Muchos son los puntos que tienen en común el Matiz y el C1. Eso sí, a favor del Chevrolet, que es más económico y que está homologado para cinco plazas; del Citroën, que consume menos y que tiene más equipamiento. Los elementos opcionales son prácticamente los mismos: el aire acondicionado, por ejemplo, es más caro en el C1 (1.180 euros frente a los 800 euros del Matiz). ¡Más barato que el C1! Esa es la gran baza sobre la que apoyamos una serie argumentos a favor del C3: mayor tamaño y gran maletero, cinco plazas y prestaciones similares. Además, el equipamiento de serie es casi calcado (ABS, cuatro airbags, elevalunas eléctricos y cierre centralizado). En el C3, encima, el aire acondicionado es de serie, mientras que en el C1 sale por 1.180 euros adicionales. La configuración de mini-monovolumen del Atos permite que, con unas medidas similares a las del C1 (es 10 cm más largo, eso sí), se homologuen cinco plazas (el C1 sólo tiene cuatro) y se disponga de un amplio maletero (263 litros frente a los 139 litros de nuestro protagonista). Las prestaciones son menos destacadas y los consumos, un poco más elevados. Si prestamos atención al equipamiento, comprobamos que Hyundai flaquea. El ABS es una inexplicable opción (575 euros). A su favor, diremos que es posible montar una transmisión automática (1.550 euros). El Kia Picanto, el más económico de todos los rivales que comparamos, ofrece unas prestaciones similares y unos consumos ligeramente superiores a los del C1, pero tiene menos equipamiento. El único airbag que es de serie es el del conductor; por el del acompañante hay que desembolsar 230 euros. Muchos son los puntos que tienen en común el Matiz y el C1. Eso sí, a favor del Chevrolet, que es más económico y que está homologado para cinco plazas; del Citroën, que consume menos y que tiene más equipamiento. Los elementos opcionales son prácticamente los mismos: el aire acondicionado, por ejemplo, es más caro en el C1 (1.180 euros frente a los 800 euros del Matiz). ¡Más barato que el C1! Esa es la gran baza sobre la que apoyamos una serie argumentos a favor del C3: mayor tamaño y gran maletero, cinco plazas y prestaciones similares. Además, el equipamiento de serie es casi calcado (ABS, cuatro airbags, elevalunas eléctricos y cierre centralizado). En el C3, encima, el aire acondicionado es de serie, mientras que en el C1 sale por 1.180 euros adicionales. La configuración de mini-monovolumen del Atos permite que, con unas medidas similares a las del C1 (es 10 cm más largo, eso sí), se homologuen cinco plazas (el C1 sólo tiene cuatro) y se disponga de un amplio maletero (263 litros frente a los 139 litros de nuestro protagonista). Las prestaciones son menos destacadas y los consumos, un poco más elevados. Si prestamos atención al equipamiento, comprobamos que Hyundai flaquea. El ABS es una inexplicable opción (575 euros). A su favor, diremos que es posible montar una transmisión automática (1.550 euros). El Kia Picanto, el más económico de todos los rivales que comparamos, ofrece unas prestaciones similares y unos consumos ligeramente superiores a los del C1, pero tiene menos equipamiento. El único airbag que es de serie es el del conductor; por el del acompañante hay que desembolsar 230 euros. Muchos son los puntos que tienen en común el Matiz y el C1. Eso sí, a favor del Chevrolet, que es más económico y que está homologado para cinco plazas; del Citroën, que consume menos y que tiene más equipamiento. Los elementos opcionales son prácticamente los mismos: el aire acondicionado, por ejemplo, es más caro en el C1 (1.180 euros frente a los 800 euros del Matiz). ¡Más barato que el C1! Esa es la gran baza sobre la que apoyamos una serie argumentos a favor del C3: mayor tamaño y gran maletero, cinco plazas y prestaciones similares. Además, el equipamiento de serie es casi calcado (ABS, cuatro airbags, elevalunas eléctricos y cierre centralizado). En el C3, encima, el aire acondicionado es de serie, mientras que en el C1 sale por 1.180 euros adicionales. La configuración de mini-monovolumen del Atos permite que, con unas medidas similares a las del C1 (es 10 cm más largo, eso sí), se homologuen cinco plazas (el C1 sólo tiene cuatro) y se disponga de un amplio maletero (263 litros frente a los 139 litros de nuestro protagonista). Las prestaciones son menos destacadas y los consumos, un poco más elevados. Si prestamos atención al equipamiento, comprobamos que Hyundai flaquea. El ABS es una inexplicable opción (575 euros). A su favor, diremos que es posible montar una transmisión automática (1.550 euros). El Kia Picanto, el más económico de todos los rivales que comparamos, ofrece unas prestaciones similares y unos consumos ligeramente superiores a los del C1, pero tiene menos equipamiento. El único airbag que es de serie es el del conductor; por el del acompañante hay que desembolsar 230 euros. Muchos son los puntos que tienen en común el Matiz y el C1. Eso sí, a favor del Chevrolet, que es más económico y que está homologado para cinco plazas; del Citroën, que consume menos y que tiene más equipamiento. Los elementos opcionales son prácticamente los mismos: el aire acondicionado, por ejemplo, es más caro en el C1 (1.180 euros frente a los 800 euros del Matiz). ¡Más barato que el C1! Esa es la gran baza sobre la que apoyamos una serie argumentos a favor del C3: mayor tamaño y gran maletero, cinco plazas y prestaciones similares. Además, el equipamiento de serie es casi calcado (ABS, cuatro airbags, elevalunas eléctricos y cierre centralizado). En el C3, encima, el aire acondicionado es de serie, mientras que en el C1 sale por 1.180 euros adicionales. La configuración de mini-monovolumen del Atos permite que, con unas medidas similares a las del C1 (es 10 cm más largo, eso sí), se homologuen cinco plazas (el C1 sólo tiene cuatro) y se disponga de un amplio maletero (263 litros frente a los 139 litros de nuestro protagonista). Las prestaciones son menos destacadas y los consumos, un poco más elevados. Si prestamos atención al equipamiento, comprobamos que Hyundai flaquea. El ABS es una inexplicable opción (575 euros). A su favor, diremos que es posible montar una transmisión automática (1.550 euros). El Kia Picanto, el más económico de todos los rivales que comparamos, ofrece unas prestaciones similares y unos consumos ligeramente superiores a los del C1, pero tiene menos equipamiento. El único airbag que es de serie es el del conductor; por el del acompañante hay que desembolsar 230 euros. Muchos son los puntos que tienen en común el Matiz y el C1. Eso sí, a favor del Chevrolet, que es más económico y que está homologado para cinco plazas; del Citroën, que consume menos y que tiene más equipamiento. Los elementos opcionales son prácticamente los mismos: el aire acondicionado, por ejemplo, es más caro en el C1 (1.180 euros frente a los 800 euros del Matiz). ¡Más barato que el C1! Esa es la gran baza sobre la que apoyamos una serie argumentos a favor del C3: mayor tamaño y gran maletero, cinco plazas y prestaciones similares. Además, el equipamiento de serie es casi calcado (ABS, cuatro airbags, elevalunas eléctricos y cierre centralizado). En el C3, encima, el aire acondicionado es de serie, mientras que en el C1 sale por 1.180 euros adicionales. La configuración de mini-monovolumen del Atos permite que, con unas medidas similares a las del C1 (es 10 cm más largo, eso sí), se homologuen cinco plazas (el C1 sólo tiene cuatro) y se disponga de un amplio maletero (263 litros frente a los 139 litros de nuestro protagonista). Las prestaciones son menos destacadas y los consumos, un poco más elevados. Si prestamos atención al equipamiento, comprobamos que Hyundai flaquea. El ABS es una inexplicable opción (575 euros). A su favor, diremos que es posible montar una transmisión automática (1.550 euros). El Kia Picanto, el más económico de todos los rivales que comparamos, ofrece unas prestaciones similares y unos consumos ligeramente superiores a los del C1, pero tiene menos equipamiento. El único airbag que es de serie es el del conductor; por el del acompañante hay que desembolsar 230 euros.
Citroën C1 1.0 SX 5p
Cuatro plazas, un maletero casi simbólico y un confort coartado por la rumorosidad del motor son las desventajas de este pequeño C1, que, eso sí, es ideal para la ciudad.