el Qashqai tiene una ejecución algo más dinámica que el Karoq, merced también a su control de chasis —una función extra de los controles de tracción, que emplea el sistema de freno de forma individual en cada rueda para garantizar el comportamiento más neutro—. Al Skoda, en cambio, el lastre de su equipamiento y unos desarrollos de cambio más largos en sus últimas marchas impiden hacer valer su potencia máxima y puede llegar a parecer algo falto de empuje en su respuesta al acelerador aconsejando hacer un buen uso del cambio para mantener el ritmo de marcha en zonas complicadas.
PRESTACIONES | Nissan Qashqai 1.5 dCi 110 CV Tekna | Skoda Karoq 1.6 TDI 116 CV Ambition |
Acel. 0-100 km/h | 11,18 s | 11,54 s |
Acel. 0-1000 metros | 33,07 s | 33,53 s |
Sonoridad 100 km/h | 66,3 dBA | 65,5 dBA |
Sonoridad 120 km/h | 69,6 dBA | 68,5 dBA |
Frenada desde 120 km/h | 52,56 m | 54,52 m |
Peso en báscula | 1.449 kg | 1.524 kg |
En confort, el Skoda muestra un carácter algo más dulce en el día a día, con una amortiguación más suave que suaviza el castigo que los constantes reductores de velocidad y baches que pueblan las ciudades infligen a los ocupantes, aunque sin embargo no se convierte en una suspensión blanda, de ésas que hagan del Karoq un coche blando que balancee incómodamente en las curvas tan pronto como se aumenta el ritmo de marcha. Es más que correcto, con un tacto preciso en el guiado, una dirección suficientemente informativa de la dirección de las ruedas y con un pequeño plus en cuanto a confort de uso nacido de un motor más progresivo. No sólo tiene menos efecto turbo que aquél, sino que un embrague más dosificable que el del Nissan y un cambio con menor salto en sus desarrollos entre segunda y tercera y tercera y cuarta, las de uso más frecuente en ciudad, permite mantenerle girando en la zona buena durante más tiempo. A lo que si sumamos un diámetro de giro más favorable, vamos a tener un coche más grato en su uso que, además, podremos aparcar con menos maniobras.
CONSUMOS | Nissan Qashqai 1.5 dCi 110 CV Tekna | Skoda Karoq 1.6 TDI 116 CV Ambition |
Consumo en ciudad | 5,5 l/100 km | 6,2 l/100 km |
Consumo en carretera | 4,9 l/100 km | 5,4 l/100 km |
Consumo medio | 5,2 l/100 km | 5,7 l/100 km |
Nissan Qashqai vs Skoda Karoq: nuestras conclusiones
Si hasta ahora el «combate» entre Qashqai y Karoq podía parecer abierto, más dinámico el uno, más confortable el otro, no saldremos de dudas al valorar el precio. O sí. Porque los precios oficiales, sin incluir descuentos promocionales o las opciones ligadas a financiación, dan ventaja de principio al modelo checo, y ésta se mantendría incluso trufando ambos con equipamiento opcional para conseguir unidades muy semejantes. En este caso, podríamos llegar a un punto superior en la ecuación entre sensación de calidad y practicidad, que se lo pondría muy difícil al Qashqai, el campeón entre los SUV para mantener su cinturón de campeón.
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