Citroën C4 1.6 e-HDI 110 CMP

Buen arranque—el de gama, por un lado, y el del Stop&Start por otro, el mejor del mercado— por el momento; mejor final cuando se sumen a la cita los DS4, la versión que sumará diseño emocional a esta nueva generación del C4. Calidad por encima de todo, la que se ve y la que se siente, junto con unos niveles de equipamiento de referencia entre sus semejantes. Exalta su vocación de coche rodador por chasis y, con este 1.6 HDi automático, también por mecánica.

Citroën C4 1.6 e-HDI 110 CMP
Citroën C4 1.6 e-HDI 110 CMP

Mucho que ofrecer y aún mucho por llegar. Estamos ante el C4 más aspiracional, el más mimado. No podría ser de  otra manera cuando Citroën pretende reconquistar el terreno perdido y llega con claras intenciones de hincarle el diente a los grandes del segmento, liderado por el Golf en calidad e imagen de marca y en breve, animado por el inminente Focus, llamado a proclamarse líder en dinámica.

Evolución, tal vez con menos revolución de lo que el C4 sugiere. No hay grandes cambios estructurales ni un diseño que rompa esquemas —esa será la labor del DS4—, pero sí una impresionante calidad y posibilidades de equipamiento para sobresalir. Regresa con precios competitivos que hacen que su relación valor/producto sea uno de los principales argumentos, pero no el único.

Bienvenida ergonomía
Crece en las tres dimensiones pero se reparte equitativamente en el habitáculo. Logra un maletero récord en la categoría, 440 litros reales frente a los 350 de antes, sin el más mínimo rincón irregular. Pero dentro, un centímetro más en anchura no compensa la reducción de altura útil en las plazas posteriores. Misma cota de confort e idéntico espacio para las rodillas que la generación saliente: dependerá mucho de la talla del conductor para que atrás viajen con desahogo, pero los mejores de la categoría tampoco pueden ofrecer mucho más. A mejorar, el estrecho acceso poder para salir del habitáculo sin hacer filigranas con los pies, y tampoco entendemos por qué para abatir los respaldos hace falta quitar la base del asiento.

Si, pese a todo, allí se notan las mejoras, delante el cambio es radical. Borrón y cuenta nueva. Sobresaliente ejecución y, sobre todo, clara superación en ergonomía y racionalidad de elementos. Hecha de una sola pieza, la zona superior del salpicadero ya la quisieran para sí muchos otros coches del segmento superior. Todos los botones de la consola tienen un tacto gomoso que denota atención por el detalle. Los ajustes son ejemplares, hay grandes y pequeños huecos por todo el habitáculo… Adiós al volante de núcleo fijo. Adiós a la capilla superior. La instrumentación se congrega al frente del conductor mediante una disposición de relojes digitales que no admite mayor crítica que la ausencia de un reloj de temperatura del agua.

Múltiples configuraciones permiten modificar la luz de fondo del cuadro de instrumentos —en el acabado Exclusive—, la combinación de colores de los menús o incluso los sonidos de advertencia o alerta. Aunque el volante es, digamos, convencional —ahora, achatado—, vuelve a centralizar infinitos botones que siguen requiriendo un largo periodo de aprendizaje hasta llegar a familiarizarse con él, pero congrega funciones valiosas, como las memorias para el limitador y regulador de velocidad.

Si el C4 sobresalía en su tiempo por sus posibilidades de equipamiento, ahora vuelve a dar otro golpe de efecto. ¿Quién, en su categoría, ofrece asientos delanteros con función masaje?  Las butacas de antes dejan paso a asientos con reglaje lumbar eléctrico de serie. Conviene un análisis pormenorizado de los acabados disponibles, aunque destacamos el Sport como el más recomendable. Sin fisuras e incluso con ciertos lujos, dispone de opciones no sólo para añadir las llantas de aleación sin verse obligado a tener que montar las de 17 pulgadas de los Exclusive.
Freno de estacionamiento eléctrico, Citroën e-Touch —localizador de emergencia por GPS— sistema de vigilancia en ángulos muertos, el cuadro de instrumentos personalizable o los sensores de aparcamiento con medición del espacio son las mayores aportaciones que encontramos en el paso de un acabado a otro… A razón de 2.300 euros.

- Calidad de acabados percibida y real
- Bajos consumos
- El mejor Autostop&start del mercado
  • Cambio CMP demasiado lento
  • Espacio piernas en plazas traseras
  • Reacciones del chasis cerca de sus límites